La caña de España

Transbordo, Moncloa

La caña de España

En Madrid, como en cualquier otra comunidad autónoma, las elecciones no son otra cosa que la renovación de su Asamblea y la consecuente formación del gobierno regional. De hecho, tendrían que ser menos emocionantes que las de Catalunya, porque en Madrid, hasta donde sabemos, no se juega la unidad del Estado ni se decide la fuerza del independentismo, ni hay peligro de crisis del régimen. Sin embargo, la conjunción de algunos astros, las hipérboles de los mensajes, el gusto por las palabras altisonantes y una buena dosis de centralismo informativo hicieron que el próximo martes parezca la fecha fundacional de algo, aunque no sepamos qué.

A waiter arranges beer bottles labeled with the face of the Madrid Regional government leader Isabel Diaz Ayuso in a bar in Madrid, Spain, April 28, 2021. REUTERS/Sergio Perez

Botellas de cerveza con la imagen de Isabel Díaz Ayuso 

SERGIO PEREZ / Reuters

Es que llevamos un mes de sobresalto permanente. Vimos saltar desde el gobierno de la nación a un proyecto regional a uno de los líderes más vistosos del siglo XXI y se juega su futuro. Vimos engrandecerse como líder a una mujer que sorprendió por su desparpajo y la aceptación de su populismo conservador. Asistimos a la aparición formal de fenómenos inquietantes como el discurso del odio, nunca escuchado con tanta intensidad. Nos asustamos con algunos asomos de violencia. Presenciamos el primer combate directo entre los dos bloques –¿quizá frentes?– en que España parece formalmente dividida. 

Si Vox entra en el gobierno madrileño, puede inaugurar una imagen de dominio de la ultraderecha, con efectos en la imagen exterior de España

La derecha aspirante lanzó el mensaje de que estas urnas inauguran el cambio de ciclo, y la izquierda teme que pueda ser verdad. Por no faltar, no faltaron referencias a la monarquía, que algún partido mantiene entre sus prioridades de derribo. Y la constante ha sido, primero, enfrentar socialismo o comunismo con libertad y, después, abrir la dialéctica de fascismo versus democracia. Lo nunca visto desde comienzos de la transición.

Si esas han sido las semillas sembradas en la campaña, esos serán los frutos que se recogerán en las urnas del día 4. “La caña de España”, que publicó este diario, puede parecer una anécdota divertida, pero encierra una forma de entender la política. La posible entrada de Vox en un gobierno regional, si se produce, puede ser la normalización de ese partido, pero también la inauguración de una imagen de dominio de la ultraderecha, con efectos en la imagen exterior de España. 

El aprovechamiento de unas balas enviadas por correo no debiera ser la dialéctica de este tiempo. Este país, sencillamente, no es así

Un aumento de la ventaja de Más Madrid sobre Unidas Podemos, ahora con Iglesias al frente, tendría consecuencias en la fortaleza de la coalición de gobierno e incluso en la estabilidad general, porque Más Madrid es más cauto en el rechazo al “régimen del 78”. Y falta por saber si los resultados del PSOE provocarán una crisis de partido y de su secretario general. No es lo mismo liderar el primer partido entre las fuerzas de izquierda que quedar en segunda posición.

Para ser unas elecciones regionales, no está mal. Lo que supongo es que se desvanecerá el lenguaje utilizado durante las últimas semanas. La mayor parte del país no se ve reflejado en esos conceptos de “fascista” o “comunista” en que se quiso partir a la sociedad, como si esta fuese la España del 36 o una narración de Chaves Nogales. El aprovechamiento de unas balas enviadas por correo no debiera ser la dialéctica de este tiempo. Este país, sencillamente, no es así.

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