De la caverna a la fachosfera

Platón formuló el mito de la caverna como una alegoría de lo que suponía la falta de educación en las personas. Encadenados y de espalda al exterior, los prisioneros solo conocían el mundo a través de las sombras que un fuego proyectaba en la pared que les quedaba delante. Así pues, su realidad se veía reducida a un blanco y negro sin matices, sin volúmenes, sin identidades.

Quizá el mito platónico sirvió para llamar a la parte más oscura, menos sensata, menos culta de España. O quizá quien creó ese apelativo pensó simplemente en los tiempos prehistóricos, cuando los primeros humanos vivían en cuevas. En cualquier caso, tiene el mismo sentido. Incluso se habla de la caverna mediática, para referirse a los medios que dejan de hacer periodismo para adoptar actitudes extremas, sobre todo con respecto a la descalificación del rival.

Los insultos y los motes faltones caracterizan el lenguaje de estos discursos extremos

Los insultos y los motes faltones caracterizan el lenguaje de estos discursos extremos, asociados normalmente a la extrema derecha, y más propios de la barra de un bar. Incluso el expresidente Rajoy fue objeto de estos insultos, porque lo consideraban demasiado tibio en algunas decisiones.

Pero el domingo pasado fue Pedro Sánchez quien soltó una expresión más propia de la caverna que del discurso al que nos tienen acostumbrados los socialistas y las izquierdas: fachosfera. En la entrevista de La Vanguardia, era el propio presidente español quien definía esta nueva palabra: “Lo que hace es polarizar, in­sultar, generar una desconfianza con una finalidad clara. La derecha tiene un naufragio de ideas. Están parasitados por la ultra­derecha. ¿Cómo pueden derrocar a un Gobierno legítimo de dos partidos de izquierdas? Creando ruido para desmovilizar al elec­torado y provocar desafección política entre los votantes”.

El neologismo es una palabra formada por composición de facha + esfera, y responde a una nueva tendencia léxica que empezó con machosfera. Esta palabra es, según mi opinión, una versión mejorada del inglés mansphere, y hace referencia a aquellos ámbitos donde el machismo sigue imperando en la esfera pública.

La aparición de fachosfera en esta entrevista aporta una doble información. Por una parte, que el discurso de la izquierda se está contaminando de las descalificaciones propias de la derecha. Y de la otra, mucho más preocupante, que, para meter a todo el fascismo abiertamente manifiesto en España, la caverna ha quedado pequeña; ahora se necesita toda una esfera.