El rey Juan Carlos ha creado una fundación, en Abu Dabi, cuyos fines son preservar su legado a través de fondos documentales que contribuyan a destacar su papel histórico opacado, en los últimos años, por sus irregularidades en asuntos económicos y fiscales. La entidad, bautizada como Fundación Sumer (acrónimo de Su Majestad El Rey), en la que no figura ningún miembro de su familia, se ha dotado con fondos propios de 200.000 euros y, de acuerdo con fuentes de su entorno, en sus estatutos no contempla cuestiones relacionadas con su patrimonio personal, ni con la gestión de su futura herencia.
El diario ABC ha publicado este jueves detalles de esa fundación que empezó a gestarse el año 2022 con el propósito de ensalzar la figura del anterior jefe del Estado y canalizar donaciones. Hace unos días, el medio digital El Confidencial daba cuenta de la existencia de la entidad afirmando que se había constituido para, aprovechando la opacidad fiscal de Abu Dabi, canalizar el patrimonio económico del padre del Rey, a fin de facilitar la futura herencia de sus hijas Elena y Cristina, habida cuenta de que, en su día, Felipe VI ya hizo renuncia previa y expresa de la parte de la herencia que pudiera corresponderle cuando fallezca su padre.
Fuentes conocedoras de la gestión, en la que han intervenido dos amigos del rey Juan Carlos y el abogado español Carlos Portocarrero, representante en España del bufete británico Clifford Chance, afirman que con la Fundación Sumer se pretende fundamentalmente reunir documentos y archivos personales del rey Juan Carlos y gestionar la publicación de libros y estudios que contribuyan a preservar la memoria y el legado de quien fue rey de España entre 1975 y 2014.
El propio rey Juan Carlos está empeñado en reivindicar su figura, motivo por el cual gestiona desde hace algunos años la publicación de un libro de memorias, que primero encargó al periodista Carlos Herrera y que, en la actualidad, está ultimando la escritora francesa Laurence Debray, con el propósito de dar a conocer documentos inéditos que contribuyan a borrar o, al menos, expliquen las actuaciones que han empañado su figura en los últimos años.
Las fundaciones Lucum y Zagatka provocaron el autoexilio del padre del Rey
Precisamente fue la existencia de las fundaciones Lucum y Zagatka las que socavaron la imagen pública del rey Juan Carlos cuando en marzo de 2020, se tuvo conocimiento de ellas. A la primera, el padre del Rey traspasó un regalo de 60 millones de euros del rey de Arabia Saudí, que posteriormente donó a su ex amante Corina Larsen, y con la segunda vehiculó las donaciones con las que su pariente Álvaro de Orleans se hacía cargo de los costes de los aviones privados que el rey Juan Carlos utilizó durante años. Las investigaciones sobre estas dos fundaciones derivaron en los expedientes fiscales que se abrieron al rey Juan Carlos y provocaron que Felipe VI retirara la asignación a su padre y renunciara a la posible herencia que le correspondiera de los fondos de esas fundaciones. La consecuencia fue una caída en picado de la figura del rey Juan Carlos y su decisión de abandonar España en 2020. Lo que iba a ser un viaje de ida y vuelta, se ha prolongado hasta el momento con la decisión del padre del Rey de establecer su residencia permanente y, por lo tanto, fiscal en Abu Dabi.
La Fundación Sumer comenzó a gestarse, precisamente, una vez cerrados los procesos judiciales abiertos en España por irregularidades económicas y su objetivo principal es contrarrestar el daño que las fundaciones anteriores causaron en la imagen del rey Juan Carlos. Aleccionado por personas que, en los últimos años, le han convencido de la necesidad de reivindicarse, es cierto que el padre del Rey ha variado su estrategia de intentar pasar los más desapercibido posible a empeñarse en volver a gozar de la estima y el reconocimiento público.
La noticia de la existencia de la Fundación Sumer, sin embargo, no ha sido bien recibida por la Zarzuela que, si bien, tenía conocimiento de diversas acciones del rey Juan Carlos tendentes a poner de relieve sus aciertos institucionales, pero conscientes de la confusión que puede generar el desconocimiento o la falsa interpretación de sus fines, hubieran preferido una mayor discreción y que sea la historia quien juzgue el legado de Juan Carlos I.
El rey Juan Carlos, en una foto tomada en julio el club náutico de Sanxenxo, donde tiene previsto volver el próximo 25 de septiembre.
El rey Juan Carlos que en los últimos días ha estado en Madrid para asistir al funeral por su sobrino Juan Gómez-Acebo y, también, para verse con alguna de sus amistades, tiene intención de volver a Sanxenxo el próximo 25 de septiembre a fin de participar, primero, en las regatas de la Copa Juan Carlos I y, posteriormente, en el Campeonato del Mundo de la clase 6M, prolongando su estancia hasta el 8 de octubre.