Tres meses y un día después de las elecciones catalanas del 21-D se ha llevado a cabo la primera sesión de investidura para la presidencia de la Generalitat. Más de 90 días en los que se han evaporado dos candidaturas –Carles Puigdemont y Jordi Sànchez– por la imposibilidad de que los postulados estuvieran presentes en el hemiciclo hasta que el plan C de Junts per Catalunya y ERC ha presentado al debate de investidura a Jordi Turull.
Sin embargo, el exconseller de la Presidència y exportavoz del Govern –cesado de ambos cargos por el 155–, no ha sido investido 131.º presidente de la Generalitat este jueves dado que la abstención de los cuatro diputados de la CUP ha dejado a JxCat y ERC sin la mayoría absoluta imprescindible para ser elegido en prima votación. Una primera votación que, con todo, activa el engranaje de la XII Legislatura catalana y fija unos plazos determinados que acaban con el limbo en el que se encontraba el Parlament de Catalunya, con la sombra de una repetición electoral en verano.
El reloj de la investidura se desbloquea este 22 de marzo y corre hasta dentro de dos meses, el 22 de mayo
Después de que el candidato no haya alcanzado la mayoría absoluta en primera votación, el presidente del Parlament, Roger Torrent, ha convocado un segundo pleno de investidura para este sábado a las 10.00 horas. En esta segunda votación Turull ya sólo precisaría mayoría simple. Un requisito que si la CUP mantiene su abstención, JxCat y ERC sólo podrían alcanzar con la renuncia de Puigdemont y Comín a sus actas de diputados –un extremo que, sin embargo, los protagonistas, por el momento, descartan.
En todos los casos, el reloj de la legislatura se pone en marcha a partir de la primera votación, este jueves 22 de marzo. Entonces, la ley de la Presidencia de la Generalitat y el Govern fija que “si una vez transcurridos dos meses desde la primera votación de investidura ningún candidato ha sido elegido, la legislatura queda disuelta automáticamente y el presidente de la Generalitat en funciones –en este caso, Mariano Rajoy en virtud del 155– convoca elecciones de modo inmediato”. El plazo vencería, en este sentido, el martes 22 de mayo.
En la pasada legislatura se agotó el plazo hasta el último día, cuando Mas dejó paso a Puigdemont
Roger Torrent tiene capacidad para postular los candidatos que considere oportunos durante estos dos meses. En este sentido, cabe recordar que, tras los comicios catalanes de septiembre de 2015, Junts pel Sí y la CUP ya agotaron el plazo de dos meses hasta el último día, con un cambio de candidato cuando Artur Mas cedió el testigo a Carles Puigdemont.
En cambio, si a diferencia de entonces la mayoría independentista del Parlament no alcanza un acuerdo para la elección de un nuevo president antes del 22 de mayo, la Cámara y la legislatura quedarían automáticamente disueltas y se convocarían nuevas elecciones. La misma ley de la Presidencia determina que estos comicios “deben tener lugar entre cuarenta y sesenta días después de la convocatoria”.
¿Nuevas elecciones el 15 de julio?
La Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg) concreta que las elecciones se fijen 54 días naturales después de la publicación del decreto de convocatoria en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC). 54 días que, sobre el papel, proyectarían una repetición electoral en Catalunya en pleno verano, el 15 de julio.
Si se cumple este escenario, la campaña electoral arrancaría a finales de junio. Unos nuevos comicios que volverían a plantear nuevos plazos: 20 días para el pleno de constitución del Parlament y 10 días más para la primera sesión de investidura, siempre que se desarrollara según el Reglament del Parlament.