Heinrich Schliemann, el descubridor de Troya

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Actualizó los fundamentos de las tesis e hipótesis que se habían basado para reconstruir la prehistoria griega

Retrato de Heinrich Schliemann, por Sydney Hodges, c. 1866

Retrato de Heinrich Schliemann, por Sydney Hodges, 1866.

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Heinrich Schliemann (1882 Neubokow -1890 Nápoles) fue el arqueólogo que descubrió la ciudad de Troya a partir de la lectura de la obra de Homero. Actualizó los fundamentos sobre las tesis e hipótesis que se habían basado para reconstruir la prehistoria griega, que ubicaban a Homero y Pausanias en los cielos de la fantasía.

Pausanias fue geógrafo e historiador griego del siglo II a.C. autor de Descripción de Grecia, que ha servido de guía para trabajos arqueológicos. Schliemnan aportó luz en la oscuridad que escondía la historia griega antes de Licurgo (fallecido en el 730 a.C.), fundador de Esparta y responsable de todas las leyes de la ciudad-estado y de sus instituciones militares y políticas

La vida de Schliemann

Hijo de un humilde pastor protestante que sentía pasión por la historia antigua y Grecia, se interesó desde pequeño por personajes homéricos.

Su madre murió en el noveno parto y el padre distribuyó a sus hijos por la familia. Trabajó como aprendiz y cuenta que en una ocasión entró en la tienda un marinero borracho llamado Nieder Hoffer que le recitó más de 100 versos de Homero, observando la cadencia rítmica que tenían. Rogó a Dios que pudiera aprender griego algún día.

Trabajó en distintos oficios y por diversos países. Amasó una fortuna importante y a los 22 años dominaba siete idiomas. Su estancia en San Petersburgo y Moscú hizo que se desenvolviera exitosamente y se independizara como negociante, revendiendo polvo de oro.

Se casó con una aristócrata rusa con la que tendría tres hijos. A los pocos años se divorciaron. En California trabajó como banquero. Al volver a Rusia traficó con armas, provisiones y acero.

En 1866 se trasladó a París y estudió en la Sorbonne Ciencias de la Antigüedad y Lenguas Orientales. Recibió educación en las universidades de Rostock y París. Fue Doctor Honoris Causa. Visitó Egipto, China, India y Japón. Visitando Pompeya, que durante mucho tiempo había sido una leyenda, le hizo recordar los relatos de su padre sobre la guerra de Troya. Recordaba un obsequio de Navidad que representa a Eneas con su padre Anquises y su hijo Ascanio huyendo de Troya en llamas.

Tras amasar una fortuna se dedicó a la arqueología en Hisarlik (nombre turco donde se asienta la ciudad de Troya y otros yacimientos homéricos como Micenas, Tirinto y Orcómeno) demostrando que la Ilíada describe realmente estos escenarios históricos.

Descubrió Troya en 1864 a partir de la lectura de Homero.

Vertical

El arqueólogo Heinrich Schliemann.

Terceros

Expediciones por Grecia y Asia Menor

Emprendió expediciones por Grecia y Asia Menor para encontrar los lugares que Homero describía en sus poemas. En 1868 estuvo en Grecia y visitó la isla de Ítaca donde contrató algunos operarios para realizar pequeñas excavaciones. También visitó los Dardanelos. Conoció a Frank Calvert, cónsul británico que había comprado la mitad de la colina de Hisarlik en Turquía donde algunos estudiosos ubicaban a Troya.

Se divorció en 1869 y se casó con una griega de 17 años -Sophia Engastromenos. Tuvo dos hijos (Andromaca y Agamenón). Se doctoró en Arqueología.

En 1870 comenzó a cavar en Hisarlik. Distinguió varios estratos correspondientes a distintas fases de la ocupación de Troya. Inicialmente consideró que el correspondiente a Troya II era la Troya contada en la Iliada.

En 1873 descubrió una colección de objetos y joyas de oro que llamó Tesoro de Priamo (31-05-1873) que hizo trasladar ilegalmente a Grecia, lo que le supuso problemas legales.

Otros logros en excavaciones

La máscara de Agamenón fue descubierta en la Acrópolis de Micenas en 1876. Era de oro y se encontraba colocada encima de la cara de un cuerpo ubicado en la tumba V del Círculo de Tumbas. Actualmente, se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas. Halló cinco tumbas con un total de 28 cadáveres y ricos ajuares funerarios.

Otras excavaciones importantes fueron en Tirinto, Orcómeno. Desenterró también un palacio micénico de importantes dimensiones.

Volvió durante tres campañas a Troya. Admitió su error en la creencia del Troya II como ciudad homérica que debía identificarse como Troya IV. También descubrió el llamado Tesoro L con cuatro hachas ceremoniales que trasladó a Grecia.

Falleció en 1890 en Nápoles a consecuencia de una meningitis secundaria a una infección de oído. Fue enterrado en Atenas en un mausoleo que el había diseñado.

Excavaciones posteriores arqueológicas de Wace, Waldstein, Müeller y otros han demostrado que era cierto lo que Schliemann había aprendido de Homero.

Contemporánea a la de Creta se había desarrollado una civilización en el continente griego que tuvo su centro en Argos y Tirinto y se llamó Micénica por la ciudad que fue capital y la que construyó Perseo XVI siglos a.C. Sus habitantes se llamaban pelasgos que significa pueblo de mar. Tuvieron contactos con Creta y algo copiaron de su cultura sin conseguir emularla. Su idioma no era el griego, que se implantó después con la invasión de los aqueos en el siglo XIII, que sometió e implantó el idioma de cuyas cortes Homero fue el trovador vagabundo.

Ya no debemos dudar de Pausanias ni de Agamenón, Menelao, Helena, Aquiles y Patroclo aunque sus aventuras toman un aire especial en los poemas homéricos.

Schlieman ha enriquecido brillantemente la historia de Grecia.

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