Inasequible al desaliento y decidido a agotar la legislatura pese a todas las incertidumbres que atenazan su mandato, Pedro Sánchez refuerza notablemente el perfil político de su Gobierno con el ascenso de su hasta ahora mano derecha y jefe de gabinete en la Moncloa. El veterano dirigente y estratega socialista Óscar López, curtido en mil batallas del PSOE a las órdenes de José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba y el propio Pedro Sánchez, es el nuevo ministro de Transformación Digital y Función Pública en sustitución del técnico José Luis Escrivá, nuevo gobernador del Banco de España.
Sánchez inicia el curso político así con un nuevo reajuste relámpago en el Consejo de Ministros que conformó hace apenas diez meses: tras la remodelación acometida el pasado diciembre con la marcha de Nadia Calviño a la presidencia del Banco Europeo de Inversiones –que ascendió a María Jesús Montero a la vicepresidencia primera e incorporó a Carlos Cuerpo como ministro de Economía–, la inapelable decisión de que Escrivá tome las riendas del Banco de España, pese a la férrea oposición del Partido Popular, llevó al presidente del Gobierno a designar como relevo en el Ejecutivo a su hasta ahora hombre de máxima confianza como jefe de gabinete en la Moncloa.
Sánchez resalta la “capacidad política” de López y el “papel clave” como su mano derecha en la Moncloa
A su vez, Diego Rubio, hasta ahora secretario general de Políticas Públicas, Asuntos Europeos y Prospectiva Estratégica en la Moncloa, será el nuevo jefe de gabinete de Sánchez en sustitución de Óscar López. Y queda aún pendiente, probablemente para el mes de noviembre, la salida del Gobierno de la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, y su sustitución al frente de la cartera de Transición Ecológica, una vez se conforme el nuevo colegio de comisarios de la Unión Europea.
Tras respetar el procedimiento legal de que Cuerpo informara previamente a la comisión de Economía del Congreso de la designación de Escrivá como gobernador del Banco de España, el propio Sánchez anunció la remodelación gubernamental al Rey y posteriormente compareció en la Moncloa para confirmar los nombramientos.
Tras glosar las virtudes de Escrivá para tomar las riendas del regulador bancario, pese a la frontal oposición del PP, el presidente resaltó “la capacidad política y el compromiso con el país” de López, al que recordó que conoce hace mucho tiempo. Tras conocerse como asesores en el Parlamento Europeo, Sánchez y López, de hecho, formaron junto a Antonio Hernando un sólido trío de amigos en el equipo de José Blanco en la dirección del PSOE en el 2000, si bien luego las pugnas internas sufridas en el partido acabaron por distanciarles. Hoy, no obstante, los tres volvían a remar juntos desde la Moncloa, aparcadas las antiguas desavenencias orgánicas.
Tras una larga trayectoria política, Sánchez resaltó del currículo de López que “ha jugado un papel clave en la gestión pública como director del gabinete de la presidencia del Gobierno”, cargo en el que sustituyó a Iván Redondo en julio del 2021. “Conoce perfectamente la administración pública a todos los niveles y tiene una dilatada experiencia colaborando con el sector privado, por lo que estoy convencido de que será un ministro clave y ejemplar que sabrá servir con eficacia, honradez y entrega a todos los españoles”, destacó el presidente.
Nacido en Madrid, en 1973, Óscar López fue secretario general del PSOE de Castilla y León, secretario de organización de Ferraz con Rubalcaba y portavoz del grupo socialista en el Senado. Tras alejarse de Sánchez en las primarias del 2017, en las que se integró en la candidatura de Patxi López, el ya presidente lo situó como presidente de Paradores en el 2018. Y después de tres años como jefe de gabinete de Sánchez, ahora llega a la cúspide de su ya larga trayectoria política.
“El Gobierno inicia este curso con las pilas cargadas. Donde antes hubo corrupción hoy hay limpieza, donde hubo crisis territorial hoy hay cohesión y unión, y donde antes hubo crisis económica, desempleo, recortes y precariedad, hoy hay crecimiento, empleo, dignidad laboral y salarial”, zanjó Sánchez.