Todos los gobiernos europeos están siguiendo muy atentamente la campaña electoral española, pero la primera ministra italiana no sólo la observa, también participa en ella. Por segunda vez en un año, Giorgia Meloni ha intervenido en un acto electoral de Vox. Primero fue en Marbella, ahora en València. En Marbella parecía querer dar miedo. En València ha explicado una estrategia de largo alcance.
El 13 de junio del 2022, cuando aún se hallaba en la oposición en su país, Meloni viajó a la Costa del Sol para apoyar la campaña de Macarena Olona en las elecciones autonómicas andaluzas. Pronunció un discurso durísimo en defensa de la civilización cristiana occidental que veía amenazada por la izquierda, por la ideología de género, por el movimiento LGTBI, por el Islam y por la ‘cultura de la muerte’. El discurso causó sensación en Italia por su notable agresividad.
Este pasado jueves, 13 de julio del 2023, habló la primera ministra de Italia. Mensaje en vídeo para el mitin que Vox estaba celebrando en València para celebrar su mayor triunfo político hasta la fecha: su entrada en el gobierno de la Generalitat Valenciana, la cuarta institución autonómica de mayor volumen en España. En esta ocasión, Meloni efectuó un discurso menos agresivo. El enemigo esta vez era el ecologismo: la lucha del bloque conservador europeo contra la aceleración de la transición ecológica. Ecos de de la reciente votación de la ley de Restauración de la Naturaleza en el Parlamento Europeo, que el Partido Popular Europeo (PPE) intentó vetar con el concurso de partidos de la extrema derecha, como los Hermanos de Italia, la formación que preside Meloni, contando con el apoyo de los grandes propietarios agrarios. La ley, que entre otras cosas prevé una regeneración del 20% de los ecosistemas europeos, salió adelante en una primera votación gracias al apoyo de 21 eurodiputados del PPE que rompieron la disciplina de voto. Con sus palabras contra los ecologistas, Meloni enviaba un mensaje de apoyo a Manfred Weber, presidente del PPE. Luego veremos por qué. Y añadió lo siguiente: “Es muy importante que Vox entre en el Gobierno de España”.
Han pasado cosas desde el mitin de Marbella. La señora Meloni ya no está en la oposición. Ahora dirige el gobierno de Italia en coalición con Forza Italia y la Liga Norte. Y ha fallecido Silvio Berlusconi, hace apenas un mes. El magnate de la televisión comercial fue el creador Forza Italia, fuerza política de carácter liberal-populista que logró ingresar en 1998 en el Partido Popular Europeo, gracias a la intercesión de José María Aznar. La ficha italiana del PPE pertenece a un partido en declive que ahora puede convertirse en un barco a la deriva tras el fallecimiento de su fundador. Ante la defunción de Berlusconi, Meloni quiere consolidarse como líder del bloque conservador italiano y busca una aproximación del Partido Popular Europeo.
A su vez, el presidente del PPE, el bávaro Manfred Weber busca a Hermanos de Italia y a otros grupos adscritos en el grupo de los Conservadores europeos para establecer una alianza en Bruselas, después de las elecciones el Parlamento Europeo previstas para junio del 2024. Antonio Tajani, actual ministro italiano de Asuntos Exteriores, miembro de Forza Italia, definió hace unos días con mucha claridad cual es la estrategia: “El PPE puede pactar con grupos que se sitúen a su derecha, mientras sean leales a la Alianza Atlántica y no mantengan complicidades con Rusia”. Ese principio excluiría al Frente Nacional francés y a Alternativa para Alemania, puesto que el partido de Marine Le Pen ha recibido financiación de Rusia y la extrema derecha alemana aboga en estos momentos por un alejamiento de la guerra de Ucrania. “Podemos pactar con la extrema derecha siempre y cuando sea leal a la OTAN”. Esta es la consigna.
En pocas palabras, el PPE está intentando redactar un catálogo de la “extrema derecha presentable” con la cual pactar después de las elecciones europeas de junio del 2024. Ese bloque conservador reforzado negociaría con los liberales y podría arrinconar a los socialdemócratas en los órganos de gobierno de la Unión Europea, cuya composición se deberá renegociar dentro de un año. Al respecto les recomiendo la entrevista con Esteban González Pons, hombre de confianza de Alberto Núñez Feijóo en Bruselas, que hoy publica La Vanguardia.
Meloni tiene una estrategia de aproximación al PPE y la presencia de Vox en un futuro gobierno de España sería de gran utilidad para sus planes. Vox también podría formar parte del nuevo bloque conservador ampliado a escala europea. La formación de un gobierno de coalición PP-Vox en España modificaría la relación de fuerzas en el Consejo Europeo y favorecería la creación de un eje político Italia-España, con Vox ejerciendo las funciones de oficial de enlace. Por ello, Giorgia Meloni dijo este pasado jueves en València que sería de gran importancia que Vox entrase en el gobierno español que surja de las elecciones del 23 de julio.
Hay mucho ruido y muchas cortinas de humo en la actual campaña electoral española. Meloni tiene la virtud de hablar claro y en València expuso de manera muy diáfana cuáles son sus intereses: disponer de un aliado directo dentro del Gobierno de España para obtener más influencia en Bruselas y negociar con más fuerza con el PPE. España, palanca para una remodelación de la política europea. Este es el tema del video-blog de esta semana.
(Me permito añadir dos recientes informaciones de carácter económico que nos ilustran sobre cuáles podrían ser las relaciones España-Italia en un futuro próximo. En primer lugar ha trascendido la existencia de algunas conversaciones exploratorias sobre una hipotética venta de Endesa, propiedad de la compañía eléctrica italiana Enel, a Repsol. Catorce años después de haber adquirido Endesa a Acciona, los italianos revenderían la compañía a capital español. No es la misma Endesa del 2009, puesto que sus activos en Latinoamérica fueron vendidos. La operación exigiría la conformidad del Gobierno italiano, puesto que el Estado italiano controla el 23% de Enel. Aún quedan compañías públicas de energía en algunos países europeos. Tanto Enel como Repsol han desmentido públicamente que tengan el propósito de llevar a cabo esa operación.
En segundo lugar, Pier Silvio Berlusconi, hijo del fallecido Silvio Berlusconi, ha declarado que el grupo Mediaset podría estar interesado en la adquisición de la cadena radiofónica Ser, si el grupo Prisa estuviese dispuesto a venderla).