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La OTAN nombra a un diplomático español representante especial para el flanco sur

Moncloa conoce la elección

Stoltenberg apuesta por Javier Colomina para un cargo de nueva creación que también ambicionaba Italia

Javier Colomina, junto con el secretario general de la OTAN, Jens Stolteberg, en una foto de archivo.

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El diplomático español Javier Colomina será el representante especial de la OTAN para el flanco sur. El secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, ha tomado ya la decisión, que será anunciada la próxima semana, de acuerdo con fuentes diplomáticas consultadas por La Vanguardia. El Gobierno de Pedro Sánchez conoce ya este nombramiento, según confirman fuentes del Ejecutivo. Aunque el Gobierno italiano había apostado fuerte por hacerse con este cargo, el secretario general aliado ha respaldado la candidatura del diplomático español. 

Colomina, subsecretario general adjunto de Asuntos Políticos y Política de Seguridad de la OTAN desde el 2021, cargo que compaginará con sus nuevas responsabilidades, es una persona de máxima confianza de Stoltenberg. Con anterioridad, el diplomático español había sido representante permanente adjunto de la delegación española en la OTAN.

Durante la cumbre del 75.º aniversario de la OTAN celebrada la semana pasada en Washington, los líderes aliados adoptaron un nuevo plan de acción estratégico para la región y acordaron nombrar a un enviado especial para su flanco sur que coordine las relaciones con el norte de África y Oriente Medio, ante posibles amenazas como las redes de tráfico de migrantes o el terrorismo. Su cometido, de acuerdo con la declaración de la cumbre, será actuar “como punto focal y coordinará los esfuerzos de la OTAN en la región”. La presión de España e Italia está detrás de la decisión de la Alianza Atlántica de mirar más a su flanco sur y aplicar una visión ”360 grados“ ante posibles amenazas, poniendo de relieve que los riesgos para la seguridad de los aliados, incluida la amenaza rusa propiamente dicha, no es exclusiva del flanco este.

La decisión de Stoltenberg no ha caído bien en Roma, según se deduce de la carta que el embajador de Italia ante la organización militar, Marco Peronati, le ha enviado esta semana, que se declara ”sorprendido y decepcionado“ por la decisión, de acuerdo con el texto de la misiva publicada por el diario Il Foglio. “Para ser eficaz, la política de la OTAN en el sur necesita un enfoque renovado, no un 'rebranding'“, defiende el diplomático italiano, que se hace eco así del malestar del Gobierno de Giorgia Meloni por no haberse podido hacer con el anhelado cargo. Para Italia, apuntan fuentes diplomáticas”, el resultado es “un fiasco” absoluto. Un triunfo diplomático en la OTAN habría compensando en cierto modo su mala racha en la escena europea, donde Meloni ha optado por la confrontación sobre los nombramientos de la nueva cúpula europea y por no sumarse, como se ha visto esta semana en Estrasburgo, a la mayoría detrás de la reelección de Ursula von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea. 

El nombramiento supone un jarro de agua fría para el Gobierno italiano de Giorgia Meloni -informa Anna Buj-, que en los últimos meses ha concentrado gran parte de su atención en África dentro de su plan para controlar la inmigración irregular y desarrollar las importaciones energéticas en el continente, uno de los ejes en los que centró la cumbre de líderes del G-7 el pasado junio en Apulia. Meloni deseaba que Roma se asegurara este puesto y, la semana pasada, en la cumbre de la OTAN en Washington, propuso al menos tres nombres para el cargo. Según ha podido confirmar este diario, la noticia de que al final va a parar a Madrid no ha sido bien recibida en el Ejecutivo italiano, que ya ha mandado a delegados en Bruselas a protestar formalmente ante la Alianza Atlántica porque considera que se trata de una decisión estratégica que ha sido tomada al final del mandato de Stoltenberg y sin haberla consultado como es debido ante los aliados.