La querella presentada por Sandro Rosell apunta a cuatro agentes o exagentes de policía, tres de la Policía Nacional y uno del FBI norteamericano: José Manuel Villarejo, Antonio Giménez Raso, Alberto Estévez y Marc L. Varri. Están acusados de los presuntos delitos de organización criminal, falsedad de funcionario en documento oficial, acusación y denuncia falsa, malversación de caudales públicos y detenciones ilegales. La denuncia menciona a otras personas contra las que “por el momento” no se dirige la querella, pero que eventualmente podrían ser parte de la trama denunciada, entre ellas la expresidenta del Partido Popular de Catalunya Alicia Sánchez-Camacho, y el bloguero José Luis Pérez, que en la web La transparencia de Sandro Rosell publicó numerosas filtraciones sobre las supuestas investigaciones policiales abiertas contra el expresidente blaugrana.
José Manuel Villarejo
Comisario jubilado
Detenido en el 2017, el excomisario está imputado en una treintena larga de piezas en la Audiencia Nacional que conforman la macrocausa Tándem, que se centra en sus negocios privados aprovechando su condición de alto mando policial. Sus meticulosas agendas y su costumbre de grabar las conversaciones que mantenía –se cree que lo ha estado haciendo desde hace cuarenta años– han permitido desvelar toda clase de maniobras policiales.
Marc L. Varri
Exagregado del FBI en Madrid
Rosell se querella contra Marc L. Varri, que fue del 2012 al 2017 agregado del FBI en la embajada de EE.UU. en Madrid, al frente de la división de operaciones internacionales, y que mantenía contactos frecuentes con Villarejo, a juzgar por las agendas del comisario. La querella sugiere que Varri estuvo detrás del requerimiento de información que hizo EE.UU. a España sobre Sandro Rosell “que solo sirvió, en realidad, para que la policía y la Fiscalía españolas pudieran justificar su investigación posterior”.
Antonio Giménez Raso
Ex inspector de policía
Era el hombre de Villarejo en Catalunya, a quien recurría para sus negocios e investigaciones, pagándole con fondos reservados del Estado. Es un exinspector de policía que estuvo en prisión por un caso de narcotráfico, aunque acabó absuelto. Giménez Raso se pasó a segunda actividad y entró en la agencia de detectives Método 3, que dejó para ponerse a trabajar para Villarejo. Las anotaciones en las agendas del comisario, que se refiere a él como “Tony”, dan cuenta de su papel en el caso Rosell
Alberto Estévez
Ex inspector de la UDEF
Estévez es un inspector jefe de la unidad de delincuencia económica y fiscal (UDEF) y la querella le señala como el autor de varios informes policiales sobre el expresidente del Barça que sirvieron de base para su encarcelamiento. La denuncia aporta como prueba uno de esos informes, fechado el 1 de febrero del 2016, que se nutre “de pura rumorología tomada de las más variopintas páginas web” y que contiene numerosos datos incorrectos.
Alicia Sánchez-Camacho
Senadora, exlíder del PP catalán
Debido a su actual cargo como senadora, Sánchez-Camacho está aforada, razón por la cual Rosell ha optado por no querellarse “de momento” contra ella. Sin embargo, la acusación es contundente con el papel que le atribuye en la operación Catalunya. Una de las pruebas aportadas es la grabación de la primera reunión que mantuvo con Villarejo el 6 de noviembre del 2012. Se la oye enumerar una lista de personas que deben ser investigadas, entre las cuales cita al presidente del Barça porque su familia es una de las fundadoras de Convergència.