Los nuevos veinte vocales son incapaces de llegar a un primer acuerdo que no es otro que designar a su presidente, que también lo será del Tribunal Supremo. Hasta que no logren ese nombramiento, el órgano de los jueces no puede arrancar porque es labor del presidente nombrar al vicepresidente y la formación de las comisiones.
Los dos bloques, conservador y progresista, han iniciado su andadura mostrando su dificultad para llegar a acuerdos. Cada uno tiene un candidato y ningún vocal se aviene a cambiar de criterio. Tras el acuerdo entre PSOE y PP, hay dos bloques de diez vocales claramente identificados. Los progresistas apuestan por la magistrada Pilar Teso mientras que los conservador apoyan a Pablo Lucas. Para que salga alguno de los dos tiene que tener el apoyo de tres quintos de los vocales, es decir de 12.
Este era el tercer intento para lograr un acuerdo. Después de que la semana pasada no saliera adelante la elección del presidente, el pleno del CGPJ se volvió a reunir hoy con los siete candidatos iniciales.
En la sesión de hoy se ha producido una única votación, en la que según las normas establecidas no ha decaído ningún candidato, después de la cual los vocales han decidido mantener abiertos los canales de comunicación durante las próximas semanas con el fin de conseguir un acuerdo sobre la persona que ejercerá la presidencia del alto tribunal y del CGPJ.
Se han convocado para el próximo 19 de agosto para, “con carácter excepcional y por razones de urgencia, adoptar acuerdos respecto de actos reglados y de aquellos otros que tengan un plazo perentorio y preclusivo”, como es el nombramiento de su presidente.
En riesgo la apertura del año judicial
Nunca antes se había dado un bloqueo para nombrar a un presidente del Consejo. Después de más de cinco años que la institución ha estado sin renovar por la falta de acuerdo entre el PP y PSOE, los vocales recién elegidos mantienen la senda del bloqueo.
Los progresistas defienden que después de diez presidentes hombres desde la creación del órgano de los jueces en 1980, toca que sea una mujer quien presida la institución cuando actualmente representan el 57,3% de la carrera judicial. Este bloque considera que además de la excelencia y la antigüedad hay que acabar con el techo de cristal que supone que todavía una mujer no haya alcanzado la presidencia del CGPJ y del Tribunal Supremo.
Durante estos quince días que se han tomado los vocales de tiempo para seguir las negociaciones antes de volver al pleno, se podrá barajar la opción de otra candidata que no sea Teso pero sí mujer. De hecho, los conservadores han presentado a varias candidatas mujeres como Carmen Lamela o Esperanza Córdoba, también magistradas del Supremo.
Lo que los vocales deben tener en cuenta es que el próximo 5 de septiembre se celebra la apertura del año judicial con la presencia del rey Felipe VI, quien lleva cuatro años escuchando el malestar del poder judicial por el bloqueo instalado por las formaciones políticas. Si no hay acuerdo, deberá acudir junto al monarca el presidente del Supremo en funciones, Francisco Marín Castán, quien deberá dar la cara por el conjunto de la carrera judicial.