Ignacio Cosidó, en el punto de mira en las últimas horas por sus mensajes sobre el acuerdo entre PSOE y PP para renovar el Poder Judicial revelados por el diario El Español, no se ha planteado dimitir “en ningún momento”. Así lo ha afirmado el portavoz de los populares en el Senado este martes en rueda de prensa desde la cámara alta, después de que el candidato que habían pactado su partido y el PSOE para presidir el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) haya renunciado antes de que se materialice su nombramiento por las revelaciones del propio Cosidó.
El popular ha asegurado que seguirá al frente de su grupo parlamentario mientras tenga su apoyo y el del presidente del partido, Pablo Casado, algo que asegura tener. Además, ha señalado que su partido “es independiente” y que las peticiones de dimisión de “aquellos que propiciaron la moción de censura a Mariano Rajoy” y de otras fuerzas tienen “muy poca influencia” en su partido.
El exjefe de la Policía se ha excusado diciendo que en público jamás haría esas afirmaciones, que enmarca en el ámbito privado y personal, y acusa al Gobierno de “haber contaminado” la renovación del Poder Judicial por la filtración de nombres y le culpa del fracaso en la renovación. Además, ha afirmado que la revelación de sus mensajes ha tenido una incidencia menor en la decisión de Marchena, ubicando así toda la responsabilidad en el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
El proceso venía muy contaminado previamente, la filtración de ese WhatsApp creo que es muy menor”
Como ha hecho esta mañana Javier Maroto, ha asegurado que el pacto ha “fracasado” y está “roto” y que paralizarán el proceso en el Senado, donde los populares tienen mayoría absoluta, con el procedimiento adecuado. Ha revelado que habían acordado la renovación del CGPJ por “sentido de Estado”.
“El proceso venía muy contaminado previamente, la filtración de ese WhatsApp creo que es muy menor”, ha remarcado. “He lamentado que un WhatsApp que era de un ámbito privado se fuera a un ámbito público”, ha expresado sobre el mensaje.
También ha insistido en la dimisión de la ministra de Justicia, Dolores Delgado, que fue reprobada en las Cortes Generales en octubre a instancias de los populares. Si bien en el anterior Gobierno, presidido Rajoy, había varios ministros reprobados, entre ellos el de Justicia, Rafael Catalá -que fue el primer ministro reprobado desde la Transición en la cámara baja-. Cosidó ha considerado en que la interlocución del PSOE, la ministra Delgado, debe cambiar. El interlocutor del PP fue el antecesor de Delgado al frente de la cartera de Justicia, el propio Catalá.
Ahora el acuerdo queda “trastocado” por la decisión de Manuel Marchena de renunciar, algo que respeta. Y ha pedido abrir un proceso de reflexión para mejorar el procedimiento de renovación de la cúpula judicial, instando a hacer lo mismo a las demás fuerzas políticas.
El pacto alcanzado entre socialistas y populares daba la presidencia del Poder Judicial y del Tribunal Supremo a Manuel Marchena, el candidato propuesto por el PP, pero el CGPJ tendría mayoría de vocales progresistas. Ello se enmarcaba en la intención del Gobierno de disolver la comisión permanente del Consejo y que el órgano fuera menos presidencialista.