“Lo que el presidente del Gobierno tiene claro es que esto tiene que salir”, revela un ministro socialista sobre la absoluta determinación de Pedro Sánchez para lograr aprobar la reforma de la ley del solo sí es sí que el PSOE registró el pasado lunes, en solitario y con la oposición frontal de Podemos, para tratar de impedir en el futuro rebajas de condenas a los agresores sexuales.
Sánchez está por tanto dispuesto a explorar todas las vías para conseguir los apoyos parlamentarios necesarios para que la proposición de ley del PSOE vea la luz cuanto antes. Y aunque los socialistas aseguran que priorizarán las negociaciones con los grupos del bloque de la investidura, admiten que tampoco excluyen al Partido Popular. “Lo importante es el qué, que es sacar adelante la reforma, no con quién”, reconoce otra ministra del PSOE.
Félix Bolaños y María Jesús Montero asumen la negociación política para salvar la iniciativa legislativa socialista
Ante las posiciones “enrocadas”, según las califican, de las ministras de Podemos, Irene Montero y Ione Belarra, pero también ante los recelos ya expresados por algunos de los grupos del bloque de la investidura a la reforma del PSOE, los socialistas modulan así su inicial rechazo a tener que depender del partido de Alberto Núñez Feijóo para poder salvar su proposición de ley.
“No negociaremos con el PP porque no quiere esta ley, que no nos venga con cuentos”, descartó el pasado lunes el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, una vez registrada la proposición de ley. “Con el PP no tenemos nada que negociar, hablaremos con todos los demás”, zanjó. Fuentes socialistas del Gobierno matizaban ayer, no obstante, las palabras de Patxi López: “Con el PP hemos dicho que no vamos a negociar el contenido de la ley, no que no vayamos a dialogar o que rechacemos sus votos. El apoyo o los votos no se rechazan”. E insistían en que lo importante es el qué, no el con quién.
Y eso que el propio Sánchez mantuvo ayer un duelo verbal al respecto con la portavoz del PP, Cuca Gamarra, durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso. “Yo doy la cara, y cuando hay un problema me empeño en resolverlo”, defendió el jefe del Ejecutivo ante los ataques de Gamarra, que le echó en cara que 415 delincuentes sexuales ya vieran reducidas sus condenas, y otros 40 fueran excarcelados desde la entrada en vigor de la ley del solo sí es sí. “Y lo que queda”, lamentó la portavoz del PP. “Tengo por costumbre dar la cara y asumir las responsabilidades de las acciones de mi Gobierno, cuando acertamos y cuando no acertamos”, insistió Sánchez, que denunció que en el PP, en cambio, “tiran la piedra y esconden la mano”. “Pida disculpas, rectifique y déjese ayudar por el PP”, emplazó Gamarra a Sánchez, cuyo lenguaje no verbal evidenció su malestar por esta polémica y por un choque en la coalición que debilita y desgasta notablemente al Gobierno.
Ministros del PSOE admiten el serio disgusto de Sánchez con esta situación, que además eclipsa su discurso sobre los logros económicos y sociales del Ejecutivo.
Por lo pronto, fuentes socialistas confirman que, tras el cruce público de reproches entre la ministra de Justicia, Pilar Llop, y la titular de Igualdad, Irene Montero, las conversaciones entre ambas están interrumpidas. También, porque el PSOE tomó la decisión de presentar sin su socio una reforma contra una de las leyes estrellas de Podemos. Ahora, por parte del PSOE, son los ministros Félix Bolaños y María Jesús Montero los encargados de reconducir la crisis y liderar la “negociación política” con los grupos parlamentarios para lograr salvar la reforma de la ley del solo sí es sí . La vicepresidenta Yolanda Díaz también participa en la negociación. Pero el calvario de la ley del solo sí es sí , si no se resuelve con bien por vía de urgencia, ya amenaza con envenenar la próxima celebración del 8 de Marzo, el día de la Mujer, y fracturar otra vez el movimiento feminista, como ocurrió con la ley trans.
En todo caso, Unidas Podemos está a la espera. El arranque unilateral del PSOE con una reforma propia de la ley pone la pelota en su tejado. Son los socialistas los que ahora tienen que ganarse en la cámara los apoyos a su contestada iniciativa. Empezando por su socio. Si no lo logran, no se verán lágrimas en Podemos. Y si lo pactan con el PP, no se puede descartar el voto en contra del grupo confederal. La imagen puede ser tremenda, comentan: el PSOE uniéndose al PP para desfigurar una ley de un ministerio de Podemos.