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Alejandro Fernández: cogiendo el tono, entre Morrisey y Gary Cooper

Políticos confinados

Le va el rock and roll es algo que tienen claro quienes siguen sus intervenciones en el Parlament

Que a Alejandro Fernández le va el rock and roll –al menos en sentido figurado– es algo que tienen claro quienes siguen sus intervenciones en el Parlament. No es de extrañar que disfrutara en su momento con la Autobiografía de Morrissey, el irreverente exlíder de The Smiths, cuya lectura recomienda para estos días de encierro. “Que es un gran escritor se ve en sus letras, pero si te gusta el pop británico de los ochenta-noventa este libro es imprescindible, habla de todos, es cruel, porque no se corta un pelo, pero es fantástico”, asegura, entre risas.

El presidente del PP de Catalunya está pasando estas semanas de confinamiento en su casa, en Tarragona, acompañado de su mujer y de la hija de ambos de tres años. “La niña está contenta de verme tanto en casa porque normalmente salgo a las siete para ir a Barcelona y vuelvo a las doce”, asegura.

Una vez habituado a no poder salir de casa, dice que “con un poco de disciplina se lleva bien”. “Incluso se disfruta –añade– porque tengo tiempo para meterme en alguna novela de esas largas, que requiere concentración, y puedo quedarme alguna noche a ver películas hasta altas horas de la madrugada”.

Con el trabajo se organiza bien, explica, todo por videoconferencia, un método al que se ha acostumbrado pero que no le gusta. “Al principio estuvimos desconcertados, no sabes bien cómo orientar el mensaje. En la oposición tenemos que criticar lo que hace mal el gobierno, pero sin pasarnos porque la gente lo que quiere es solidaridad entre nosotros, y coger el tono con este sistema telemático es más complicado”, detalla.

Sobre la crisis, transmite un mensaje de optimismo. “La humanidad ha vivido cosas peores, saldremos adelante. La ciencia encontrará la manera de convertir esta pandemia en una enfermedad controlable”, señala. Le preocupa más que crezca el discurso de la antipolítica. “La política no es idílica, pero la vida sin ella y sin democracia lo es aún menos”, advierte.

Estos días añora “salir a tomar una caña, pasear, ir a la montaña”. Pero lo primero que hará, cuando se pueda, es abrazar a su madre.

Entre sus recomendaciones para el confinamiento, hay un ensayo sobre la I Guerra Mundial, Los cañones de agosto , de Barbara Tuchman; la serie francesa Oficina de infiltrados y la película El manantial , con Gary Cooper, una de esos títulos de cine clásico con los que le dan las tantas de la madrugada.