Las novelas enrevesadas suelen concluir con un anexo con el elenco de personajes. Ese anexo solía titularse: dramatis personae . Las personas del drama. Muy apreciada por el pensamiento contemporáneo, la palabra persona viene del latín y significa máscara. Vamos a redactar hoy un rápido dramatis personae de la semana más loca de la política española desde que Soraya Sáenz de Santamaría depositó el bolso en el escaño de Mariano Rajoy mientras este se entregaba a una larga sobremesa que decidió su destino.
Pedro Sánchez. Hombre dotado de una mentalidad de baloncestista especialmente apta para la política, el presidente del Gobierno de España estaba perfectamente informado de los pormenores de la moción de censura en Murcia. Podía anotar un triple: apuntalar a Ciudadanos, afianzar posiciones en la España del Este rompiendo el bloque conservador murciano y desmoralizar al Partido Popular. Sánchez nunca ha dejado de mirar con mucho interés los diez diputados que el partido naranja conserva en el Congreso. El presidente minusvaloró o no fue informado correctamente sobre la endeblez del partido que dirige Inés Arrimadas y tampoco fue advertido sobre la rocosa hegemonía de la derecha murciana después de 26 años de gobierno ininterrumpido. Tampoco vio venir la furiosa reacción del grupo dirigente del Partido Popular. Sánchez corre ahora el riesgo de perder el cojinete centrista (Ciudadanos) con el que quería empezar a tomar distancias de Unidos Podemos sin romper la actual coalición de Gobierno.
Inés Arrimadas. Anteayer proclamada “novia de España”, hoy vilipendiada por quienes con más entusiasmo la aplaudían cuando retiraba lazos amarillos en Catalunya, Arrimadas se halla en graves dificultades para mantener a flote el partido que heredó de Albert Rivera . No es fácil asegurar la disciplina en una organización política de escasa tradición después de dos descalabros electorales consecutivos. Al igual que le ocurrió a Adolfo Suárez durante su segunda vida en los años ochenta, cuando se hallaba al frente del Centro Democrático Social (CDS), en España los partidos bisagra solo giran fácilmente a la derecha. El día que pretenden girar a la izquierda, estallan o los hacen estallar. Curiosidades de la mecánica en España.
Edmundo Bal. Este correoso abogado del Estado, cuyo nombre pudo haber imaginado Alejandro Dumas , ha asumido la tremenda responsabilidad de intentar salvar a su partido en las elecciones madrileñas. Si no lo consigue, Ciudadanos puede morir. Con un puñado de escaños, Edmundo Bal podría transformarse en Edmond Dantès , el Conde de Montecristo, y pedir al PP la cabeza de Isabel Díaz Ayuso a cambio del voto de investidura.
Isabel Díaz Ayuso. El personaje más trepidante de esta trama, esculpido por Miguel Ángel Rodríguez, el periodista castellano que ayudó a José María Aznar a llegar al palacio de la Moncloa. Ayuso y su pigmalión vienen trabajando desde hace tiempo para el adelanto electoral en Madrid. Recordemos que persona significa máscara. La máscara de Díaz Ayuso está concienzudamente diseñada para atrapar el máximo número de votantes de Vox. Una victoria indiscutible en Madrid le convertiría en líder moral de la oposición a Sánchez.
Pablo Casado. El presidente del Partido Popular se resistía desde hace meses al adelanto electoral en Madrid, que juzgaba inconveniente. Ante la moción en Murcia, Casado dio la orden de ataque. Objetivo: desintegrar a Ciudadanos, partido en cuyo interior el PP cuenta con zapadores desde hace tiempo. Casado ha logrado salvar la presidencia de Murcia y ahora deberá cruzar los dedos en Madrid. Aun ganando votos el 4 de mayo, el PP puede quedar prisionero de Vox.
Pedro Sánchez calibró mal la endeblez de Ciudadanos y ahora puede perder el cojinete centrista
Pablo Iglesias. El rey de los golpes de efecto ha sorprendido a todo el mundo renunciando a la vicepresidencia segunda del Gobierno para asegurar que su partido supere el 5% en Madrid. Los sondeos ya le sitúan claramente por encima del 10%, en busca de la tercera posición. Abandonando el Ejecutivo, Iglesias reconfigura la relación de Unidas Podemos con el PSOE y gana autonomía como electrón libre: se convierte en el gran outsider de la política en España. Amado por sus seguidores, profundamente detestado por sus adversarios y con escasos apoyos en los medios de comunicación, Pablo Iglesias difícilmente dejará de ser el líder de Podemos.
Alberto Garzón. La dirección del PCE propuso a Alberto Garzón, miembro del partido, para encabezar la candidatura de UP en Madrid. El ministro de Consumo se resistió y fue entonces cuando Iglesias decidió dar el paso.
Yolanda Díaz. También afiliada al PCE, la ministra de Trabajo ocupará el puesto de Iglesias en el Gobierno. No lo tendrá fácil. Su primera decisión fue comunicar a Iglesias que no pensaba batallar con Nadia Calviño por el título de vicepresidenta segunda. Otro estilo. Otro carácter.
Íñigo Errejón. La más irreparable escisión de la izquierda madrileña gira entorno al divorcio entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón durante la pasada legislatura. Muy bien tratado por los medios de comunicación madrileños, Errejón sueña con construir un nuevo sujeto político a escala nacional si Podemos vuelve a fracasar en Madrid. Iglesias no ha faltado a la cita. Ben Hur y Messala. Messala y Ben Hur.
Mónica García. Candidata de Más Madrid, con cierta autonomía de vuelo respecto a Errejón.
Ángel Gabilondo. El profesor serio, soso y cabal que puede gustar a los madrileños cansados de tanto ruido y crispación. El Joe Biden del momento trumpista que vive Madrid. Este será el enfoque de la campaña del PSOE.
El ministro Alberto Garzón tuvo la oferta de encabezar la lista de UP en Madrid y la declinó
Santiago Abascal. Puede perder votos en Madrid y ganar profundidad estratégica si Díaz Ayuso acaba dependiendo exclusivamente del voto de su partido. La candidata de Vox será Rocío Monasterio , eficiente polemista.
Alfonso Fernández Mañueco. El presidente de Castilla y León cruza los dedos. Mañana se vota una moción de censura presentada por el PSOE y no se tiene total certeza sobre el voto de los procuradores regionales de Ciudadanos.
Fernando López Miras. El presidente de Murcia ha logrado sortear la moción de censura planteada por el binomio Ciudadanos-PSOE mediante la absorción de tres diputados de Cs dispuestos a abandonar su partido -después de haber estampado su firma en la mocion-, y de otros tres diputados de Vox que ya abandonaron el suyo hace tiempo. Uno de los fugitivos de Vox también se integrará en el ejecutivo murciano para hacerse cargo de la consejería de Educación. La anatomía del poder político en Murcia deviene un interesante objeto de estudio: propiedad agraria de alto rendimiento, negocio inmobiliario, influjo militar (base aérea de San Javier, Arsenal de Cartagena, Brigada Paracaídista en Murcia) y el influyente papel articulador de la Universidad Católica de Murcia.