Rueda no logra que la oposición le dé su aval para llevarle a Sánchez una agenda gallega unitaria

Galicia

Las primeras reuniones entre el nuevo presidente de la Xunta y sus rivales evidencian el pulso entre PP y BNG, si bien Rueda se muestra satisfecho con que haya diálogo y destaca que hubo coincidencias

Para el líder del PSdeG, Valentín González Formoso, el encuentro se resume en “cordialidad” y “decepción”, por la falta de concreción

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El presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, y la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, durante una reunión este lunes

Álvaro Ballesteros / EP

Tras el Manuel Fraga como el hombre de Estado entregado a su Galicia natal y el Alberto Núñez Feijóo como un gestor más que un político al frente de la Xunta, la operación de marketing en la que está embarcado el PP gallego es la del “estilo Rueda”. Esta estrategia persigue dar a conocer al nuevo presidente de la Xunta, cuya popularidad no es muy elevada, y marcar un nuevo perfil, afable y accesible, frente a un cierto endiosamiento de Feijóo. Dentro de este plan Alfonso Rueda reconvirtió sus primeros contactos protocolarios con los líderes de la oposición en la búsqueda de un “acuerdo de país” para llevárselo a Pedro Sánchez a la Moncloa. Los encuentros, por separado y celebrados esta tarde en Santiago, escenificaron un ambiente más distendido, pero sin pactos concretos, si bien Rueda consideró que hubo algunos implícitos. Pero a oposición no le dio el aval que buscaba y exigió la rectificación de la Xunta, sobre todo en materia sanitaria, mientras se evidenciaba el antagonismo PP-BNG.

El presidente de la Diputación coruñesa y alcalde de As Pontes, Valentín González Formoso, es secretario general del PSdeG desde diciembre. Tras su nombramiento le pidió dos veces por carta a Feijóo una reunión, que ya no se celebró, pese a que siempre fue de los dirigentes socialistas mejor vistos en la cúpula de la Xunta. Otro ejemplo de la actitud de la Xunta de los últimos años fue el de una sociedad médica española que hizo una gira por las autonomías para presentarles un libro blanco relacionado con la pandemia a los gobiernos y grupos políticos. A Galicia no pudo ir porque la Xunta vetó la presencia de la oposición, con el argumento de que dispone de mayoría absoluta.

La nacionalista Ana Pontón acusó a Rueda de buscar una foto antes de ir a la Moncloa y consideró que no tenía voluntad de llegar a acuerdos

Feijóo sí celebró reuniones con los grupos políticos en la pandemia, que partieron de la necesidad que tenía de construir un consenso para aplazar las elecciones previstas para abril. Después, las mantuvo para informar de las conferencias de presidentes autonómicos, en un ambiente que se fue deteriorando, sobre todo cuando el popular convocó los comicios en julio en contra de lo pactado con los otros partidos.

En este contexto, tras las cuatro mayorías absolutas consecutivas de Feijóo, que lo elevaron al pedestal desde el que saltó a la presidencia del Partido Popular de España, su sucesor, Alfonso Rueda, intenta hacer de la necesidad virtud, pues, sin haber pasado por las urnas, pisa el suelo.

En esta línea, sus altavoces mediáticos destacan hasta la saciedad que acudió en moto, no en coche oficial, a un acto rural del partido.

El presidente de la Xunta destaca que hay puntos de “apoyo” por parte la oposición a la postura que mantendrá en la Moncloa y opina que en otros campos está instalada en planes “poco realizables”

En la comparecencia de Formoso, el primero en ser recibido, las palabras clave fueron “cordialidad”, por las maneras amables, y “decepción”, por la falta de concreción, sobre todo en materia sanitaria, así como la esperanza de que lo de este lunes sea el punto de inicio de una pauta de diálogo. El secretario general del PSdeG lamentó que el encuentro fuese “no todo lo productivo” que le hubiese gustado y constató la existencia de “puntos desencuentros importantes” en sanidad. Frente al triunfalismo que ha exhibido la Xunta por el bajo impacto de la pandemia en territorio gallego, el menor de la península Ibérica, los socialistas consideran que Galicia vive “un colapso sanitario” y proponen 140 millones de euros más en el presupuesto de 2023.

Pero también hubo acercamientos en cuestiones como los fondos europeos, si bien Formoso reclama una mayor implicación de la Xunta, y en reclamaciones al Gobierno central, como la de la flexibilización para la convocatoria extraordinaria de plazas MIR para médicos.

Mucho más contundente, desde su posición de jefa de la oposición y líder de la eventual alternativa al PP, fue la nacionalista Ana Pontón. “Después de 90 minutos de reunión salgo preguntándome para qué nos convoca el presidente de la Xunta si no quiere llegar a acuerdos”, declaró. A su juicio, el sucesor de Feijóo buscaba sólo una foto, así como ser respaldado “en generalidades”, de cara a su reunión con Sánchez. “Acordar sobre lo que depende de los demás es muy fácil”, agregó Pontón.

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Frente a una Xunta a su juicio “encastillada en pensar que todo lo hace bien”, el BNG, aseguró Pontón, planteó alternativas, como un plan de choque de 200 millones de euros para la sanidad pública y otro de 700 millones para ayudar a los colectivos más afectados por la crisis económica, para afrontar las situaciones de exclusión y dar oxígeno a las familias con rentas más bajas. Reconoció algunos puntos de acuerdos en exigencias al Gobierno central, si bien remarcó que la posición del Bloque es más ambiciosa.

El presidente de la Xunta se mostró satisfecho con la apertura del diálogo, con independencia de las diferencias que surgieron durante los contactos. Hizo bandera de esta vía, tanto al principio de la ronda de reuniones como al final. Y es que a diferencia de lo que hacía Feijóo, que recibí a sus contrincantes en su despacho, Rueda bajó a la puerta de la presidencia. Y en la rueda de prensa de valoración de las entrevistas, el presidente de la Xunta considera que las reuniones constituyen “una buena noticia en sí misma”, con un tono cordial.

Rueda fue incluso más allá y aseguró, a partir de los puntos en los que hubo coincidencias, que sí recibió el apoyo de la oposición en algunas de las cuestiones que va a plantearle a Pedro Sánchez, como la relativas a la convocatoria de plazas de médicos o a los fondos Next Generation, por más que fuese sin pactos concretos. ““En ningún momento me dijeron que no estuviesen de acuerdo”, apostilló.

El gran obstáculo para un acuerdo residía en que Rueda buscaba el aval para llevarle una agenda gallega unitaria a Sánchez y BNG y PSdeG querían pactar cuestiones que son de competencia exclusiva de la Xunta, como la sanidad. En este segundo campo, el presidente de la Xunta afirmó haber visto a la oposición instalada en pretensiones legítimas, pero “poco realizables”.

El optimismo parece que también se incorpora a la campaña publicitaria del estilo Rueda.

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