"Seremos más felices y justos leyendo a los clásicos"

Joaquín Callabed

Joaquín Callabed, autor de 'Tiempo para Humanidades', en la redacción de 'La Vanguardia'.

Compaginando sus conocimiento científicos y filosóficos, el pediatra presenta su reciente libro, 'Tiempo para Humanidades', una reflexión sobre importantes autores de la razón de las culturas clásicas y del Renacimiento

Cuando tenía 16 años, Joaquín Callabed dudaba entre ser médico o escritor, de tal manera que decidió pedirle consejo al ganador del Premio Nobel de Literatura, Camilo José Cela, quien le dijo: "Es mejor ser médico y, después, escritor". Y eso mismo hizo. 

Logró compaginar su pasión por las humanidades con su vocación por la pediatría, una mezcla entre ciencia y filosofía que le ha ayudado a profundizar y reflexionar sobre el mundo que nos rodea. Tanto es así que suscribe y hace suya una de las frases de Erasmo de Rotterdam: "Seremos más felices y justos leyendo a los clásicos".

En su nueva entrega presenta Tiempo para Humanidades (Trialba) donde plasma estos dos conceptos, analizando a los autores precursores de la razón que dieron pie a una renovación artística, una nueva filosofía y una importante revolución científica abriendo camino al Renacimiento. 

Es su nuevo libro de ensayo y, siendo médico, lo ha dedicado a las humanidades, ¿por qué?

Previamente ya he dedicado trabajos a la Pediatría, tengo 17 libros. Entonces, cuando profundizas en la medicina, como todos venimos de la filosofía, hay un paso muy estrecho entre medicina y humanidades. Por eso, este se lo dedico a las humanidades, porque creo que tratar a las personas te sensibiliza de una forma un poco especial. Considero que medicina y humanidades son vasos comunicantes.

En su caso, ¿cómo ha sido compaginar la ciencia con la filosofía?

Cuando se profundiza un poquito en la filosofía, por ejemplo, si miramos a Pitágoras o hasta Sócrates o hablamos de Platón y Aristóteles, son los que de alguna forma el pensamiento general lo adaptan también a la medicina, entonces, hacer medicina y filosofía es continuar el tronco común de donde nacieron todas las ciencias. O sea, que es una lógica porque nuestra madre común es la filosofía. Pitágoras, por ejemplo, ya curaba hasta con música, fue el que inventó de alguna manera la homeopatía y el vegetarianismo; todo fue evolucionando y llega un momento en el que un médico filósofo como Hipócrates se desprende un poco de los mitos y de la mágica y cree que uno enferma cuando el cuerpo está mal. Quiero decir que es seguir la línea filosófica aplicada a la medicina.  

Pitágoras ya curaba hasta con música, fue el que inventó de alguna manera la homeopatía y el vegetarianismo

Joaquín Callabed, autor de 'Tiempo para Humanidades', en la redacción de 'La Vanguardia'.
Joaquín CallabedMédico y autor de 'Tiempo para Humanidades'
Ampliar Joaquín Callabed, autor de 'Tiempo para Humanidades', en la redacción de 'La Vanguardia'.

Joaquín Callabed en la redacción de 'La Vanguardia'.

Llibert Teixidó

¿Qué le ha aportado la filosofía en su labor como médico? 

Es una pregunta interesantísima porque considero que la filosofía es la que más humaniza, la que más aproxima, la que se acerca al paciente, no solo a su cuerpo y a su zona, sino también a su alma.  O sea, que la filosofía profundiza más que no solamente la ciencia. La ciencia que tenemos ahora, de alguna forma, tiene dos o tres siglos, donde está Descartes, Newton, Bacon, que tienen una mitología muy concreta para que según qué experimentos puedan llevar a unos resultados. Esto es una parte de la filosofía, pero uno tiene el tronco como un filosófico, además de esta ciencia hay que aplicarle también conciencia. La ciencia y la conciencia, que como decía un filósofo y médico francés: "La ciencia sin conciencia es la ruina del alma". Entonces la ciencia es algo estrechito, que hace falta filosofía, para echarle conciencia. Quiero decir, esta se va adornando continuamente a la ciencia, que es muy importante y gracias a ella llegan muchos progresos. Pero le da matiz, complementarios, es en las humanidades donde la ciencia tiene conciencia y es más eficaz. La ciencia es muy bonita, pero la ciencia es la bomba atómica también, entonces hace falta tener ética y conciencia para saber poner bien a la ciencia en su sitio. 

