Tocados, pero no hundidos
La coalición de gobierno está viviendo un octubre negro. Arrancó el mes con el informe de la Guardia Civil que atribuye al exsecretario de organización del PSOE y exministro de Transportes, José Luis Ábalos, “un papel relevante” en la trama del caso Koldo y concluye con la dimisión del portavoz de Sumar, Íñigo Errejón, por presuntas agresiones sexuales a mujeres.
¿Qué era lo peor que le podía pasar al PSOE? Verse salpicado por la corrupción, después de desbancar al Gobierno de Mariano Rajoy con una moción de censura por los numerosos casos que afectaban al ejecutivo del PP. ¿Y qué era lo peor que le podía pasar a Sumar que había puesto en el centro de sus políticas el feminismo? Pues que un líder de su formación estuviera implicado en denuncias de acoso y abuso sexual.
Los socialistas se han conjurado para aguantar el resto de legislatura pase lo que pase
El Gobierno de Pedro Sánchez va de crisis en crisis y la reacción de los dos partidos, de apartar de forma contundente a los implicados, no amaina la tormenta política. Los socios de investidura observan con incredulidad la situación, mientras que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo acaba todas sus intervenciones ante la prensa reclamando la dimisión del presidente del Gobierno, como si por el mero hecho de pedirla esta se fuera a producir.
El Gobierno está tocado, pero las ansias del PP deberán esperar. “Las izquierdas seguiremos gobernando”, así lo advirtió tajante Pedro Sánchez desde la India. Los socialistas se han conjurado para aguantar el resto de legislatura pase lo que pase. Sin embargo, lo harían con mayor tranquilidad con unos presupuestos debajo del brazo. De ahí los gestos que se replican a lo largo del arco parlamentario con los socios de Gobierno.
Ayer la reforma de la ley mordaza , pactada con EH Bildu echó a andar. A principios de noviembre Sánchez se reunirá con el lehendakari Imanol Pradales para pactar los traspasos pendientes en la comisión bilateral. Con Junts, una vez que los posconvergentes han celebrado su cónclave y han decidido seguir negociando con el PSOE, se mantiene el diálogo sobre la senda del déficit y continúan las citas en Ginebra. También se avanzan en políticas de vivienda tal y como reclaman los republicanos y, en breve, se podrían dar a conocer avances del catalán en Europa.
Los socialistas sostienen que si al final es imposible acordar los presupuestos no pasa nada, pero al PSOE y a Sumar les urge cambiar unas dinámicas que señalan muy a menudo la extrema debilidad del Gobierno.