Jorge Buxadé cita a La Vanguardia en Boadilla del Monte, donde, reconoce, la inmigración, la principal fijación de su ideario político, no supone ningún problema. El candidato de Vox aspira a que la variopinta ultraderecha europea se una e influya en Bruselas.
Aliança Catalana
“Representa la xenofobia clásica: hablan de negros y odian a España”
¿Qué le parece que la fundación FAES acuse a Vox de corromper el conservadurismo?
FAES está fuera de juego desde hace años. El PP es incapaz de hacer lo que nosotros organizamos en Vistalegre, reunir a los principales líderes conservadores de América y Europa. No sabemos quiénes son los socios de Alberto Núñez Feijóo: Ursula von der Leyen es más amiga de Pedro Sánchez que del líder popular. El PP está muy nervioso y desesperado si utiliza los mismos términos que la izquierda con ese ataque injustificado.
¿Entonces no hay pinza sobre el PP entre el PSOE y Vox?
Eso es un invento de Génova. No se lo cree nadie. Acabamos de ponerle una querella a Sánchez y estamos personados en las causas de Begoña Gómez y Salvador Illa. El PP, no.
¿No son más beligerantes con el PP que con el PSOE?
Somos muy beligerantes con Sánchez, le hemos presentado dos mociones de censura. Santiago Abascal lo ha llamado autócrata, yo mismo le dije narcisista, manipulador, mentiroso y antiespañol en la Eurocámara.
Vox ha crecido en Catalunya a pesar del auge del PP y de rivalizar con Aliança Catalana...
Aliança Catalana es muy separatista. Representa el odio a España, que se manifiesta en el odio hacia el inmigrante; tienen un discurso distinto: nosotros no hablamos de negros, ellos sí.
Pero coinciden en el ideario antiinmigración.
Inmigración ilegal. Sí, coincidimos en el rechazo, en la defensa de las fronteras. Pero ellos representan la xenofobia clásica: consideran extranjero tanto al argelino como al de Cádiz.
Aun así, Vox prefiere la inmigración cristiana a la de origen musulmán.
Es evidente, sí. Es de sentido común: nosotros tenemos amor a lo nuestro, Catalunya, España, Europa, no odio al de fuera. Los elementos comunes son el modo de ver cristiano: por ejemplo, la igualdad entre hombre y mujer es innegociable. Los que vienen de Perú o Colombia no ponen en duda eso, el que viene de Marruecos, de Siria...
No necesariamente, no todos son extremistas.
Hay que conocer el mundo musulmán, que está en proceso de radicalización con el yihadismo y el integrismo islámico. El que venga a trabajar, ningún problema: a recoger la fresa, como antes, y volver a Marruecos cuando acaba la temporada. El problema es el que viene con ideas que no son de nuestra cultura.
¿No cree en la integración? ¿El islam es incompatible con la democracia?
Dígame un país musulmán con democracia.
Turquía.
Turquía no es una democracia. No hay ni una sola democracia. Pudo haberla en Irán antes de los ayatolás, pero en la guerra civil que vive el islam están ganando las posiciones radicales.
¿No supone eso criminalizar a un colectivo minoritario?
¿El islam es minoritario en Catalunya? Hay mezquitas ilegales por todos lados... Nuestra posición es inmigración ilegal, no. Inmigración masiva, deportaciones masivas.
Hablemos del reconocimiento del Estado palestino...
El tema de Israel-Palestina no puede ser tratado de la misma manera después del 7 de octubre, que fue la mayor matanza de una organización terrorista en un Estado democrático. Hamas controla la franja de Gaza. ¿Dónde está el Estado palestino? Es una barbaridad. Las consecuencias pueden ser gravísimas para España.
¿Cuál es la solución?
La entrega de los rehenes y continuar el proceso con un interlocutor que no sea terrorista.
Unidad de acción
“Lo importante es la alianza política, la creación de un gran grupo es difícil”
En el mitin de Vistalegre participó un ministro israelí...
Nuestras relaciones con el Likud son muy buenas. No tenemos ningún reproche: si una organización terrorista ataca a tu población, tienes el legítimo derecho a la defensa y a entrar en Gaza hasta que no quede ni un solo terrorista.
Y en cuanto a Ucrania, ¿cómo han encajado tras la invasión rusa compartir grupo con admiradores de Vladímir Putin?
Desde el primer día hemos tenido una reacción de condena de la agresión de Rusia. Con Matteo Salvini no tenemos ninguna alianza política, con Giorgia Meloni, sí. Y Marine Le Pen no ha tenido ni una sola manifestación a favor de Putin.
Pero antes de la guerra sí...
En Madrid, hizo un discurso que firmaría el 90% de los votantes de Vox.
¿Qué le parece su llamamiento a la unidad de la ultraderecha en Europa?
Nosotros también hacemos un llamamiento a la unidad de los partidos patriotas, conservadores, identitarios de toda Europa. Pero puede ser en un grupo o en dos con una alianza política, porque la creación de un gran grupo es muy difícil. Vox ejerce de pegamento de todos estos partidos, menos de Alternativa para Alemania, que está fuera de la ecuación, tiene que madurar. El enemigo de todos es el globalismo socialista planificador, la Agenda 2030. Vamos a hacernos fuertes en lo que nos une y no hablemos de lo otro.
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