La filosofía me ha ayudado como médico a acercarme al alma de mis pacientes

Joaquín Callabed, autor de 'Tiempo para Humanidades', en la redacción de 'La Vanguardia'.
Joaquín CallabedMédico y autor de 'Tiempo para Humanidades'

¿Qué sería del mundo hoy sin las humanidades? 

Bueno, de hecho, ya hay en muchos sitios que no se tienen en cuenta. Por ejemplo, en Ucrania. Pero, o sea, el desprendernos completamente de un pensamiento humanista, de un pensamiento filosófico, de un pensamiento ético, de una religión entendida cada cual como uno quiera, quiere decir que aquí todo es válido. Esto lo dijo Nietzsche: "Dios ha muerto, todo es válido". Pues no. Quiero decir que acompañándose bien de la filosofía, la ciencia va mejor, y en eso estamos batallando mucho. Además, unos de los artículos que he publicado para La Vanguardia (y algunos que vendrán) van en ese sentido.

Ampliar Joaquín Callabed, autor de 'Tiempo para Humanidades', en la redacción de 'La Vanguardia'.

El autor de 'Tiempo para Humanidades' en la entrevista para 'La Vanguardia'.

Llibert Teixidó

¿Cree que muchas veces en la educación se le dedica más importancia a la ciencia o a las matemáticas y se deja a un lado las humanidades y la filosofía?

Por supuesto. Y es que además parece que oficialmente cada vez la van renegando más. Yo no sé si es que los que están arriba no tienen ningún conocimiento de filosofía. A la vez que estudiaba medicina hice unos años de filosofía, no terminé la carrera, pero me ha enriquecido mucho. Y, ahora que me he jubilado, lo he profundizado más, pero los planes de estudio no van en ese sentido, considero que ahora estamos muy mercantilizados. Con la filosofía uno tiene sentido crítico, uno critica y dice lo que es una tontería y lo que vale la pena, pero a lo mejor no conviene que pensemos. Hay una frase de Ramón y Cajal que dice: "El cerebro humano es muy sugestionable, y hasta la más excelencia inteligencia puede, en ocasiones, convertirse, por hábil, sugestionable". Esto quiere decir que oradores, políticos, guerreros y apóstoles son un humilde y pasivo instrumento de delirios, ambiciones o codicia. En cambio, la lectura de los clásicos puede ser un buen antídoto. O sea, nuestro cerebro es muy sugestionable y hay que estar muy preparado para tener sentido crítico de las cosas.

A lo mejor a los de arriba no les conviene que pensemos

Joaquín Callabed, autor de 'Tiempo para Humanidades', en la redacción de 'La Vanguardia'.
Joaquín CallabedMédico y autor de 'Tiempo para Humanidades'

Cuenta que el libro es una reflexión sobre la cultura griega y su resurgir en el siglo XV, ¿qué le inspiró a escribir sobre este tema?

Desde pequeños ya nos han explicado quiénes fueron los griegos, o sea, los griegos fueron las personas que tuvieron el concepto de la razón. Hay una ciudad cerca de Turquía llamada Mileto, en la costa jonia, que es el origen de la filosofía; allá aparecen esos primeros pensadores. Pues los griegos son los primeros que crean la democracia popular, además, una palabra preciosa que se puede esculpir en piedra que es la isegoría, el derecho a la palabra de los ciudadanos, entonces, claro, encontrar esa maravilla en la cultura es algo que no se agota nunca. 

Los griegos son los creadores de la razón, porque antes todo era mitos, todo era dioses, pero estos aplican y dicen que la vida está en el fuego, otros en el aire, etc. Pero aplican la razón, entonces claro, la razón aplicada a las ciencias es muy interesante. Además, la cultura griega es una cultura que llegó a su máximo esplendor, pero hay otro momento que se cae y la filosofía, por avatares bélicos, llega hasta la Edad Media. 

Los griegos son los creadores de la razón, porque antes todo era mitos, todo era dioses

Joaquín CallabedMédico y autor de 'Tiempo para Humanidades'

Entonces surgieron la escolástica, otro grupo de distinguidos filósofos que decían que todo está en el cielo, que todo es sufrir en este mundo para llegar a otro mundo. Y claro, pues los aspectos científicos, los aspectos sanitarios, los aspectos del desarrollo de la persona no se desarrollaron mucho, entonces, ¿qué sucede? Pues llega el Renacimiento en el siglo XV, que supone una ruptura a la Edad Media con una vuelta de los clásicos anteriores: Sócrates , Platón, Aristóteles y Pitágoras. 

