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Las razones de la CUP para abstenerse en la investidura de Jordi Turull

La cuestión catalana

Los anticapitalistas han dejado claro que preferían hablar de proyecto en vez de nombres y que no confían en Junts per Catalunya y Esquerra Republicana

Carles Riera en la sede de la CUP este miércoles por la noche

Marta Perez / EFE

La CUP ha vuelto a estar en el ojo del huracán y sometida a presión para investir a un candidato a la presidencia soberanista. Ocurrió hace dos años con Carles Puigdemont después de que descabalgaran a Artur Mas y forzaran su paso al lado y ha vuelto a ocurrir ahora, aunque con un escenario mucho más tenso a su alrededor y relajado para ellos. Tras la consulta a la militancia y la reunión de su consejo político y el grupo de acción parlamentaria, la CUP ha decidido mantener sus cuatro abstenciones en la investidura de Jordi Turull y ha dejado claras sus razones y sus motivos en todo momento.

La formación anticapitalista tenía previsto celebrar este miércoles un acto sobre cómo construir república y ensanchar la base social del soberanismo en Barcelona: ‘Horizonte República. Construir república ensanchando la base social. Ensanchar la base social construyendo república’. La citación judicial del magistrado Pablo Llarena y el anuncio de Torrent -previo- de convocar una nueva ronda de consultas preceptivas para buscar a un candidato a la presidencia de la Generalitat, precipitó la suspensión del acto. Pero esa es su consigna, construir república e implementar la voluntad popular que emana del referéndum del 1-O.

Horizonte República. Construir república ensanchando la base social. Ensanchar la base social construyendo república

CUP

Así lo ha remarcado en las últimas semanas la formación anticapitalista y así se expresó en su consejo político del pasado 3 de marzo. Esta misma semana, el martes, desde el atril de la sala de prensa del Parlament, su jefe de filas en la cámara catalana, Carles Riera, dejó claro que no querían hablar de nombres sino de proyecto y de programa de gobierno. Y el proyecto tiene como condición implementar la república y los resultados del 1-O, o al menos avanzar en ese sentido y no volver al autonomismo. “No podemos condicionar nuestra acción política a la acción represiva del Estado. Desde el primer momento dijimos que había continuar el embate con un programa de gobierno para esta legislatura que fuera valiente y continuara el mandato del 1-O”, apuntan en el texto que han enviado a la prensa al anunciar que mantenían las cuatro abstenciones.

Además, rechazan responder a la represión con acción política y condicionar sus decisiones a las providencias del magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo. “Consideramos que el Estado español quiere condicionar la política a través de la justicia y eso no lo podemos permitir. Hay que coordinar la acción antirepresiva para que nos haga más fuertes políticamente, pero eso no significa hacer política a golpe de citación del juez Llarena”, añadían en el texto que han hecho público a media hora del inicio del pleno de investidura.

Los comités de defensa de la república, los CDR, compartían este jueves imágenes con el lema ni autonomismo ni 155, al tiempo que anunciaban acciones para las próximas horas en todo el territorio.

Los anticapitalista se mantienen coherentes a su ideario y rechazan volver al autonomismo

Con un acto simbólico de desobediencia, como permitir el voto delegado de Toni Comín y Carles Puigdemont -algo que sería considerado ilegal por el Estado-, la CUP se abría a reconsiderar el sentido de su voto, previsto para la investidura de Jordi Sànchez. Por ello, rechazaban la cuestión de confianza a media legislatura que se les había ofrecido para seducirles y han rechazado la moción de confianza de aquí a un mes, una propuesta que han recibido este mismo jueves.

“Nos gustaría poder tener la confianza ahora y no dentro de algunos meses”, apuntó Carles Riera en la sala de prensa del Parlament el martes.Y es justamente la falta de confianza lo que empuja a la CUP a no dar un sí a Turull. En la documentación que ha enviado la CUP a sus bases para que tomaran una decisión sobre el candidato de Junts per Catalunya, a la que ha tenido acceso La Vanguardia , se enumeraban muchos más motivos para que el voto no fuera favorable a la investidura. El documento recordaba el gen convergente de Turull, su cercanía a Artur Mas en el pasado y destacaba que su investidura no aportaba nuevos elementos para que hubiera un cambio de sentido en su voto.

Seguramente, al escuchar el discurso de Turull desde sus escaños, los cuatro diputados de la CUP debían pensar que están en lo correcto. El candidato de Junts per Catalunya no ha mencionado la república ni una sola vez y ha tendido una mano al Gobierno y al jefe del Estado.

Además, este miércoles por la noche Lluc Salellas, del Secretariado Nacional, ya dejó claro que la decisión de convocar el pleno había sido “unilateral” de Junts per Catalunya y Esquerra Republicana, ellos no estuvieron implicados. Este jueves han querido remarcarlo otra vez en su comunicado.

Mireia Boya apuntó ante el juez Llarena que “la república no se hizo efectiva porque el Govern no hizo lo que tenía que hacer”, fue la única que no renegó del 1-O y el 27-O

En un ejercicio de coherencia, la CUP ha decido mantener su rumbo político y no volver a la fase autonomista, aunque los líderes de Junts per Catalunya, Esquerra Republicana y PDeCAT en sede judicial han reculado y han atribuido el carácter simbólico del 1-O y la declaración del Parlament del 27 de octubre previa al 155, la considera declaración unilateral de independencia. La única que en sede judicial no ha abdicado de la causa republicana ha sido Mireia Boya, que apuntó ante Llarena que “la república no se hizo efectiva porque el Govern no hizo lo que tenía que hacer”.

Con todo, la decisión de la CUP en última instancia -y la situación política anómala que vive Catalunya como marco general- activará el cronómetro para que haya nuevas elecciones si no hay un candidato en los dos meses posteriores a la votación de hoy y deja en el limbo la segunda votación, que debería tener lugar el martes. Antes Turull debe acudir a la vista con el magistrado que instruye la causa del procés en el Supremo y podría ser encarcelado de nuevo con las nuevas medidas cautelares y el auto de procesamiento, máxime después de que la Guardia Civil le atribuya en la investigación un papel relevante en el 1-O y la malversación de más de 700.000 euros; aunque con su discurso de este jueves haya rebajado el tono.

Y entre tanto lío, la CUP sigue a lo suyo y este fin de semana celebrará su tercera edición de la conferencia municipalista en Molins de Rei, el pistoletazo de salida para las elecciones municipales de 2019. Como no podía ser de otro modo, su lema será Arrelades, municipalisme per la República (Arraigadas, municipalismo para la República) y responderán a la pregunta sobre si es posible materializar la república desde los municipios.