Junts no pactará con la formación Aliança Catalana, el partido que lidera la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, en la próxima legislatura si esa organización obtiene representación parlamentaria. Así lo ha asegurado este lunes el expresident Carles Puigdemont, candidato de la formación posconvergente en los comicios del 12 de mayo, en una entrevista con el programa Més 324 de la televisión pública catalana.
"Yo no negociaré nunca con ninguna formación de derecha extrema o extrema derecha", ha destacado el dirigente independentista cuando se le ha preguntado al respecto. Asimismo, ha acusado al resto de formaciones de hablar de ese partido que ahora no tiene representación parlamentaria para debilitar a Junts.
"Hablamos [de Aliança Catalana] por encima de nuestras posibilidades. Ha habido interés en inflar eso", se queja el expresidente catalán, que compara esa estrategia que en las filas posconvergentes atribuyen sobre todo a Esquerra con la que siguió François Mitterrand con el Frente Nacional de Jean Marie Le Pen cuando la formación ultra era extraparlamentaria, con el objeto de debilitar a Jacques Chirac. "No participaré en esa estrategia que ya intentó Mitterrand, que fue desastrosa: Para debilitar a su rival, a la derecha gaullista de Chirac, dio alas a una fenómeno extraparlamentario como era el Frente Nacional de Le Pen y mire donde está hoy el Partido Socialista y donde está el Frente Nacional".
Sobre ese tema, Puigdemont también ha recordado que en la anterior contienda electoral el PDECat se presentó por su cuenta y sumó 77.000 votos que no se transformaron en representación parlamentaria, en alusión al hecho de que se habla de otras fuerzas políticas que podrían restar votos a JxCat.
El expresidente catalán, además, ha reiterado su intención de "recomponer" la unidad entre las fuerzas soberanistas y ha asegurado que si tiene "la posibilidad de liderar un Govern" a la primera persona a la que llamará es al president Pere Aragonès para intentar formar un ejecutivo. "Creo que tenemos que ir juntos en la etapa que viene en Catalunya", ha remarcado Puigdemont, que considera que "la nación se la juega" en los próximos años.
El dirigente posconvergente, que ha sido entrevistado en la sede de Perpiñán de TV3, ha admitido que la estrategia entre Junts y ERC hasta ahora era distinta. Con todo, considera que el escenario puede cambiar tras las elecciones del 12 de mayo. "Puede haber una cosa en estas elecciones que nos ayude a salir del entuerto, que se rompa un empate técnico que ha existido muchos años en el independentismo y que quizá nos ha neutralizado", ha referido Puigdemont, que añade que "hay comunes denominadores" entre los dos exsocios del Govern. "Más de los que nos imaginamos y queremos reconocer", ha apostillado. "No nos podemos perder en batallitas partidistas cuando se la juega la nación", ha concluido.
En otro orden de cosas, ante la posibilidad de que el PSC pacte con el PP y los comunes, con una fórmula similar a la del Ayuntamiento de Barcelona, con la que se privó a Xavier Trias de la alcaldía de la capital catalana, el líder de JxCat ha reiterado que eso tendría consecuencias en la legislatura española.
Sobre las dudas que levanta ERC sobre su retorno, Puigdemont ha reiterado que volverá para el debate de investidura y ha sostenido que entre la situación del 2018, cuando también se había prometido su retorno, y ahora la gran diferencia es la ley de Amnistía, con la que podrá volver a Catalunya, subraya, aunque haya riesgo de ser detenido.