El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha cumplido su palabra y ha aparecido este jueves en Barcelona coincidiendo con el debate de investidura de Salvador Illa, 2.475 días después de abandonar España para sustraerse de la justicia española tras la declaración de independencia del 27 de octubre del 2017, aunque ha desaparecido poco después y de momento no está detenido y los Mossos d'Esquadra no saben dónde se encuentra.
Se les ha escapado, reconocen fuentes policiales, que aseguran que no hay negociaciones ni pacto. Los Mossos han activado el operativo Jaula para cerrar las salidas de Barcelona con el objetivo de arrestar al líder de Junts.
El expresident ha aparecido en la calle Trafalgar de la capital catalana -venía desde el passatge de Sant Benet, acompañado del secretario general de Junts, Jordi Turull- minutos antes de las nueve de la mañana, desde donde se ha dirigido escoltado por los líderes de Junts hasta el cercano Arc de Triomf, en el paseo Lluís Companys, donde ha pronunciado un breve y emotivo discurso a los miles de ciudadanos que le han querido recibir, unas 3.500 personas según la Guardia Urbana.
Carles Puigdemont reaparece en el Arc de Triomf de Barcelona ante miles de seguidores
Su pretensión era acudir como diputado de Junts a la investidura de Illa prevista para hoy y para ello ha empezado una marcha de unos cuantos seguidores y militantes y dirigentes de Junts hacia el Parlament escoltándolo, aunque Puigdemont ha desaparecido de este grupo y no se le ha vsto más.
Sin embargo, sí se ha visto entrar en la Cámara a personas del entorno del expresident como su abogado Gonzalo Boye, o su amigo el empresario gerundense Jami Matamala, el jefe de su oficina, Josep Lluís Alay, o Jordi Cabré. Asimismo, el presidente del Parlament, Josep Rull, ha dado comienzo al pleno de investidura de Illa puntualmente sin suspenderlo en ausencia del expresident,tras los cual el candidato ha tomado la palabra para reclamado la aplicación inmediata de la ley de Amnistía.
Gonzalo Boye y Jami Matamala en el recinto del Parlament
Antes de su sorpresiva desaparición, Puigdemont, desde un escenario preparado previamente, ha advertido que ha vuelto "para recordarles que todavía estamos aquí. Y todavía estamos aquí porque no tenemos derecho a renunciar” en alusión a la independencia.
En su intervención ante miles de seguidores, Puigdemont ha denunciado que “hace siete años que nos persiguen por querer escuchar la voz del pueblo de Catalunya. Hace siete años que iniciaron una durísima represión que nos ha llevado a la cárcel y al exilio, que ha afectado a la vida de miles y miles de personas por el hecho de ser independentistas, a veces solo por el hecho de hablar catalán, y han convertido el hecho de ser catalán en una cosa sospechosa”.
En estos siete años, ha proseguido, “la represión ha hecho muchos estragos y los continuará haciendo mientras no se detenga la politización de la justicia, mientras cuatro jueces manden más que un Parlamento, mientras se permita al PP controlar la Sala Segunda del Tribunal Supremo por la puerta de atrás y mientras se permita que Vox ejerza de acusación popular para perseguir a disidentes”.
“Pero a pesar de sus esfuerzos, a pesar de que nos han querido hacer mucho daño, pese a que les hemos visto su cara de represores, hoy he venido aquí para recordarles que aún estamos aquí, porque no tenemos derecho a renunciar”, ha afirmado, en una aparente referencia al “ja sóc aquí” de Josep Tarradellas en su retorno del exilio en 1977.
Según Puigdemont, “el derecho a la autodeterminación pertenece a los pueblos”, por lo que “nadie desde la política tiene derecho a renunciar a un derecho que es colectivo”.
“Hoy muchos piensan festejar que yo sea detenido y pensarán que el escarnio nos disuadirá, que por escarmentar vale la pena incumplir incluso una ley aprobada por su Parlamento. Pero se equivocan. Y en su error arrastrarán una vez más la credibilidad de la democracia española, aunque sabemos que esto les importa muy poco”, ha lamentado.
Según Puigdemont, “ni es, ni era, ni será nunca un delito hacer un referéndum y obedecer el mandato del Parlamento de Catalunya”, en alusión al 1-O. “De aquella victoria, surgió una represión feroz, que ha ido interfiriendo en nuestras vidas y en nuestras instituciones”, ha recalcado Puigdemont, que ha señalado que la ley de Amnistía debía servir para “devolver a la política lo que nunca debería haberse ido de la política, pero a unos cuantos señores del Supremo esto no les gusta ni les conviene”. Puigdemont ha señalado que “en un país donde las amnistías no amnistían no nos interesa estar” porque, según ha dicho, este país “tiene un problema de raíz democrática”.
El expresident ha reconocido el riesgo de su detención y, de hecho, ha admitido que no sabe cuándo se volverá a reecontrar con sus fieles: “Hoy algunos celebrarán que sea detenido y pensarán que el escarnio nos disuadirá. Se equivocan, no nos dejaremos confundir”. “No sé cuándo nos volveremos a ver, pero pase lo que pase, que podamos volver a gritar juntos 'visca Catalunya lliure'”, ha concluido.
Puigdemont se dirige a sus seguidores desde el Arc de Triomf
El expresident ha reconocido el riesgo de su detención y, de hecho, ha admitido que no sabe cuándo se volverá a reecontrar con sus fieles: “Hoy algunos celebrarán que sea detenido y pensarán que el escarnio nos disuadirá. Se equivocan, no nos dejaremos confundir”. “No sé cuándo nos volveremos a ver, pero pase lo que pase, que podamos volver a gritar juntos 'visca Catalunya lliure'”, ha concluido.
El líder de Junts anunció ayer el inicio de su regreso a Catalunya con el objetivo de “confrontar” el “desafío” de los jueces del Tribunal Supremo que se niegan a aplicarle la ley de Amnistía.
Sobre Puigdemont pesa una orden de detención nacional emitida por el juez instructor del procés, Pablo Llarena, por lo que debía se detenido así que pisara territorio español, después de que el propio magistrado rechazara aplicarle la ley de Amnistía al delito de malversación de caudales públicos que le atribuye.
Su partido le había preparado un recibimiento institucional en el Arc de Triomf de Barcelona, cerca del Parlament, al que se han adherido otras entidades y partidos independentistas como la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium Cultural, el Consell per la República, la Associació de Municipis per la Independència (AMI) o la CUP y ERC.
La convocatoria era en el Arc de Triomf a las nueve de la mañana, aunque desde antes de las 8 ha empezado a concentrarse seguidores y formaciones políticas.
