Amnistía por convicción

The Situation Room

Amnistía por convicción

Empecemos por el principio, que no por la actualidad, para corregir lo fundamental. Un mes después del no de Junts a la amnistía en el Congreso se está en una peor situación y con el expresident Carles Puigdemont siendo investigado por terrorismo por el Tribunal Supremo. No se trata, por tanto, ya de la ley de Amnistía en sí, que es una apuesta por la convivencia, sino de la gestión de los tiempos, de la falta de confianza entre las partes y de los accidentes verbales que ha habido que terminan por consolidar la imagen de debilidad de la mayoría periférica y transversal de la legislatura.

Las partes negociadoras, también Junts, olvidaron el alto voltaje de una operación política que no cuenta, de momento, más que con el apoyo de uno de cada tres ciudadanos, aunque no esté entre las principales preocupaciones del CIS. La amnistía no es un factor movilizador todavía y ni el Gobierno ni ninguno de sus socios van sobrados de capital político. Y, claro, pues la derecha institucional aprovecha este flanco débil. Quiere provocar el colapso de la legislatura y constatar la falta de un proyecto sobre las reformas que necesita este país para no solo dar cabida a la amnistía sino también al reconocimiento de nuestra pluralidad nacional y las necesarias reformas institucionales.

La Comisión de Venecia deja patente que la ley que plantean PSOE y Junts es plenamente europea

No puede ser, por consiguiente, ni amnistía por inmunidad, impunidad o conveniencia, sino únicamente “amnistía por convicción” en la España que queremos, es decir, “Amnistía y artículo 92”, como escribimos después del 23-J (31/07/23). No es tampoco “amnistía por necesidad”. “Necesidad” puede ser lograr una investidura, pero ya han visto que no es lo mismo tener el poder que tener el Gobierno. La amnistía es, al contrario, el instituto que nos recuerda el poder del pueblo, el único que en democracia organiza la convivencia a través del poder legislativo. Por eso, no ayuda al prestigio de la separación de poderes que las investigaciones judiciales sobre terrorismo –y que otros jueces calificaron de desordenes públicos–, discurran en paralelo a la actividad legislativa. En democracia, a cada poder siempre lo que le corresponde: el legislativo hace la ley y el judicial hace cumplir esa ley.

Miren, lo que determinará si esta legislatura llega a 2027 serán nuestras convicciones más profundas sobre el futuro. Para mí no hay democracia más fuerte, ni más plena, ni más europea que la que perdona y pasa página. Ésa es la democracia en la que quiero vivir, la que tiene una política de convivencia clara: primero el castigo (155), luego el perdón (los indultos) y después el olvido (la amnistía). Y el borrador del informe consultivo de la Comisión de Venecia refuerza esta visión: “La reconciliación social y política son objetivos legítimos”, dice. Deja patente también que la ley de Amnistía que plantean PSOE y Junts es plenamente europea. Ambas. Y, por extensión, que el PP está defendiendo una posición fuera del marco europeo.

-FOTODELDIA- Latour-Bas-Elne (Francia), 02/03/2024. El expresident de la Generalitat Carles Puigdemont, durante un acto político del Consejo por la Republica, este sábado en Latour-Bas-Elne (Francia).- EFE/David Borrat

Carles Puigdemont este sábado en Latour-Bas-Elne

emilia gutiérrez / archivo

A partir de aquí, es cierto que sería ideal que no fuera por el procedimiento de tramitación “urgente” y también que sería conveniente incluirla en una reforma constitucional. En cualquier caso, fíjense: sea finalmente el terrorismo amnistiable o no, con condena firme o no, aquí hay una pregunta pertinente para el PP tras el “gambito Feijóo” en Galicia: ¿qué delito indultarían tras juzgar a Puigdemont, “desordenes agravados” o “terrorismo”?

La derecha sabe perfectamente que la mayoría gubernamental no tiene incentivos para destruir, de momento, su operabilidad. Esta semana por ello habrá ley de Amnistía. A partir de aquí los comicios catalanes serán el pegamento de esta mayoría tras las europeas y no tanto los presupuestos tras la amnistía. Quizás haya más incentivos entonces para aprobar unos nuevos presupuestos que ahora. Las elecciones catalanas y el próximo Molt Honorable serán la clave de bóveda de la legislatura. Mientras tanto, vikingos en el Capitolio, motosierras en Corrientes, vemos nuevas guerras con viejas armas. En un contexto internacional de futuro terror en el que se da algo tan único como que Sánchez y Feijóo comparten candidata para la presidencia de la Comisión Europea. Con Europa preparándose para un escenario de guerra. La apuesta por la amnistía es justamente salir de esa envolvente y reaccionar ante ese futuro terror. Empezando por el principio, siendo “amnistía por convicción”, abonando la esperanza por un futuro mejor.

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