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La izquierda ultima el pacto para investir mañana a Puig

En las Corts Valencianes

Unidas Podemos entrará en el nuevo ejecutivo del PSPV y Compromís

El presidente valenciano, Ximo Puig, en un acto institucional en el Saló de Corts del Palau de la Generalitat

Kai Försterling / EFE

El líder de los socialistas valencianos, Ximo Puig, será investido mañana presidente de la Generalitat en las Corts Valencianes. Lo será con el apoyo del PSPV, Compromís y Unidas Podemos, cuyos negociadores ultimaron durante todo el día de ayer los detalles, con no poca tensión, del reparto de competencias de gestión en cada una de las conselleries.

A diferencia del 2015, el nuevo ejecutivo autonómico valenciano estará integrado esta vez por todas las izquierdas, que suman en total siete sensibilidades: el PSPV, Compromís –coalición integrada por el Bloc, Iniciativa PV, Gent de Compromís y Els Verds–, y Unidas Podemos, coalición electoral de Podemos y Esquerra Unida del País Valencià (EUPV).

Anoche aún se debatía el reparto de algunas ompetencias entre los integrantes del tripartito valenciano

Podemos no quiso formar parte del ejecutivo anterior, pero ofreció durante toda la legislatura su apoyo parlamentario al gobierno del PSPV y Compromís. En esta ocasión, ocuparán dos conselleries. En el pacto que ayer se ultimaba, Compromís tendrá cuatro, y el PSPV, seis. Al cierre de esta edición se discutía si la figura del presidente se integraría en este reparto o sumaría una pieza más del nuevo Consell. Es decir, el debate estaba entre un ejecutivo con 12 conselleries, dos más que en el 2015, o 13, contando con el presidente. Compromís llegó a pedir un ejecutivo de 14 departamentos, lo que fue rechazado por el PSPV y por Unidas Podemos.

La negociación entre las izquierdas valencianas ha sido muy diferente a la del 2015, que contó con la clara voluntad de apartar al PP de todas las instituciones valencianas. El programa de gobierno, los objetivos, quedaron ayer cerrados. Pero se impuso el tacticismo y el partidismo en el reparto de cuotas de poder en la Administración valenciana. Nada que ver con la generosidad e ilusión de hace cuatro años.

La razones son varias. La primera es el resultado del 28 de abril. Las elecciones autonómicas, que Ximo Puig decidió adelantar coincidiendo con las generales, reforzaron al PSPV, que obtuvo 27 diputados. No era el caso de Compromís, formación que se opuso al adelanto y que perdió dos diputados. En el caso de Unidas Podemos, la formación retrocedía hasta los ocho escaños.

Este resultado, que se vio confirmado en las elecciones municipales con excelentes resultados también para el PSPV, más débiles para Compromís y nefastos para Unidas Podemos, ha contaminado la nueva negociación. Compromís ha perdido una conselleria respecto al 2015, y anoche una de las batallas era que la coalición valencianista no quería ceder algunas competencias a Unidas Podemos.

A esta razón se suma cierta desconfianza de unos socios que han convivido juntos cuatro años en todas las áreas del poder autonómico. Quedaba ayer también por concretar qué áreas iba a ocupar Mónica Oltra, además de la vicepresidencia del Consell.

La líder de Compromís mantiene desde hace tiempo una dura pugna interna con el sector del Bloc que aspira a más poder frente a Iniciativa en la Administración valenciana. Anoche quedaron por cerrar algunos flecos que se seguirán negociando en una nueva reunión esta mañana.