Tras el repentino giro de guion que supuso ayer la suspensión por parte del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana de la inversión de 1.700 millones de euros prevista para la ampliación del aeropuerto de El Prat, el presidente de la Generalitat ha comparecido esta mañana en Palau para mostrar su "profunda indignación" por la parálisis del proyecto.
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Según Aragonès, el Gobierno de España ha ejercido una "maniobra de presión", que ha llegado a calificar de "chantaje", para que el Govern acepte "acríticamente" y sin posibilidad de plantear ninguna enmienda la propuesta de Aena de alargar 500 metros la tercera pista del aeropuerto sobre la laguna de la Ricarda.
Pere Aragonès en la rueda de prensa que ha realizado junto a Ximo Puig en València.
"Nos quieren poner entre la espada y la pared", ha asegurado Aragonès, que ha señalado que tras la decisión del Gobierno "está la falta de voluntad crónica del Estado de invertir en Catalunya". Por ello el president ha insistido en que su Govern no quiere renunciar a la inversión, pero la quiere hacer "bien hecha.
El presidente de la Generalitat ha reiterado que no aceptará las presiones, que a su juicio continuarán en los próximos días, para que asuma el proyecto tal como está planteado en el DORA, que ha de aprobarse en "quince días", el próximo 30 de septiembre, y ha pedido tiempo para alcanzar un consenso a través del diálogo, que se tendrá que traducir en el plan director, que era el acuerdo, ha subrayado, alcanzado el 2 de agosto, y que no incluía la "destrucción" de la laguna de la Ricarda.
"No renunciaremos a nada", ha manifestado Aragonès, que ha criticado al Gobierno por obligar al Govern a "elegir" entre una inversión necesaria para el crecimiento económico de Catalunya y la conservación del patrimonio natural. Una cuestión que ha definido como una "falsa dicotomía", ya que, según ha afirmado, "ha de ser posible y será posible mejorar la conectividad de El Prat y respetar la sostenibilidad".
Pese al desencuentro con el Gobierno de España, el president considera que la parte catalana irá a la mesa de negociación con la "máxima fuerza". "No renunciaré a defender la autodeterminación y la amnistía por el boicot del Gobierno español a la ampliación del aeropuerto", ha subrayado Aragonès, que ha asegurado que "muchos quieren que ese foro de diálogo fracase".
"Tenemos mirada larga y en quince días no podemos alcanzar un acuerdo que no se da ni en el Gobierno español", ha indicado el president, que ha recordado que la vicepresidenta Yolanda Díaz visita hoy el espacio natural del Delta para mostrar su apoyo a los comunes, que rechazan el proyecto de ampliación del aeropuerto. "Nos quieren colgar el sambenito de la ruptura para resolver sus problemas internos", ha señalado gráficamente.
"Que se aclaren entre ellos", ha exigido el president, cuyo Govern también incluye visiones diferentes sobre la cuestión, como se ha visto en los últimos días en las distintas declaraciones del conseller de Territoril, Jordi Puigneró, de Junts, y las posiciones de ERC, ya que el partido de Aragonès irá, y no ha descartado que lo puedan hacer también algunos de sus consellers, a la manifestación del día 19 convocada en contra del proyecto.
Estos argumentos han llevado al presidente de la Generalitat a reivindicar la gestión de las infraestructuras catalanas por parte del Govern, ya que, a su juicio, las instituciones catalanas se han caracterizado por la "búsqueda del consenso" y el Gobierno del Estado imponen sus criterios sin tener en cuenta las sensibilidades de todas las partes implicadas.
"Yo sólo he pedido la modificación del DORA y ha sido el Gobierno del Estado quien deslealmente y unilateralmente ha decidido romper el acuerdo", se ha defendido Aragonès, quien ante la petición de la patronal de que rectifique y haga posible la inversión ha señalado: "O el futuro económico del país se hace con preservación medioambiental o lo que nos espera es pobreza y crisis climática".