Jugar al amigo invisible debería ser sinónimo de misterio y diversión, pero en algunas familias, mantener el secreto puede convertirse en misión imposible. Todo empieza con un intercambio inocente de papeles, pero no falta quien, con una habilidad detectivesca, desentraña el entramado antes de tiempo.
En la familia de Paula Aguadé, ese alguien es su abuela. Decidida a desenmascarar a su misterioso benefactor, ha convertido lo que debería ser una inocente actividad en una auténtica investigación. La señora ha comenzado a unir puntos y a deducir con una lógica tan única como implacable. “Ya me sé tres o cuatro, y tú me tienes a mí”, le soltó a Paula.
No hay secreto
Así descifra quién tiene que hacerle el regalo
Las charlas con la abuela durante estos días no son simples diálogos familiares, sino una clase magistral de cómo utilizar la psicología inversa y la deducción para acorralar a los demás. “Andrea no te ha tocado, que le tocó a Ángel”, afirmó con una seguridad que solo ella puede desplegar. Paula no podía salir de su asombro ante la información que manejaba su abuela.
En medio de la conversación, Paula quiso salir por la tangente anunciando que ella le tenía que regalar a Nemo. “Mentira, le toca a tu madre”, dijo la abuela sin pestañear. Su capacidad para desmontar excusas con un simple vistazo es digna de admiración
Aunque sus métodos puedan parecer poco ortodoxos, pues parece haber ido preguntando a todos los involucrados, no se le escapa ni un detalle, ya que si su nieta no quiere decirlo es por algo. “Si no me lo quieres decir, y yo sé a quién le han tocado todos los demás y no le toco a nadie, pues te toco a ti”, razonó.
Lo más curioso es que la abuela no parece preocuparse por arruinar el espíritu del juego. “Cada uno se da su sorpresa, pero los demás, más o menos, sabemos a quién hemos tocado”, dijo con total naturalidad, como si el propósito del amigo invisible fuera algo secundario frente a su necesidad de conocerlo todo.
Aunque, como se comentó en la sección de comentarios del vídeo, la señora solamente quería saber quién tenía que regalarle a ella por un buen motivo. “No te gastes dinero”, le pidió a Paula por si las moscas.