“¿Y ahora qué?” Esta es la pregunta del millón que dentro y fuera de Junts se hacen sobre el nuevo papel del partido en la oposición tras la decisión de la militancia de abandonar el Govern de coalición con ERC. Y esa pregunta trata de responder el consell nacional de la formación que celebra el partido en Vic, en el que el secretario general de la formación, Jordi Turull, trató de dar respuesta: “Ahora a ser más nosotros que nunca, sin servidumbres, sin hipotecas”, en contraposición a un gobierno que, “lejos de ampliar la base del independentismo se ha resignado a ampliar la base del dejémoslo estar”.
La reunión de la dirección del partido este sábado, la primera desde que los posconvergentes decidieron abandonar el Govern, debía servir para señalar la nueva hoja de ruta de Junts en la oposición, enfocada en “recuperar el rumbo hacia la independencia que otros parecen querer dejar para otras generaciones”, señalan desde el partido. Y así lo indicó Turull en su intervención, al señalar la necesidad de convertir el partido en “el referente y la esperanza de quien no quiere contraponer la agenda nacional y la social”.
Junts afea a ERC que prefiera "estabilizar España aunque sea a cuenta de desestabilizar Catalunya”
Para ello, el dirigente alabó el ejercicio de “radicalidad democrática” llevado a cabo a través de la consulta a la militancia de la que salió la decisión de abandonar el Ejecutivo de Aragonès y tanto defendió “la actitud y ejemplaridad de quienes votaron a favor de seguir en el Govern” a pesar de la “sacudida personal y política” que ha supuesto, como la decisión final de romper el gobierno por la “intransigencia” y las “servidumbres” de ERC con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Turull fue muy crítico con ERC y el president al recriminarles que, pese a su voluntad de negociar la continuidad en el Ejecutivo catalán se mostraran “intransigentes” y hayan priorizado “sus servidumbres por su acuerdo con Sánchez, en lugar de la mayoría (independentista) del 52%”. “Prefieren estabilizar España aunque sea a cuenta de desestabilizar Catalunya”, recriminó.
¿Quién se han pensado que somos? ¿Piensan que por cuatro despachos y coches oficiales renunciaremos al alma y al espíritu de Junts?”
El dirigente arrancó el aplauso de sus correligionarios al replicar la respuesta que le dieron ante su voluntad de negociar (“tenéis que seguir así, y si os gusta bien y si no también”): “¿Quién se han pensado que somos? ¿Piensan que por cuatro despachos y coches oficiales renunciaremos al alma y al espíritu de Junts?”
Turull advirtió de que vienen meses “muy trascendentes” ante la “situación inédita” de haber pasado de tener el president con más apoyos parlamentario al que menos. Y pese a reprocharle que no quiera someterse a una cuestión de confianza ni convocar elecciones, señaló que vienen por delante tres contiendas electorales: las municipales, las generales, “y entre medio las del Parlament”, incluyó.
Ante esta tesitura, de momento Junts no prevé hacer una oposición de “pitufo gruñón” sino propuestas en todo aquello en lo que creemos que hay que reaccionar”. En este sentido, Turull contrapuso la “resignación” que a su juicio caracteriza al Govern de ERC, a la “reacción” que identifica con su partido. “El actual Govern, por su composición, es autodefinido como el del dejémoslo estar. Un gobierno que lejos de responder a ampliar la base del independentismo se ha resignado a ampliar la base del dejémoslo estar”.
“Este consejo nacional es el del 100% tras el ejercicio un radicalidad democrática”
Ante esta nueva etapa, Turull recetó “confianza” ante el proyecto, el talento y la experiencia que atesora su formación a pesar de no contar con influencia en el Govern. “Tenemos determinación y tenemos credibilidad, porque ¿cuántos partidos se habrían atrevido a hacer lo que hemos hecho nosotros? Esto nos tiene que llenar de confianza”, insistió.
La reunión de este fin de semana debe servir para evaluar el impacto división interna que reflejó el resultado de la consulta a la militancia (52% a favor de abandonar el Govern frente al 47%), una división que Turull refutó al valorar la alta participación y que “todo el mundo asumió el resultado”. “Este consejo nacional es el del 100% tras el ejercicio un radicalidad democrática”, remarcó.
Como prueba de ello, la dirección del partido invitó a participar en este consejo a los miembros de Junts que tuvieron que marcharse del Ejecutivo tras la consulta, que estuvieron presentes en la reunión, y se reconoció con un aplauso cerrado la labor de los entre 250 y 300 los altos cargos de la órbita posconvergente que han tenido que dejar el cargo en la Generalitat.