Mireia Boya deja la CUP con críticas al partido por la gestión de su denuncia de acoso

Crisis en el partido independentista

Señala el "silencio" de muchos compañeros de partido, en un contundente comunicado

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La exdiputada de la CUP, Mireia Boya

EFE

La exdiputada de la CUP. Mireia Boya, ha anunciado este miércoles que deja la militancia del partido por el final "no deseado" que ha tenido su caso de acoso al seno de la formación. En un comunicado publicado en las redes sociales esta noche, Boya lamenta que "han pasado dos años y una pandemia" desde que denunció a un compañero del Secretariat Nacional a la comisión de agresiones machistas del partido, cuando ella era diputada. En enero se le dijo que su caso se cerraba, y que el agresor había reconocido los hechos. Pero, según su versión, la formación no ha querido hacer una "reparación colectiva", motivo por el cual ha decidido llevar a cabo un "divorcio" con una formación que no ha sido "lo bastante valiente" para reparar su caso de violencia machista.

La hasta ahora miembro de la CUP lamenta en el comunicado que la gestión inicial de la denuncia no la puso a ella "en el centro", a pesar del "compromiso" de la formación y del hecho de que es "un principio básico del feminismo". "Se desconfió de mí y se quiso esconder aquello que había pasado", asegura la ya excupera.

Boya también reprocha como gestionó la crisis el partido, incluso hablando con la prensa "de espaldas" a ella, con una versión que "quizá permitía lavar la ropa sucia en casa, pero que no solo estaba alejada de los cuidados a la mujer víctima, sino que tergiversaba los hechos, me apartaba y me revictimizaba enormemente".

Revela que ha hecho dos años de terapia psicológica

La exdiputada revela que ha hecho dos años de terapia psicológica y subraya que todavía "no se ha librado del todo" de la ansiedad, del miedo a hablar en actos públicos o de la "inseguridad de militar en algún espacio de la izquierda independentista y anticapitalista".

Explica que el agresor le envió una carta privada que le ha permitido saber que el protocolo del partido "funciona" y que los hechos pasaron tal como ella les explicó. "No mentía, no exageraba, no era por interés político. El acoso existió y su reconocimiento por parte de él me lo tomo como una victoria".

Por todo ello afirma que ha decidido sacar adelante el "divorcio" con la CUP. "Es mi espacio ideológico, pero la organización no ha sido lo bastante valiente para dar un paso adelante en la reparación de las violencias machistas poniendo a las mujeres, a mí en este caso, en el centro de todo", remacha.

La respuesta del partido

La CUP ha lamentado este miércoles la decisión de la exdiputada Mireia Boya de darse de baja del partido a raíz de la gestión de la denuncia interna que presentó contra un dirigente cupaire por presunto acoso, y ha afirmado que seguirá trabajando para erradicar "cualquier actitud machista".

"Como organización feminista, seguiremos revisándonos y trabajando para erradicar cualquier actitud machista en nuestros espacios y en el conjunto de la sociedad", ha afirmado en un comunicado.

El partido ha puesto en valor el trabajo que hizo la comisión de abordaje de agresiones machistas y ha sostenido que "el protocolo ha sido y es una herramienta útil".

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