Arrimadas se revuelve contra Casado tras romper el diálogo con el PSOE

La presidenta de Cs reprocha al líder popular el plan para “cargarse” su partido

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Inés Arrimadas anunció el jueves en el Congreso el no de Cs a los presupuestos del Estado

EP

No habían pasado 24 horas de la ruptura de las conversaciones de Ciudadanos con el Gobierno de Pedro Sánchez, y la presidenta del partido liberal, Inés Arrimadas, mostraba ayer su nueva estrategia, disputar frente a frente al PP el espacio político que Pablo Casado ha pretendido ocupar desde que Cs inició su acercamiento al PSOE.

A pesar de que tanto Arrimadas como Casado presumen de su sintonía y de mantener una comu­nicación fluida, ha bastado una información periodística sobre la ­intención del presidente de los populares de ir al asalto de Ciudadanos para que su presidenta se revuelva contra su amigo y le recrimine no hacer po­lítica en positivo, sino contra alguien.

Tras la ruptura de las negociaciones presupuestarias con el PSOE, Arrimadas desplegó ayer una actividad frenética en distintos medios de comunicación para explicar su no a las cuentas del Estado y justificar su posición, de la que no se arrepiente, por las mejoras económicas que ha obtenido. Pero la líder del partido naranja sabe que su empeño en negociar con el Gobierno de Sánchez puede suponer ahora una rémora para su estrategia política, y más en un momento en que tiene muy próximas unas elecciones en Catalunya donde ese giro estratégico que inició Cs con su presidencia será evaluado por los ciudadanos, y puede costarle caro.

Así que, además de explicar las razones de su ruptura y la defensa de sus conversaciones, Arrimadas se empleó contra Casado, a quien recriminó “su plan para cargarse a Ciudadanos”, en lugar de pensar en “cómo ayudar para frenar las locuras de este Gobierno y sacar adelante la economía española. “Es una pena que el principal partido de la oposición, en vez de pensar en qué puedo ayudar, esté pensando en cómo cargarse a Cs”.

Es más, para Arrimadas, la estrategia del presidente del PP es que “España se arruine” para tener más posibilidades en las próximas elecciones, algo que considera incomprensible. La presidenta del partido naranja fue muy gráfica al describir la estrategia de su oponente: “No me mancho las manos, y que se arruine España, que ya luego me votarán a mí en las próximas elecciones, y de paso vamos a intentar cargarnos a Ciudadanos”.

La líder naranja acusa al del PP de jugar a que “se arruine España” para tener más opciones electorales

Por el contrario, el plan de Cs es “ser útiles para la vida de la gente”, explicó la líder naranja, que añadió: “Mi objetivo es que la gente que está harta del bipartidismo tenga en Ciudadanos un proyecto político”.

Además de los reproches a Casado, Arrimadas dedicó tiempo a explicar por qué era correcta su estrategia de negociar los presupuestos e insistir en hablar hasta el final con el PSOE, aunque ya se veía que el Ejecutivo se inclinaba por la vía de ERC y EH Bildu.

Para Arrimadas, Sánchez tenía en sus manos “una vía moderada” para aprobar las cuentas, pero “se ha decantado por la parte radical del Gobierno, esa en la que se encuentra Podemos”, que desde el principio, según relató la presidenta de Cs, intentó apartar de la negociación a su partido, porque no encajaba en su estrategia de que el Gobierno mire a la parte más radical del arco parlamentario, y no a la más moderada que ellos representan.

Pero la negociación continuó porque la líder liberal veía posibilidades y veía a ministros “que querían llegar a un acuerdo con Ciudadanos”. Y es que no solo Felipe González o barones como Emiliano García-Page, dice Arrimadas, eran partidarios del acuerdo con Ciudadanos y de no llegar a acuerdos con EH Bildu. Había también ministros que rechazaban la vía que se ha impuesto durante el debate presupuestario.

Después de confirmarse “esa vía radical”, la continuidad del partido liberal en la negociación era inviable, y más después de las “concesiones intolerables” que Sánchez otorgó a los independentistas, como puede ser el que en la nueva ley educativa no figure la referencia al castellano como lengua vehicular de la enseñanza.

La presidenta de Ciudadanos dice que ministros socialistas preferían el pacto con ellos al de ERC y Bildu

Arrimadas criticó también que el acuerdo con ERC lleve a la armonización fiscal de distintos tributos cedidos, que en la práctica supone “una subida de impuestos”. Igualmente, está convencida de que detrás del apoyo de EH Bildu está el acercamiento de presos de ETA a cárceles próximas al País Vasco. Frente a esas condiciones, señaló las que pedía Ciudadanos, entre ellas que se recuperara el castellano como ­lengua vehicular y “cuestiones básicas” como las ayudas a los autó­nomos más castigados por la pandemia.

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