Sánchez e Illa tratan de aplacar ánimos en el PSOE por la financiación catalana

El inicio del curso político

Los líderes críticos con el pacto con ERC expresarán sus recelos en el comité federal que se celebra hoy

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Pedro Sánchez y Salvador Illa, junto a la alcaldesa de Sant Boi, Lluïsa Moret, en un acto de la pasada campaña electoral catalana. 

Llibert Teixidó / Propias

Por vez primera catorce años –desde los tiempos de los mandatos de José Luis Rodríguez Zapatero y José Montilla–, el presidente del Gobierno y el president de la Generalitat, ambos de nuevo socialistas, intervendrán este sábado en el comité federal del PSOE, el máximo órgano de decisión del partido entre congresos.

El líder del PSC, Salvador Illa, regresará hoy al cónclave de Ferraz ya investido el pasado agosto como presidente de Catalunya. Y el líder del PSOE, Pedro Sánchez –ambos perfectamente alineados–, volverá a protagonizar el comité federal con su análisis político, tras su ausencia en la última cita del pasado 27 de abril, que se transformó en un clamor para que no abandonara la presidencia del Gobierno, en pleno período de reflexión abierto tras incoarse una investigación judicial contra su mujer, Begoña Gómez.

La buena relación del líder del PSC con los barones más críticos puede aliviar tensiones y serenar el debate

La reunión del comité federal tiene por objeto formalizar la convocatoria del próximo congreso federal del PSOE, que se celebrará en Sevilla –del 29 de noviembre al 1 de diciembre– y en el que Sánchez ya confirmó el pasado lunes que optará a revalidar el cargo de secretario general por otros cuatro años. El liderazgo de Sánchez, superados aquellos cinco días de vértigo de abril, sigue siendo indubitado en el PSOE. Pero el próximo congreso federal, a su vez, sí abrirá la puerta a la renovación de algunos liderazgos territoriales en el partido, en los congresos autonómicos y locales que se celebrarán en cascada a continuación. Y los tambores de la pugna interna ya se escuchan, muy nítidos, en algunas federaciones.

Pero, más allá de los siempre agrios pulsos por los liderazgos orgánicos en el PSOE, el comité federal de este sábado se verá monopolizado por el debate sobre el acuerdo suscrito entre el PSC y Esquerra Republicana para articular una “financiación singular” en Catalunya, que despejó la investidura de Illa como president.

También José Montilla hubo de batirse el cobre en su época con algunos barones del PSOE, ante sus resistencias para asumir un proyecto federalista para España y por las discrepancias ante la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut. Y ya antes, el choque de Pasqual Maragall con los notables territoriales del PSOE por su concepción del federalismo asimétrico, según rememoran los más antiguos del lugar, le provocó hasta un infarto de miocardio al entonces presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, en el 2005.

Los más críticos con la financiación singular para Catalunya: García-Page y Lambán

En esta ocasión, la financiación singular para Catalunya acordada por Illa y avalada por Sánchez abrió el pasado julio una fuerte controversia política entre buena parte de los líderes territoriales del PSOE, alentada además por el Partido Popular, cuando se desveló el acuerdo con ERC. “Hasta aquí”, advirtió el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, el único del PSOE que gobierna con mayoría absoluta en toda España. “Inadmisible”, advirtió el líder socialista de Aragón, Javier Lambán, que denunció “una quiebra brutal de la igualdad entre todos los españoles”.

A la férrea oposición de los dos líderes territoriales socialistas más críticos con Sánchez –Page y Lambán– se sumaron, ante lo que interpretan como una suerte de concierto económico catalán que mermaría la solidaridad, los serios recelos del presidente de Asturias, Adrián Barbón, y otros secretarios generales del PSOE, como el extremeño Miguel Ángel Gallardo, el madrileño Juan Lobato o el líder de Castilla y León, Luis Tudanca. Todos ellos –salvo Barbón, que hoy no asiste a la cita de Ferraz debido a la celebración del Día de Asturias– tienen previsto fijar su posición, y sus propuestas, ante el comité federal.

En la dirección del PSOE, no obstante, confían en que la sangre no llegue al río. Las explicaciones públicas y privadas trasladadas por Sánchez y por el propio Illa, aseguran que ayudaron a rebajar notablemente las tensiones, pese a que sigan latentes o explícitas en algunas federaciones. El pasado miércoles, en su discurso de apertura del curso político, el presidente del Gobierno comprometió más recursos para todas las comunidades en una reforma del sistema de financiación autonómica, y duplicar el fondo de compensación interterritorial que garantiza la solidaridad.

La buena relación que Illa mantiene “de siempre” con algunos de los dirigentes más críticos –como Lambán– también puede ayudar, afirman en algunas federaciones, a “suavizar” este debate y serenarlo. Hoy se verá si con éxito.

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