Cinco invitados indeseados en la campaña

EN PARALELO

Cinco invitados indeseados en la campaña

El ex comisario Villarejo, Tito Berni y el retorno del 3%... El fantasma de la corrupción ha salido del castillo y avanza directo hacia la campaña de las municipales. Si se le suma los intereses empresariales y partidistas, la travesía hacia las urnas suma estos cinco invitados inesperados.

1. ¿’Tito Berni’ o mediador?

El PSOE quería aislar de disputas políticas la agenda del primer semestre del año y se ha encontrado con las fotos del exdiputado Juan Bernardo Fuentes Curbelo de fiesta entre prostitutas y drogas. Los socialistas se esfuerzan para que el caso no pase de conocerse como Mediador mientras el PP abona a las aventuras de Tito Berni . El nombre no hace la cosa, pero...

Pedro Sánchez se aferra a la velocidad con la que expulsó a su diputado. Pero la respuesta “fulgurante” no es suficiente cuando la instrucción judicial salta de portada en portada y el PP hurga pidiendo una comisión de investigación. Una comisión exprés –las Cortes se disolverán en octubre–, pero con efecto en la campaña local y eco en las generales previstas para diciembre. Lo que busca el PP es que Tito Berni , el mediador y sus amigos de las queserías y las granjas desfilen por el Congreso en plena campaña local y autonómica, y que su recuerdo salte de urna en urna como si fuera Luis Roldán. En el PSOE las heridas sangran. “Es una vergüenza”, repiten.

Spanish Prime Minister Pedro Sanchez sits during a meeting with Honduras' president at La Moncloa Palace in Madrid on February 22, 2023. (Photo by OSCAR DEL POZO / AFP)

El presidente Pedro Sánchez, en el palacio de la Moncloa

OSCAR DEL POZO / AFP

2. La eterna operación Catalunya

Tito Berni andaba ya en la televisión cuando La Vanguardia publicó que el juzgado de instrucción 13 de Madrid investigará la operación Catalunya a partir de una querella de Sandro Rosell. El ex comisario Villarejo está bajo el foco, pero también Alicia Sánchez-Camacho, solo a salvo por su aforo. Mientras Carles Puigdemont engrosa el dossier para presentarse ante la justicia europea como miembro de un “grupo de interés objetivo” y evitar extradiciones, no hay reacción en el PP. La operación Catalunya y sus protagonistas están más que amortizados. El ex ministro Jorge Fernández Díaz; su número dos, Francisco Martínez, y el entonces jefe de la Policía Nacional, Eugenio Pino, se enfrentan a 15 años de cárcel y tres décadas de inhabilitación por el caso Kitchen. Mariano Rajoy llamó a Fernández Díaz mientras Alberto Núñez Feijóo ponía tierra de por medio. “Que salga lo que tenga que salir, que se investigue lo que se tenga que aclarar (...)A veces uno se entera de las cosas posteriormente”. La comisión de investigación acordada en septiembre con el PSOE arrastrando los pies no se ha constituido.

Tapar con el caso Mediador los problemas judiciales de la alcaldesa de Marbella o del diputado Alberto Casero es una tentación difícil de controlar. Tanto como el choque de Pedro Sánchez con Ferrovial.

3. Ferrovial y el patriotismo

“La patria no solamente es hacer patrimonio”. El presidente del Gobierno ha convertido en cuestión personal la batalla con Rafael del Pino y la decisión de trasladar la sede social de Ferrovial a los Países Bajos. La empresa ha crecido gracias a los contratos de obra pública y ahora busca fuera de España “mayor seguridad jurídica y un entorno favorable a la inversión”. Para salvar el golpe, Sánchez contrapone la búsqueda de beneficios de la empresa con sus políticas de “justicia fiscal”. Es el discurso que le valió elogios ante las élites de Davos. Feijóo reprende al “hooligan” Sánchez y receta negociar para igualar la oferta neerlandesa. Si el plan de la empresa es dejar España en cuatro meses, la asamblea general y la salida de accionistas disconformes se puede producir en plena campaña de las municipales y autonómicas. Y la baja definitiva en España, coincidiendo con el traspaso de la presidencia europea a Sánchez.

4. Del ‘solo sí es sí’ a Tamames

El Consejo General del Poder Judicial ha puesto números a los cinco meses de aplicación de la ley del solo sí es sí : 74 agresores sexuales en libertad y 721 condenas revisadas a la baja. La reforma está prevista en el pleno del martes –un día antes del 8-M–, pero el acuerdo entre los socios de Gobierno sigue sin llegar. La agenda feminista ha tensionado en extremo al Gobierno de coalición, pero también la relación dentro de Unidas Podemos. Si el silencio inicial de Yolanda Díaz provocó el cisma de la vicepresidenta con Pablo Iglesias e Irene Montero, la reforma que propone el PSOE amenaza con dinamitar la disciplina de voto de los socios. Sánchez impuso la modificación de la ley para cauterizar la herida y el PP busca la foto de la división apoyando la iniciativa. El siguiente espectáculo parlamentario llegará a partir de la semana del 13 de marzo y el protagonista accidental será Ramón Tamames como candidato de la moción de censura de Vox. La ultraderecha busca foco a costa del PP y con Feijóo fuera del Congreso, solo Sánchez puede salir vencedor hurgando en la derecha.

5. Borras espera, vuelve el 3%

“Cierro paréntesis”. Laura Borràs vuelve a la actividad pública después del juicio en el TSJC por falsedad y prevaricación. En Junts se mantiene la prudencia a la espera de la sentencia, pero las preguntas se acumulan en caso de condena. Por un lado, los estatutos del partido prevén la expulsión en casos de condena por corrupción, un debate que provocaría un cisma; y, por otro, Jordi Turull está obsesionado con recoser el espacio posconvergente. Hasta Artur Mas prolifera en presentaciones de candidatos locales. Pero hay prevenciones. Se descarta la coalición con el PDECat por sus consecuencias políticas, fiscales y judiciales. El eterno retorno del 3% a las puertas de una campaña –una veintena de registros en sedes de Ambulancias Egara– sirve de recordatorio en plena reparación de la figura de Jordi Pujol.

Junts quiere aislarse de las consecuencias del caso Borràs: “La mejor manera de ayudar a los candidatos es no estorbar”. Así que se repite sin cesar “Trias, Trias, Trias”. Barcelona es la clave electoral para Junts, pero también para ERC –sufriendo con Ernest Maragall– y Sánchez. El caso también suscita preguntas sobre el futuro de su escaño y de la presidencia de la Cámara, que ERC ya no garantiza para Junts. Pere Aragonès sostiene que el acuerdo venció con la salida de Junts del Govern y en Junts gritan “¡tripartito!”. Y más incógnitas: ¿podría cobrar Borràs los 4 años de asignación que le corresponderían con el 80% del sueldo de presidenta del Parlament? Plantear una reforma de la ley del President, en la que se equiparan las asignaciones del presidente de la Generalitat y de la Cámara catalana y sus ex, podría llevar a cuestionar también los beneficios de los inquilinos del Palau de la plaza Sant Jaume. Y no faltan planes…

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