El expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha vuelto al Congreso de los Diputados tres años y medio después de la moción de censura que lo desalojó de La Moncloa. Hacía días que había avanzado su disposición de responder a “todas” las preguntas que los portavoces de la comisión de investigación Kitchen —que versa sobre la trama de espionaje a Luis Bárcenas— le planteasen.
Y en esa línea ha contestado... para negarlo todo. Han sido las tres negaciones de Mariano Rajoy: ni tuvo conocimiento de la operación montada presuntamente desde Interior para robar pruebas inculpatorias para el Partido Popular al que fue su tesorero, ni nunca se reunió con el excomisario José Manuel Villarejo. Y en esa sucesión de negaciones llegó a desmentir hasta que hubiese existido una caja b en el partido que presidió durante una década, pese a las tres sentencias que la dan por acreditada.
El expresidente ha cerrado el turno de comparecencias de la comisión por la que han desfilado casi cuarenta mandos políticos y policiales supuestamente involucrados en la trama “parapolicial” que se está enjuiciando de manera paralela en la Audiencia Nacional. Ha llegado al Congreso de los Diputados escoltado por un voluminoso grupo de dirigentes populares entre los que destacaban la actual portavoz de los populares en la Cámara Baja, Cuca Gamarra, y su amiga y exministra de Fomento, Ana Pastor.
Mariano Rajoy en la entrada de la comision Kitchen,
A la primera pregunta, sobre su relación con el excomisario Villarejo, quien lo ha señalado en sede parlamentaria y judicial como “conocedor” de la trama, Rajoy ha sido contundente: "No conozco al señor Villarejo y ni siquiera me consta haberlo visto en sitio alguno, por tanto, no me reuní con él nunca, no hablé con él nunca —ni directa ni indirectamente—, no me consta que me haya mandado ningún mensaje y jamás en mi vida le he contestado a un mensaje”.
El exlíder del Ejecutivo ha tratado de restar credibilidad a las palabras de Villarejo y Bárcenas. De hecho, ha llegado a decir que las versiones de estos sobre su supuesta implicación no le merecen “ninguna credibilidad”: “Señalan a quien les conviene” y pueden “mentir” en el ejercicio de su derecho a la defensa. “Entre lo que diga el señor Villarejo y lo que diga el señor Rajoy, espero que me crea a mí, si no me preocuparía”, ha espetado el exdirigente popular a uno de los portavoces de la comisión.
Sobre el papel de Jorge Fernández Díaz, exministro del Interior:
“No creo que haya montado ningún dispositivo”
El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón sitúa a su exministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en el “vértice” de la operación ajena a cualquier control judicial. Así, Rajoy ha sido preguntado sobre si cree en la inocencia del que fuese uno de los hombres fuertes en su Gobierno. “No creo que haya montado ningún dispositivo” porque “no hay ninguna sentencia que lo diga”, ha recordado amparándose en su presunción de inocencia que “sólo se verá rota” con una resolución judicial “firme”. Ha cerrado filas en torno a Fernández Díaz —con quien rompió relación el actual presidente, Pablo Casado— y con su exnúmero dos, Francisco Martínez, también procesado. De ambos ha dicho tener una “magnífica opinión”.
La tercera gran negación de Rajoy durante las casi tres horas que ha durado su comparecencia fue que no ha habido ningún tribunal que “haya acreditado” la existencia de una caja b en el Partido Popular. Lo ha repetido en varias ocasiones ante el murmullo e incredulidad de los parlamentarios presentes en la sala.
Es falso. La sentencia de la primera época de Gürtel ha dado por probada su existencia, el Tribunal Supremo lo ratificó después y hace un mes la Audiencia Nacional volvió a dejar patente la contabilidad paralela con la que se nutrió durante décadas la formación conservadora. En este contexto se ha vivido uno de los momentos más agrios de la tarde, cuando el diputado de ERC Gabril Rufián, en tono desafiante, se ha levantado, se ha acercado al ex presidente, y le ha dejado —de manera airada— una copia de la sentencia de la caja b del PP.
Inmediatamente el expresidente ha respondido al republicano con un “Yo le voy a dar este libro a la salida”, mostrando su última publicación, que lleva por título paradójicamente Política para adultos.