Cisma independentista por el recurso de Puigdemont al TC
La cuestión catalana
La denuncia del expresident a Torrent y la Mesa del Parlament reabre la crisis entre JxCat y ERC
Las espadas vuelven a estar en alto en el seno del Govern y los partidos que lo sustentan. El recurso que ha interpuesto Carles Puigdemont ante el TC contra el acuerdo tomado por la Mesa del Parlament y su presidente, Roger Torrent, sobre la suspensión del expresidente como diputado ha reabierto la crisis que arrastran JxCat y ERC desde la fallida declaración de independencia. Un enfrentamiento que aflora de forma intermitente y del que esta nueva pugna es tan solo un nuevo capítulo.
Las versiones sobre lo ocurrido en uno y otro bando son totalmente contradictorias. Lo que dice JxCat lo desmiente ERC y al revés. Mientras que fuentes de la presidencia del Parlament aseguran que Torrent no fue informado del recurso de Puigdemont contra la Mesa, el grupo del expresidente sostiene que sí fue puesto en aviso y que todo forma parte de una estrategia puramente jurídica para defender los derechos parlamentarios del expresident. “No queremos hacer sangre”, insisten. “Respetamos la decisión de Puigdemont”, mantienen en ERC de forma pública.
“Es una cuestión de pura lógica jurídica, conocida por el presidente del Parlament y que se gestionará con toda normalidad”, explicaba en Catalunya Ràdio el conseller Damià Calvet. Desde Junts per Catalunya se esgrime que es “imprescindible” para que Puigdemont pueda proseguir el recorrido legal contra Llarena en los tribunales europeos.
“No hemos hablado de los temas del Parlament en la reunión del Govern. No hemos abordado aspectos que afectan a los grupos parlamentarios”, ha señalado la portavoz del Ejecutivo catalán en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consell Executiu a instancias de los periodistas. “Es un requerimiento técnico legal para poder llevar el asunto a la justicia internacional”, ha zanjado Elsa Artadi.
Sea como fuera, lo único claro es que ambos partidos viven lo ocurrido como una deslealtad que se suma a la larga lista de desencuentros. La suspensión de los diputados dictada por el juez Llarena abrió la caja de los truenos en el Parlament y el asunto aún no se ha resuelto.
Junts per Catalunya y Esquerra Republicana dejaron la Cámara sin plenos entre mediados de julio y octubre por las discrepancias sobre cómo aplicar la suspensión de los parlamentarios procesados por rebelión tras chocar a cuenta del caso concreto del expresident, la línea roja de los posconvergentes.
En octubre, el debate de política general quedó en el aire y se aplazó por esa misma cuestión y se vio que el acuerdo entre las dos familias hegemónicas del soberanismo se había cerrado en falso. Todo ello se saldó con Jordi Sànchez, Jordi Turull, Josep Rull y el propio Puigdemont sin derecho a voto, tras no acatar la fórmula propuesta por los letrados de la cámara y propuesta en el auto de conclusión de la Instrucción de Llarena.
PSC y Cs piden a los independentistas que “dejen de hacer teatro” y “gobiernen”
Los grupos de la oposición han calificado de “ridícula” y “esperpéntica” la enésima crisis entre los grupos de Govern. “Este es un nuevo episodio del engaño al que tienen sometida a Catalunya”, ha lanzado la portavoz del PSC, Eva Granados, que ha subrayado la “contradicción” de que Puigdemont acuda al TC cuando ha impulsado en el Parlament “iniciativas que dicenque los tribunales españoles no tienen competencia ni legitimidad” en Catalunya “ahora acuda al Constitucional”. “Bienvenido al Estado de derecho”, ha añadido Granados. El PSC votó en la Mesa junto a ERC en el acuerdo que el expresident ha recurrido y que le dejaba sin la posibilidad de votar en los plenos si no designaba a un sustituto.
“Que dejen de hacer teatro, que cuenten la verdad y que se pongan a gobernar”, ha afirmado el portavoz de Cs, Carlos Carrizosa.