José Manuel Albares (Madrid, 1972), ministro de Asuntos Exteriores, tiene bajo su responsabilidad el programa de la presidencia semestral española de la Unión Europea, que acaba de iniciarse, con la inesperada novedad de las elecciones generales del 23 de julio. En esta entrevista con La Vanguardia , Albares explica las líneas generales del semestre y responde a diversas preguntas sobre los capítulos más sensibles de la política exterior española, cuando se decide el futuro político del país.
La invasión rusa
“La guerra de Ucrania no es la causa principal de los desgastes del Gobierno”
¿La convocatoria de elecciones no devalúa una presidencia española en la que se han volcado muchos esfuerzos?
No hay ninguna devaluación. La Unión Europea está acostumbrada a tener periodos electorales durante las presidencias semestrales. Francia tuvo el año pasado una presidencia muy exitosa, con tres elecciones; Bélgica la tuvo con un gobierno en funciones. Ya se sabía que habría elecciones en España, aunque fuera a finales de año. El Gobierno ha hecho un enorme esfuerzo por conseguir que esta presidencia sea verdaderamente un proyecto de país. El único intento de devaluarla viene del Partido Popular.
Alberto Núñez Feijóo, líder de la oposición y candidato a la presidencia del Gobierno, se queja de que no ha recibido información del Gobierno.
Hace más de un año me dirigí a todas las fuerzas políticas presentes en el Congreso y les expuse las líneas generales de la presidencia. Hace pocos meses reuní a los eurodiputados españoles y vinieron todos menos el PP, que voluntariamente ha decidido situarse fuera del consenso.
El presidente del PP ha constituido un grupo de trabajo ante la posibilidad de hacerse cargo de la presidencia española después del 23 de julio, si gana las elecciones generales y consigue la investidura.
Hace unos días veía un listado de personas que el señor Núñez Feijóo ha nombrado para ocuparse de temas europeos y me sorprendió, por dos motivos. Casi todos son hombres, y muchos de ellos estaban al frente de la política exterior de España en el momento de mayor distanciamiento de España con la Unión Europea, que fue el momento de la guerra de Irak.
Uno de los actos de mayor relieve del semestre será la cumbre UE-Latinoamérica que se celebrará los días 17 y 18 de julio en Bruselas. ¿Han confirmado ya su presencia los presidentes latinoamericanos?
Ya han confirmado su presencia muchos jefes de estado, el último, el presidente brasileño Lula da Silva, tras una conversación telefónica con el presidente Sánchez. [La entrevista con el ministro Albares se celebró el pasado jueves. La Vanguardia ha repreguntado sobre la negativa de los países latinoamericanos a dar su apoyo a Ucrania en la próxima cumbre de Bruselas, de la que nuestro diario informaba ayer. El gabinete de Exteriores señaló que el ministro Albares se mantiene a la espera, pendiente del texto definitivo de la resolución, aún no concluido].
¿Existen líneas de consenso básicas con el PP que garanticen una continuidad de la relación de España con los actuales gobiernos latinoamericanos?
He visto el programa electoral del PP en materia de política exterior y vuelvo a constatar que para ellos América Latina son tres países: Cuba, Venezuela y Nicaragua. Como ministro he hablado muy claro sobre esos países. Pero América Latina es más. El PP tiene una política ideológica sobre Latinoamérica. Solo concibe poder relacionarse con gobiernos con los que tiene sintonía ideológica. Para este Gobierno, todos los países de América Latina son igualmente importantes para España. Buscamos que la relación se construya sobre valores comunes y por eso hemos mantenido relaciones muy buenas con gobiernos de signo conservador en América Latina, lo mismo que con gobiernos progresistas.
Hay otro pivote de la política exterior que requiere consenso: Marruecos. ¿Existe un consenso básico sobre la política que seguir con Marruecos en caso de que haya cambio de gobierno en España?
Todos los gobiernos de la democracia han considerado que Marruecos es la principal prioridad, y creo que es innegable que hemos conseguido una relación mutuamente beneficiosa con ese país. Hemos conseguido mejorar esa relación. Lo que observo es que el PP está volviendo a sus orígenes: a posiciones de choque con Marruecos, un inquietante regreso a posiciones antimarroquíes que nos remiten a la crisis de Perejil. Creo que es un enfoque equivocado. La buena relación actual con Marruecos es mutuamente beneficiosa y es fundamental para Ceuta y Melilla, para Canarias y también para Andalucía.
La carta que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, envió al rey de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, admitiendo como posible la regionalización, ¿obliga a un futuro gobierno?
El PP ha intentado introducir la idea de que con esa carta se producía un giro. En esa carta se constata que España sigue estando donde siempre estuvo: junto con el enviado personal del secretario general de la ONU, apoyándole en todo lo que se necesite para encontrar una solución. El PP es el que tiene que decidir si quiere mantenerse en ese marco de las Naciones Unidas o no.
¿Cómo evoluciona la relación con Argelia?
Nuestra mano está tendida para que haya una relación basada en los mismos principios con los que nos relacionamos con el resto de nuestros vecinos y con el resto de los países árabes: la amistad y el beneficio mutuo.
Volvemos a Ucrania. Las consecuencias económicas y sociales de la guerra ya son visibles en Europa. ¿La guerra es, en el fondo, la causante del tropiezo de la izquierda española el 28 de mayo y del adelanto de las elecciones generales al 23 de julio?
No, no lo creo. En primer lugar hay que recordar que la guerra es responsabilidad exclusiva de Vladímir Putin. España ha cumplido con su obligación como país miembro de la Unión Europea. Y hemos afrontado las consecuencias económicas y sociales de la guerra. Las hemos afrontado. El Gobierno ha hecho frente a unas consecuencias adversas que se derivan de la agresión rusa y de una respuesta basada en los valores europeos.
Iberoamérica
“España debe tener una buena relación, no ideológica, con Latinoamérica”
¿Y qué perspectiva le ve a la guerra?
Desgraciadamente, plana. Putin no da señales de querer retirar sus tropas. España estará comprometida con Ucrania todo el tiempo que haga falta.