Pasado el periodo de febrero a mayo, en el que las llegadas irregulares al archipiélago canario se suelen frenar debido a las inclemencias meteorológicas y la mala mar, la ruta canaria se ha vuelto a activar durante la primera quincena de junio, lo que augura un año en el que se pueden volver a batir los récords de entradas a las islas. En el 2024, según el último balance del Ministerio del Interior, han llegado a las islas 17.117 personas, un 259% más que el año pasado. Las estadísticas de Frontex reflejan que esta ruta es la vía de entrada a Europa más al alza.
El director de Emergencias de Cruz Roja, Iñigo Vila, encuadra los últimos repuntes de llegadas a las islas en lo que denomina “ventanas de buen tiempo”. Periodos cortos en los que coincide el buen tiempo con un mar en calma que son aprovechados por las organizaciones que trafican con seres humanos para lanzar embarcaciones al mar. De ahí que durante los primeros quince días de junio se hayan vivido jornadas en las que en un solo día han arribado casi 1.000 personas a El Hierro, que sigue siendo la isla que soporta más desembarcos. Sin embargo, Vila advierte que aún no estamos en los meses más proclives a la navegación. Eso comenzará en septiembre.
El Hierro
Se consolida como la puerta de atrás europea al recibir la mayoría de los cayucos
El origen de la mayoría de los cayucos que alcanzan alguna isla del archipiélago sigue siendo Senegal. Pese a los esfuerzos realizados por el Gobierno de Pedro Sánchez con las autoridades senegalesas en materia de ayuda al desarrollo y colaboración policial, las salidas de las infinitas costas senegalesas no se consiguen taponar. La crisis política en el país del África Occidental –sumada al pacto entre España y Marruecos para el control de las fronteras– ha consolidado la redirección del éxodo africano y ha convertido El Hierro en la puerta de atrás de Europa.
La ruta rumbo a Italia –con Lampedusa como dramático signo de la inmigración irregular– ha descendido un 58% en los primeros meses del año, al igual que la entrada por los Balcanes, que cae un 70%. En el lado opuesto, las llegadas a las islas griegas se han incrementado un 103%. Pero sin duda, los datos más desorbitados los recoge la vía canaria, al aumentar un 303% el número de llegadas irregulares. Todo según datos de Frontex, la agencia europea de la guardia de fronteras y costas.
Vila, que sigue muy de cerca el fenómeno migratorio, explica que el perfil del migrante sigue siendo el mismo: varón joven. Pese a llegadas puntuales de mujeres, Cruz Roja no se ha visto obligada a alterar sus protocolos de actuación por un cambio de tendencia. Según los datos que maneja la oenegé, el 70% son subsaharianos, y el 30%, magrebíes. No obstante, fuentes policiales han detectado un aumento, en las últimas semanas, de las personas con nacionalidad pakistaní que están llegado a Canarias. Desde Cruz Roja matizan que las personas asiáticas no representan, por ahora, más del 1%.
El Gobierno canario, que también prevé una nueva oleada migratoria en los próximos meses, sigue poniendo la atención, sobre todo, en los menores extranjeros no acompañados. Actualmente Canarias cuenta con más de 5.000 jóvenes en su sistema de acogida, que no están siendo derivados al resto de las comunidades autónomas al ritmo esperado. Por ahora, el reparto sigue siendo voluntario, pese a que el Ejecutivo central y el autonómico han cerrado un acuerdo para convertirlo en obligatorio. Las comunidades gobernadas por el Partido Popular –en algunos casos, junto a Vox– ya han mostrado sus reticencias. La aprobación del nuevo sistema, según fuentes ministeriales, coincidirá con casi toda probabilidad con el auge de las llegadas a Canarias a finales de verano o principios de otoño. Desde la extrema derecha ya avisan de que darán esta batalla para que las regiones en las que gobiernan no acojan a menores extranjeros procedentes de Canarias, Ceuta o Melilla.
En las ciudades autónomas también se han incrementado los saltos a las vallas fronterizas. Las entradas irregulares por vía terrestre a Ceuta y Melilla han aumentado un 143%. En ambas ciudades han entrado 1.072 migrantes este 2024.
No obstante, se trata de cifras muy residuales. Por ejemplo, en marzo del 2022, cuando las relaciones con Rabat estaban congeladas a cuenta de la crisis con Brahim Gali, 2.500 personas trataron de acceder a Melilla en un salto masivo. Desde Interior defienden que Marruecos sigue siendo el socio “fiable” y “estratégico clave” para luchar contra el fenómeno migratorio.