En una semana, la presencia de Vox en el Parlament será una realidad, y la mayoría de la Cámara ha decidido tomar medidas para afrontar de forma conjunta esta situación. Después de un primer encuentro exploratorio la semana pasada, diputados electos del PSC, ERC, JxCat, la CUP y En Comú Podem –que suman 115 de los 135 escaños– volvieron a reunirse ayer y abordaron “la elaboración de un protocolo” para “aislar el discurso del odio de Vox” y “minimizar su impacto” en la nueva legislatura, señalaron en un comunicado. El PP y Cs quedan voluntariamente fuera de esta estrategia.
Tras la reunión, los socialistas explicaron que habían aportado sus propias propuestas, que hicieron llegar con anterioridad al resto de los grupos, y que pasan, entre otras cosas, por coordinar los votos de todos ellos para dejar a Vox fuera de la Mesa del Parlament y de la presidencia de las comisiones. El PSC también propone llegar a un acuerdo para no firmar iniciativas conjuntas con este partido.
Los diputados de la ultraderecha no firmarán el protocolo de la Cámara contra el acoso sexual
El PP ya había avisado que no participaría de “ningún cordón sanitario” a Vox. Cs, que opta también por quedar fuera del frente común, envió la semana pasada una carta al PSC pidiéndole que concretara si su propuesta de aislamiento –que no cita a Vox, pero se sobreentiende– se dirige a Junts, ya que en su opinión tiene planteamientos que “suelen asociarse con la extrema derecha”.
Los cinco grupos se emplazaron a otra reunión la semana próxima, cuando se celebrará el pleno de constitución del Parlament, como máximo el día 12.
Y antes de que empiece la legislatura, los once diputados de Vox ya dieron ayer muestras de su idiosincrasia, al anunciar su líder, Ignacio Garriga, en Twitter, que “evidentemente” no firmarán la declaración del Parlament de “tolerancia cero” ante la discriminación y el acoso psicológico o sexual. La declaración es voluntaria y forma parte del plan de igualdad de género aprobado por unanimidad la pasada legislatura con el objetivo de promover la igualdad “efectiva” de hombres y mujeres y la no discriminación del colectivo LGBTI. El documento, que se entrega a los diputados con el resto de la documentación cuando van a recoger sus credenciales, también les emplaza a “cooperar diligentemente” ante posibles denuncias. Igualmente, se comprometen a participar en la formación que imparta la Cámara sobre igualdad de género y sobre prevención del acoso.
Garriga aseguró que el Parlament “además de imponer cuotas y victimizar a las diputadas, también crea su chiringuito correspondiente pagado por todos los catalanes”. “No aceptamos ni una lección de quienes agreden a diario a nuestros policías, muchos de ellos mujeres”, añadió.