La relación entre el Govern y el principal partido de la oposición en Catalunya por el tema del catalán en las escuelas no empezó con buen pie. Tras conocerse en noviembre la firmeza de la sentencia que fija un 25% de castellano en los centros, la actitud de “insumisión” del Ejecutivo catalán hizo que el PSC se ausentara, pocos días después, de una reunión con el conseller de Educació, Josep González Cambray (ERC), que convocó a los grupos que dan apoyo a la inmersión lingüística, pero poco a poco se han ido limando asperezas, hasta el punto de que Pere Aragonès contará con Salvador Illa para impulsar el Pacte Nacional per la Llengua.
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Del choque inicial, que hizo que Illa avisara que no estaría para “hacerse fotos” o “desafiar resoluciones judiciales”, se ha pasado al entendimiento en torno a un pacto que la consellera de Cultura Natàlia Garriga (ERC) presenta hoy. El líder del PSC desveló ayer en una entrevista en RNE que una delegación del grupo parlamentario PSC-Units formada por los diputados Rocío García, Sílvia Romero y Ramon Espadaler, se reunió el pasado viernes con la consellera y el secretario de Política Lingüística, Francesc Xavier Vila, para explorar la entente, y todo va viento en popa. “Hay gran voluntad de acuerdo”, aseguran en el grupo socialista.
Los socialistas valoran la voluntad de acuerdo de Garriga y que priorice contar con el partido de Illa
Para empezar, valoran que para Garriga sea “prioritario” que en el pacto esté el PSC, que aclarase que todo está “dentro del marco constitucional y estatutario”, y que dibujara un planteamiento “esmerado” que prueba que “hay cosas que no van bien” en cuanto al uso del catalán.
Aunque el Pacte Nacional per la Llengua también pretende salvaguardar el modelo de la inmersión lingüística en la enseñanza que funciona desde 1983, en realidad va más allá. De hecho, la inmersión es solo uno de los 12 puntos del documento que sirve para impulsar los trabajos, y en general, se trata de promover la adaptación lingüística a los cambios sociológicos que ha habido en Catalunya. Cambios que evidencian que el catalán está en una situación “delicada”, según el PSC, o de “emergencia”, para el Govern.
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Los socialistas creen que Garriga ha hecho “un análisis bastante correcto de la realidad” y valoran sus “medidas positivas y propositivas, con un calendario y un itinerario y, sobre todo, “con un fair play que se agradece en los tiempos que corren”. Así que el PSC está dispuesto a participar del acuerdo que, según Illa, tiene que ser “un nuevo pacto por la convivencia lingüística en Catalunya”.
Los objetivos del pacto son los mismos que llevaron al consenso de 1983: extender el conocimiento del catalán y garantizar que tenga presencia en todos los ámbitos. Incluye un itinerario marcado con el encargo de informes a expertos y un calendario: este mes servirá para presentar el pacto y preparar los informes previos, luego se iniciará el debate público (hasta julio) y en otoño, el debate parlamentario.
El catalán en la escuela es el motor del pacto. El Govern lo activó tras las sentencias sobre el castellano en las aulas, y aquí está todo por hacer. Los socialistas recuerdan que no hay margen para la desobediencia, pero sí para flexibilizar la inmersión adaptándola a cada centro, como recetó el conseller Josep Bargalló (de ERC).
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