Comunes y PSC no descartan que la operación Colau llegue a más ciudades
El camino hacia la Moncloa
Los dos dan prioridad a gobiernos progresistas pero niegan una estrategia global
El paso al frente de Ada Colau para intentar ser de nuevo alcaldesa de Barcelona ha descolocado a ERC y pone en riesgo el objetivo del independentismo de controlar la capital de Catalunya y otras dos capitales de provincia, plazas imprescindibles para apuntalar la hegemonía soberanista.
En este contexto, los comunes intentan hacer de la necesidad virtud y, pese al importante batacazo de las municipales, tratan de rentabilizar al máximo su posición de bisagra entre ERC y el PSC para entrar o condicionar el máximo número de gobiernos locales. ¿Es posible extender un eventual pacto de Barcelona a otras ciudades? Catalunya en Comú y el PSC no descartan poder llegar a acuerdos en otros municipios, aunque desvinculan las conversaciones en la capital catalana del resto de estrategia municipal.
Los independentistas necesitan a los comunes para gobernar en antiguos feudos socialistas
No existe explícitamente una consigna para trasladar una hipotética entente entre Colau y Jaume Collboni allí donde la aritmética permita, insisten, pero acuerdos de este tipo en localidades donde ERC tiene la oportunidad de gobernar son una posibilidad real. Ha ocurrido, por ejemplo, en Sabadell, donde el PSC ha recuperado la alcaldía gracias a un pacto con Podemos (se presentó en solitario). Los republicanos han obtenido allí su mejor resultado con siete concejales y han intentado una alternativa de gobierno, pero se han quedado solos.
Son muchas las ciudades que están en juego, y donde los comunes pueden decantar la balanza hacia el independentismo o hacia el socialismo, como Tarragona, Lleida, Castelldefels, Badalona, Viladecavalls, Blanes, Tortosa o Lloret de Mar. Allí, el partido de Colau propone un tripartito con ERC y el PSC como en Barcelona, aunque es improbable que llegue a producirse.
Mientras lo comunes priorizan gobiernos “de progreso y de cambio”, los socialistas apuestan por alcaldías “progresistas y que respeten la convivencia”. Las coincidencias existen pero también hay grandes diferencias entre los dos espacios.
No son pocas las voces, tanto entre los comunes como en el PSC y en el soberanismo, que admiten que lo que acabe ocurriendo en Barcelona tendrá repercusiones más allá de la capital. El independentismo siempre ha intentado crecer a través de los comunes y ahora los necesitan para implantar su estrategia de control territorial, sobre todo en las grandes ciudades y antiguos feudos socialistas. Una situación de la que el partido de Colau puede sacar provecho político en un momento en el que parecía tocado y a punto de hundirse.