Torrent acusa al Estado de perseguir el corazón de la democracia y llama a la calma y a la no violencia
La detención de Puigdemont
El president del Parlament insiste en su propuesta de frente unitario y reclama salidas políticas y diálogo en vez de la vía judicial
Roger Torrent reaccionó a la detención de Carles Puigdemont con un mensaje institucional este domingo por la noche, similar a los que hacía el president cesado el pasado mes de octubre. Durante su intervención acusó al Estado de “perseguir el corazón de la democracia”. “La hora es grave. La excepcionalidad, evidente”, apuntó el presidente del Parlament, que considera que “la democracia está por encima de todo, de cualquier interés” y aun así reclamó una salida política y dialogada a la situación que vive Catalunya e hizo un llamamiento a la calma, sin dejar de lado la firmeza de la respuesta.
A juicio de Torrent, que compareció con un lazo amarillo en la solapa de su americana y con la puerta abierta de fondo, lo que se está haciendo en Catalunya en estos meses es “un laboratorio para perseguir la disidencia en todas partes” y de ese modo se ponen “en riesgo los fundamentos de la construcción de Europa”, señaló.
Con los últimos encarcelamientos y la detención de Puigdemont, denunció, “no se persigue a personas, también se persigue la voluntad de los catalanas”. No obstante, hizo un llamamiento a la no violencia y a la vez a la firmeza. El president del hemiciclo, máxima autoridad de Catalunya por detrás del president de la Generalitat -puesto ahora vacante-, hizo un llamamiento a la calma y “a las respuestas cívicas, transversales, democráticas y pacíficas”. “Esta situación exige una salida política y no judicial. Es la hora de la política”, apuntó y recordó que siempre han ofrecido diálogo.
Empezará a trabajar este lues con partidos, sindicatos y entidades de la sociedad civil para articular una respuesta conjunta y unitaria a la situación que vive Catlaunya
“Estamos viviendo los momentos más oscuros de la democracia y los derechos fundamentales en Catalunya y en el conjunto del Estado desde 1978”, advirtió y constataba que “hemos visto como se recortaban y vulneraban progresivamente derechos fundamentales que dábamos por descontados”. Pero consideró que el encarcelamiento de los diputados Jordi Turull, Josep Rull y Raül Romeva y las diputadas hasta el jueves por la noche, Carme Forcadell y Dorlos Bassa fue un “salto exponencial”. No obstante, reiteró su propuesta de un frente social y democrático en defensa de las libertades. Además, anunció que desde este lunes se dedicará a trabajar con sindicatos, partidos y entidades de la sociedad civil relevantes para articular una respuesta conjunta y unitaria.
El president del Parlament este sábado suspendió la segunda sesión del pleno de investidura, pero instó a los grupos a participar en un debate en el que tenían quince minutos para pronunciarse tras el encarcelamiento de los líderes soberanistas, todos ellos procesados por rebelión en la causa del procés que instruía el magistrado Pablo Llarena y con un escaño en el Parlament al menos hasta el jueves.
Este domingo, tras conocerse la detención de Puigdemont volvió a pedir “construir un frente común para defender los derechos y las libertades individuales y colectivas”.
Tras el debate del sábado, Torrent pronunció un discurso en apoyo de los políticos encarcelados junto a sus familiares –en el que los comuns se posicionaron junto a los soberanistas– y llamó a “todos los demócratas” a formar un “frente unitario” contra la “represión”. Ya antes, en su intervención inicial en la cámara catalana, denunció “las injerencias externas de los poderes del Estado” que impiden “la voluntad de la ciudadanía”.
La CUP, antes del discurso de Torrent, se ofreció a copar la Mesa del Parlament en un comunicado para responder a la detención de Puigdemont invistiéndolo president de la Generalitat. La formación anticapitalista lo hizo público con un comunicado y mensajes en sus redes sociales después de haber hecho llamamientos a las movilizaciones. En el Butlletí Oficial del Parlament de Catalunya (BOPC) se publicó hace unos días la ley que registró solo el grupo parlamentario de Junts per Catalunya para modificar la ley de presidencia y permitir investiduras a distancia.
Desde el jueves, los anticapitalistas anunciaron que pasaban a una nueva fase y a hacer oposición si los demás partidos soberanistas seguían instalados en la legalidad autonomista, a pesar de la simbología republicana. Por ello rechazaron la investidura de Turull con sus cuatro abstenciones.
Este domingo hubo una manifestación que marchó desde la sede de la comisión europea en Barcelona hasta el consulado alemán, en las Torres Mapfre, en la que estuvieron los líderes soberanistas que siguen en Catalunya y que el ayuntamiento de Barcelona cifró en unas 55.000 personas.
Paralelamente, los comités de defensa de la república (CDR) cortaron carreteras por toda Catalunya y congregaron a un millar de personas que se concentraron ante la Delegación del Gobierno en Barcelona, blindada por los Mossos. En esa protesta hubo una cincuentena de heridos y tres detenidos y se vieron escenas violentas, cargas de los Mossos y calles cortadas con contenedores quemados.