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Robles sobre el futuro de UNIFIL: “No podemos permitir que Líbano sea un nuevo Afganistán”

Comisión de Defensa

La ministra de Defensa ha insistido en que España no contempla la posibilidad del repliegue, pese a que ya son nueve los heridos entre las tropas de UNIFIL tras la invasión israelí del país

Robles despide a la nueva rotación de 260 militares que han sido trasladados a Líbano

Europa Press

España no contempla la posibilidad de un repliegue de los más de 650 soldados españoles que permanecen en la misión internacional de la ONU en Líbano, en mitad del fuego cruzado entre Israel y Hizbulah, que ha provocado nueve heridos de diversa consideración entre las tropas de UNIFIL tras la invasión del país. “No podemos permitir que Líbano sea un nuevo Afganistán”, ha pedido la ministra de Defensa, Margarita Robles, durante una comparecencia en el Congreso de los Diputados en la que ha dado cuenta de las actividades de las Fuerzas Armadas en el extranjero. El compromiso del Gobierno, según ha reiterado, es el de seguir haciendo “todo lo posible” para que la situación que se vive en Oriente Medio “pueda reconducirse”, por lo que las actividades operaciones de los cascos azules “es más indispensable que nunca”.

Robles ha informado en la Comisión de Defensa de que el contingente nacional está compuesto actualmente por 664 militares, desplegados —en su gran mayoría— en la base Miguel de Cervantes en Marjayoun y en el Cuartel General de la misión en Naquora, donde el teniente general Aroldo Lázaro tiene el mando. La participación española fue aprobada por el Congreso de los Diputados en 2006, fijándose en 1.100 el número máximo de militares de las Fuerzas Armadas que se podrían desplegar sobre el terreno. El portavoz del PNV Mikel Legarda ha afeado a la titular de Defensa que el Gobierno no actualice las autorizaciones a lo largo de las legislaturas.

La ministra ha recordado que la misión, hasta octubre de 2023, se encontraba en una fase de estabilización, realizando diariamente actividades operacionales, consistentes en patrullas a píe o en vehículo, puntos de control y observatorios para monitorizar permanentemente la situación en la llamada blue line. La situación en la zona se recrudeció el pasado 30 de septiembre, cuando las Fuerzas de Defensa de Israel anunciaron la incursión terrestre. Robles ha explicado que la participación limitada de tropas israelíes y la no construcción de infraestructuras defensivas sugieren que Israel busca evitar una ocupación prolongada. Hasta ahora, Israel ha cruzado la blue line en varios ejes, manteniendo combates con las milicias de Hizbulah. Las penetraciones, según ha trasladado la ministra, se estiman en unos dos o tres kilómetros por cada eje.

Robles ha detallado que desde el inicio de la ofensiva terrestre las tropas de UNIFIL han permanecido en niveles 2 —en el que se deben proteger en posiciones de Naciones Unidas y 3 — en el que deben ocupar los búnkeres—, realizando únicamente aquellas actividades operativas “indispensable”. Los últimos acontecimientos han provocado que las tropas de UNIFIL estén en muchas ocasiones bunkerizadas debido a que los combates se desarrollan en muchos casos cerca de posiciones de UNIFIL. No obstante la ministra ha asegurado que los cascos azules “no es un objetivo de ninguna de las dos partes”, aunque a día de hoy están en zona donde se están produciendo los enfrentamientos. Así pues, el riesgo de ser “un daño colateral” es permanente.

En el sector este, donde se acumula el grueso del contingente nacional, no ha habido que lamentar bajas personales, pero sí daños materiales, desde esquirlas de metralla hasta el incendio de un vehículo perteneciente al Batallón nepalí como consecuencia de un impacto de fuego indirecto. Algunas posiciones han sufrido fuego por parte del ejército israelí probablemente con la intención de destruir los medios de grabación por imágenes. “Fruto de esta escalada de tensión UNIFIL ha visto afectadas sus operaciones”, ha reconocido Robles.

Pese a todo ello, y con una situación “de constante cambio”, la titular de Defensa ha afirmado que no se contempla la posibilidad de finalizar la misión. “El compromiso de España es el de seguir haciendo todo lo posible para que la situación que se está viviendo de alguna manera pueda reconducirse”, les ha trasladado a los diferentes grupos políticos.