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Feijóo se erige en garante de que Galicia no caiga en una deriva independentista

Elecciones gallegas

El líder del PP acusa a Sánchez del “mayor retroceso democrático” desde la Constitución

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ayer en el acto político

BRAIS LORENZO / EFE

El 18 de febrero, Galicia no solo elige quien presidirá la Xunta, o al menos es lo que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, quiere transmitir a los gallegos, para que no den por hecho que la continuidad del actual Ejecutivo autonómico está garantizado. El PP necesita obtener la mayoría absoluta para seguir gobernando, y aunque ya lo ha logrado en las últimas cuatro elecciones, no es tan fácil.

Por eso, la disyuntiva que plantea el presidente del PP para el 18-F es o Partido Popular o independentismo. El mensaje del líder popular en la segunda jornada de la 26.º interparlamentaria que el PP celebró el fin de semana en Ourense estuvo centrado en esa dicotomía, que será una cuestión central de la precampaña. O partido Popular, es decir, Alfonso Rueda, o independentismo, porque solo la candidata del BNG tiene posibilidades de llegar a la presidencia de la Xunta, en un gobierno multipartito presidido por los nacionalistas, lo que supone, a ojos del PP, que el candidato socialista sea en realidad el del Bloque, que para gobernar debería formar gobierno con el PSOE, con Sumar y con Podemos, si es que estos dos últimos obtienen representación parlamentaria.

El presidente del PP, metido ya en campaña, igual que Pedro Sánchez –quien cerraba a la misma hora en la otra punta de Galicia, en A Coruña, la convención del PSOE–, pidió que los gallegos confíen en su sucesor y presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, “para que Galicia no emprenda el camino hacia ninguna parte”, dijo, en alusión a los socios independentistas del Gobierno español y a la deriva nacionalista que, a su juicio, se hace fuerte en otras comunidades autónomas.

El presidente popular advierte que si pierden la Xunta, los gallegos serán gobernados por el BNG

Para que Rueda pueda repetir el triunfo que Feijóo obtuvo hace cuatro años, cuando logró 42 escaños de los 75 que componen el Parlamento gallego, el presidente del PP pidió el voto a los que le votaron a él en las anteriores elecciones gallegas, a los que le votaron el 23-J en las generales y “a los que votaron a Vox, a los que pidió que apoyen la única alternativa al sanchismo”, ya que el partido de Santiago Abascal, según las encuestas, no obtendrá el 5% de voto exigido para obtener representación. También pidió el voto a quienes apoyaron a los socialistas “y que se han dado cuenta de que les han mentido, de que les han tomado el pelo y de que no están haciendo lo que les dijeron que iban a hacer, sino lo contrario”. Los socialistas gallegos, también según los sondeos, no tienen opciones de quedar en segundo lugar –el primero nadie discute que será para el PP–, con lo que el nuevo ejecutivo, si no es del PP, no será socialista sino nacionalista, del BNG. Una formación que Rueda se encargó de recordar que se ha manifestado con Bildu para pedir la libertad de los presos de ETA “que mataron a gallegos en el País Vasco”.

Feijóo ve posible la mayoría absoluta, por quinta vez, “si no se da un voto por perdido”, si se sale a patear “todas las aldeas” y si el PP “sale a la calle con hambre, con ganas” y convence a los gallegos de que votar al PP, el 18 de febrero, es “votar Galicia”.

El líder popular entró en campaña con un discurso principalmente gallego, al igual que el presidente de la Xunta, aunque Feijóo no se olvidó de sus críticas a Sánchez, dadas, dijo, las que recibió él el sábado de la reunión de los socialistas en A Coruña. Así, acusó a Sánchez de protagonizar “el mayor retroceso democrático desde la aprobación de la Constitución” copando, a su entender, todas las instituciones, del CIS a la agencia Efe pasando por el Tribunal Constitucional, y diciendo que en aras de la convivencia “habrá amnistía si me haces presidente, si no, no”.

Elías Bendodo exige a Pedro Sánchez reformar la financiación autonómica y local

Núñez Feijóo señaló que “no es de extrañar que los independentistas estén tan henchidos de soberbia” y que digan de forma clara a los españoles que “aquí se hace lo que ellos digan”. Y contra eso es contra lo que intenta alertar el presidente del PP a los gallegos. “No queremos traer a Galicia problemas de otros sitios”, insistió, para advertir que si gana el BNG, habrá en Galicia un gobierno similar al que gobierna en España. “Sánchez es el ahora de las expectativas de los independentistas”, insistió Feijóo, para quien solo pretenden “que no estemos unidos, retroceder en derechos, ruptura, desigualdad”. Independentistas, subrayó, “que quieren más a su ideología que a Galicia”. Frente a ellos, a Rueda le “avala la confianza de la palabra dada, el trabajo responsable, y la garantía de estabilidad política, tan necesaria para que haya estabilidad económica”, concluyó.

Por la mañana, el vicesecretario de coordinación autonómica y local y análisis electoral del PP, Elías Bendodo, exigió al Gobierno convocar ya la conferencia de presidentes y acometer “la necesaria reforma simultánea de la financiación local y autonómica”. En su intervención, Bendodo aseguró que el Gobierno “lleva años diciendo” que va a abordar la financiación autonómica, e incidió en que su partido le reclama que “también se reforme al mismo tiempo la financiación local”. “Sánchez no puede hacer recaer todo el esfuerzo en los ayuntamientos y en las comunidades autónomas mientras él sigue engordando su corte de faraón de 22 ministerios y miles de altos cargos y asesores”, proclamó.

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La Vanguardia