Organiza unos 'Juegos del Calamar' en casa y las redes enloquecen con el resultado: “¿Qué hiciste con los cuerpos?”
Muy real
El duelo final fue la misma prueba que se lleva a cabo en uno de los primeros capítulos de la segunda temporada
En Nochevieja, todo puede pasar, pero recrear El Juego del Calamar en casa supera cualquier lista de locuras. Este fue el plan de una familia que decidió transformar su salón en una guerra por la supervivencia. El resultado: una noche que arrasó en las redes sociales y dejó a más de uno preguntándose cómo terminaba todo.
El espectáculo empezó con algo tan simple como recoger palomitas. El primer desafío consistía en acumular la mayor cantidad de estas pequeñas piezas de maíz. Poco a poco, los menos hábiles fueron eliminados, dejando paso a las mentes más estratégicas para afrontar pruebas aún más creativas. El siguiente reto fue inflar un globo para que cupiera dentro de un vaso con el objetivo de poderlo transportar sin que se cayese y solamente siendo sujetado por la presión que ejercía el globo.
Posteriormente, tocó jugar al clásico juego de las sillas musicales, donde muchos de los jugadores cayeron. La intensidad creció aún más con una carrera de vasos volteados, en la que los participantes debían girar los vasos en una mesa hasta que quedaran boca abajo. Los finalistas, ya convertidos en leyendas familiares, se enfrentaron en un duelo de Jenga, donde cada movimiento definía el destino.
El clímax llegó con un enfrentamiento final de piedra, papel o tijeras a dos manos como sucede en la segunda temporada. El premio por ganar la partida era la posibilidad de sacar una ficha amarilla de una bolsa con 19 opciones. Debían hacer tantas tiradas como fueran necesarias hasta que alguien sacara dicha pieza. El ganador fue el número 09.
Todos siguen vivos
La respuesta a la pregunta que todos se hacen
Teniendo en cuenta el destino de los jugadores en la ficción de Netflix, la gran pregunta que se hicieron los usuarios fue evidente.“¿Qué hiciste con los cuerpos?” preguntó un usuario entre risas, a lo que el anfitrión, Francisco Arroyo, respondió: “Es secreto”. Evidentemente, nadie salió herido.
No hizo falta más para que el vídeo se viralizara, acumulando cientos de comentarios, como el de alguien que pidió ser adoptado por la familia, incluso “como animal de compañía” solamente para tener la oportunidad de poder participar en la próxima edición.