El Govern pide a la oposición de Barcelona que no permita paralizar proyectos
Miembros del ejecutivo de Mas expresan preocupación por el modelo de ciudad de Barcelona en Comú
Lisboa / Barcelona. (Agencias).- La vicepresidenta de la Generalitat de Catalunya, Joana Ortega, hizo este miércoles un llamamiento a los partidos en la oposición a Ada Colau en el Ayuntamiento de Barcelona para que no permitan la paralización de proyectos estratégicos para la ciudad. Ortega, de la misma manera que otros miembros del Govern como los consellers Vila, Puig y el mismo presidente Artur Mas, ha expresado su preocupación por que el futuro gobierno municipal de Colau pare inversiones y proyectos para Barcelona.
En una visita al Parlamento portugués, la vicepresidenta Ortega auguró que Barcelona en Comú no podrá tener mayoría absoluta a través de pactos con otras fuerzas y deberá limitarse a gobernar con "acuerdos puntuales", y lo acusó de no tener "un proyecto de ciudad determinado". "Creo que hasta después de las generales no va a haber pactos estables en los principales ayuntamientos y estoy convencida de que en Barcelona no los va a haber", ha asegurado.
Ortega alertó de que la victoria electoral de Colau en la Ciudad Condal puede suponer un riesgo para la continuidad de proyectos importantes para la economía catalana y alejar a inversores extranjeros. "Estos once concejales -de Barcelona Comú- yo los sitúo como un freno en determinados proyectos, pero no creo que tengan fuerza para pararlos directamente. CIU, Partido Socialista, Ciudadanos y PP estoy convencida de que en determinados proyectos se van a poner de acuerdo para no paralizar la economía de la ciudad", aseveró.
La vicepresidenta de la Generalitat subrayó que las urnas otorgaron 11 concejales a Barcelona Comú (plataforma que agrupa a Iniciativa, Podemos y Guanyem), cuando la mayoría se sitúa en 21, lo que en su opinión "hará difícil la gobernabilidad" del consistorio. "Existe la necesidad de que no haya sensación de inseguridad jurídica", insistió Ortega, quien consideró que el hecho de que Colau necesite de pactos puntuales "puede facilitar que la economía no se pare en Barcelona".
No obstante, admitió que existe la posibilidad de que "algunos proyectos puedan dilatarse en el tiempo" y apeló directamente a los "partidos con trayectoria democrática" a que trabajen conjuntamente para facilitar la gobernabilidad y que la estabilidad económica de la ciudad "no quede en entredicho".
La vicepresidenta de la Generalitat citó como ejemplo concreto el Mobile World Congress, una cita que se ha celebrado en Barcelona durante los últimos años y por la que el Ayuntamiento, la Generalitat y el Estado han hecho una oferta a la organización para mantenerla en la Ciudad Condal durante el próximo lustro.
Alerta de un modelo venezolano
En la misma línea, el conseller de Territori i Sostenibilitat de la Generalitat de Catalunya, Santi Vila, ha lamentado que haya proyectos en Barcelona que actualmente "cuelguen de un hilo" tras la victoria de Colau. "Hay proyectos en Barcelona que cuelgan de un hilo. Miro con mucha preocupación cuestiones de planteamiento general para hacer posibles inversiones millonarias, para afianzar Barcelona como una capital de referencia a nivel mundial, y ahora tendremos que ver cómo siguen", ha dicho Vila en la inauguración del II Encuentro Corredor Ferroviario del Mediterráneo.
El conseller ha hecho balance de los resultados electorales y ha admitido errores de la clase política: "Los partidos no siempre hemos sabido estar a la altura de las circunstancias y no siempre ha habido una alineación suficientemente sólida con objetivos estratégicos", ha dicho, aunque ha agregado que la coyuntura de recesión económica y un sobreendeudamiento muy elevado tampoco componían el mejor de los escenarios. "Lo cierto es que el país ha girado hacia la izquierda, pero espero que esto no nos envíe al modelo venezolano", ha dicho, y ha agregado que tras las elecciones es necesario levantar la mirada y estudiar las decisiones que se deben confirmar y las que se deban revisar.
Por ello, ha defendido que el modelo que quiere para Catalunya y para el conjunto de España es el de países avanzados de Europa, como Dinamarca, y no el venezolano: "Nuestra referencia debe ser Dinamarca y no Venezuela. Tendremos que saber explicarlo al ciudadano". "Las elecciones han confirmado tiempos convulsos, de confusión y desorientación, y esto es especialmente delicado", ha aseverado Vila, cuando de ello dependen proyectos estratégicos para el país.