Barcelona suma una noche más de disturbios tras conocerse la sentencia del Tribunal Supremo a los líderes independentistas por el 1-O. La novedad de este jueves fue que grupos ultras, al grito de “¡a por ellos!”, se congregaron en la plaza Artós y amenazaban con agredir a manifestantes independentistas. Los Mossos d’Esquadra se marcaron como objetivo primordial alejar a los fascistas de la concentración pacífica de Jardinets de Gràcia, pero tuvieron “imposible” encapsularlos y evitar algunas agresiones como la paliza que le dieron a un joven en el cruce de Balmes y Roselló.
Según informó anoche el Departament d’Interior, la falta de efectivos hizo inviable contener a los ultras en la plaza Artós “ante el número de manifestaciones simultáneas” que había. “Cuando se han disuelto lamentablemente no se ha podido evitar algunas agresiones”, añade el breve comunicado compartido en Twitter junto a del recorrido de las marchas antagónicas.
Este viernes, el ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska, ha reconocido sobre el dispositivo de anoche que “los Mossos tienen los medios con que cuentan”, pero que “la coordinación es efectiva y directa” y la Policía Nacional “actuó cuando se lo requirieron los Mossos”. El dirigente ha explicado que en un primer momento se preveía factible mantener separados a los dos grupos con los agentes de la policía autonómica disponibles. pero “cuando se vio, por circunstancias sobrevenidas, que los Mossos no eran suficientes, se reactivó el apoyo de la Policía”.
En la zona de Jardinets este jueves se concentraron unas 13.000 personas, según Guardia Urbana, para pedir la libertad de los políticos presos. Una cifra menor a la de otras concentraciones de esta semana, pero en la que no se registraron incidentes destacables y se desconvocó pacíficamente.
Los Mossos d’Esquadra lograron evitar incidentes mayores cuando frenaron a un grupo de antifascistas en Rambla Catalunya con la calle Mallorca. Ya habían pasado las nueve de la noche y los independentistas querían enfrentarse a los ultras de la plaza Artós, pero los agentes cargaron contra ellos. Antes de eso dejaron a su paso destrozos, barricadas y algún incendio como las noches anteriores.
Ante la falta de agentes
Los Mossos optaron por controlar la evolución en lugar de retenerlos
La policía catalana asegura que no podían rodear a los de extrema derecha al principio de su concentración, que es la estrategia habitual en estas situaciones, así que como alternativa optaron por “controlar permanentemente la evolución de las manifestaciones para impedir que el grupo llegara a Els Jardinets”.
Aseguran los Mossos que cuentan con imágenes que permiten iniciar una investigación para identificar y detener a los autores de la paliza al joven antifascista. Los agresores lo tiraron al suelo y lo golpearon con diversos objetos. Aunque no fue la única paliza en masa de la noche. Un grupo de CDR agredió a un ultra solitario en la calle Muntaner con Mallorca sobre las 23.10 horas y tuvo que ser evacuado en ambulancia. Los asaltantes independentistas quemaron la bandera preconstitucional que llevaba el ultra y dicen que le quitaron un cuchillo de grandes dimensiones. Este segundo ataque también está siendo investigado por la policia catalana aunque la víctima aún no haya presentado ninguna denuncia.
En total esta cuarta jornada de protestas en Catalunya se saldó con al menos 19 detenidos a cuenta de Mossos y Policía Nacional. Sobre los arrestados pesan los delitos de desórdenes públicos o atentado contra agentes de la autoridad y pasarán a disposición judicial.
El balance de heridos del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) asciende a 42 personas en Catalunya, 36 de ellas solo en Barcelona. Además, un total de cinco agentes de los Mossos resultaron heridos de diversa consideración.