España aboga por una nueva misión de la UE en el mar Rojo en la que no participará
Defensa
El Gobierno pide que no se utilicen los recursos de la operación Atlanta, que lucha contra la piratería en el océano índico
El Gobierno de España apuesta por preservar la operación Atalanta, en la que participa con la fragata Victoria, contra la piratería en el Océano Índico, y por crear una "nueva y específica" misión comunitaria para hacer frente a los ataques de los rebeldes hutíes contra buques mercantes en el mar Rojo. Una misión de la UE en la que, según fuentes del Ministerio de Defensa, España no participará.
La intención del Ejecutivo de Sánchez es que esa operación tenga el "alcance, medios y objetivos propios" y sea acordada "por los organismos correspondientes de la Unión Europea", según informa el Ministerio de Defensa en un comunicado que deja claro que España no se opone a la creación de esta misión.
Defensa ha querido salir al paso de lo que tilda de "un supuesto veto de España", a una misión de la UE en el mar Rojo, algo que según el ministerio que dirige Margarita Robles "no se corresponde en forma alguna con la realidad".
Defensa sostiene que España "es y será siempre", un aliado serio y fiable comprometido con la UE, OTAN y NNUU, como lo demuestran los 3.000 hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas Españolas que en este momento están en misiones de paz en distintos y complicados escenarios en el mundo, haciendo una gran labor de la que nos sentimos particularmente orgullosos.
El lunes, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, anunció que España estaría junto a otros ocho países en una alianza para abordar conjuntamente los desafíos de seguridad en el sur del mar Rojo y el golfo de Adén. Pero el Gobierno sorprendió poco después al asegurar que no participaría unilateralmente, y solo lo haría en el marco de la OTAN y la UE.
No obstante, en un primer momento España secundó la cooperación de la Operación Atalanta de la UE con la Guardián de la Prosperidad en un comité Político y de Seguridad de urgencia pero al día siguiente, en la reunión de la Comisión, bloqueó la decisión por sorpresa. Y es que la participación en dicha misión supondría una votación en el Congreso, y varios de los socios habituales ya han mostrado su rechazo.
Este asunto lo abordaron este viernes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente estadounidense, Joe Biden, en su conversación telefónica.