En ese momento se desarrolla mucho más toda la sociedad, o sea, en vez de ser Dios el teocentrismo es el antropocentrismo, que considera al ser humano como centro de todas las cosas, y dice que lo bueno y lo malo puede estar en la Tierra también, así que vamos a trabajar aquí lo que tenemos. Volviendo a los clásicos, se desarrollan una serie de actividades que hasta ahora no se habían hecho. Por lo tanto, empiezan a surgir astrólogos, matemáticos, pintores, cirujanos y literatos, además se van creando las primeras universidades. 

Ampliar Joaquín Callabed, autor de 'Tiempo para Humanidades', en la redacción de 'La Vanguardia'.

Joaquín Callabed haciendo una breve reflexión sobre su reciente libro 'Tiempo para Humanidades'.

Llibert Teixidó

En este libro no solo hablo de filosofía, sino que también hablo de utopía. Entonces, hay dos tipos de utopía, unas que son evasivas y otras que son constructivas, que es un programa de acción un poco político. Hay una utopía, ya antigua, del siglo XVI, por ejemplo, John Milton con El paraíso perdido, que además fue consultado para la constitución de los Estados Unidos. 

Quiero decir, que a veces estas utopías no son solo relatos. Igual que James Harrington, tiene un libro, La República de Oceana, que influyó en la constitución de algunos estados de los Estados Unidos. Está también Diego Torres Bollo, quien fue un jesuita que se fue a Paraguay y creó una nación particular, la Reducción de Paraguay, donde durante 150 años, además de ser católica, le dio vida a este tipo de persona que había. Cervantes en El Quijote, son utopías renacentistas. La ciudad del Sol de Campanella, a la cual le dedicó seis páginas allí porque es toda una república construida desde la inteligencia, desde el orden y desde los buenos deseos humanos. 

Tomás Moro, quien fue el creador del término utopía, que es "lo que no existe", donde propone el comunismo de los padres de la Iglesia.  Y, por último, está Johann Valentín en su cristianópolis que dice: "Ansía una sede debajo del cielo, y encima de la basura de este mundo conocido". 

Me inspiré en que la razón aplicada a las ciencias es muy interesante

Joaquín Callabed, autor de 'Tiempo para Humanidades', en la redacción de 'La Vanguardia'.
Joaquín CallabedMédico y autor de 'Tiempo para Humanidades'
Ampliar Joaquín Callabed, autor de 'Tiempo para Humanidades', en la redacción de 'La Vanguardia'.

Joaquín Callabed, amante de la filosofía y la ciencia, sostiene un ejemplar de su libro.

Llibert Teixidó

¿Cree que hay alguna lección que podamos aprender de la época del Renacimiento en la actualidad?

Completamente. En el momento en que nos tenemos que mirar por la razón, en el momento que tenemos que cultivar aquella facetas de humanidades como lo son la literatura, la filosofía, la ciencia; y aplicarla debidamente, entonces yo creo que que el Renacimiento es una lección eterna aplicado, por supuesto, a los problemas actuales. Pero esa metodología del Renacimiento, como sucedió posteriormente en la Industrialización cuatro siglos después, a lo mejor estamos en un momento donde, en situación distinta de como estaban en el Renacimiento, tenemos que volver a pensar en qué momento nos perdimos y continuar un poco estas líneas porque son eternas. Y eso todavía se puede seguir viendo.

El Renacimiento es una lección eterna aplicado, por supuesto, a los problemas actuales

Joaquín Callabed, autor de 'Tiempo para Humanidades', en la redacción de 'La Vanguardia'.
Joaquín CallabedMédico y autor de 'Tiempo para Humanidades'

¿Cuál cree que es la importancia del Renacimiento en la historia de la medicina?

En el Renacimiento aparece Paracelso, un médico alemán, un paladín de la ética médica además de científico que es el que abre el camino de la farmacología. Con Andrés Vesalio, que es el fundador de la anatomía moderna con su libro de De humani corporis fabrica, se autorizan las autopsias, ya que hasta ese momento no se podían abrir los cadáveres. Copérnico contradice a la Iglesia, quienes decían que el centro del universo es la tierra y él dijo que es el sol. 

Aparece Fracastoro, que es el que, con su libro, sobre el contagio de las enfermedades infecciosas cambia un poco todo el sistema de cómo enfermaba la gente. Arnau de Vilanova es un especie de eslabón entre Hipócrates y Paracelso. Andrés Laguna es un hombre con sentido crítico que dijo algo muy bueno sobre las guerras, y dice: "Critico las guerras cuando las banderas solo se diferencian en el color de la cruz". Juan Pablo Bonet, un médico aragonés fue quien descubrió todo el lenguaje para los mudos. 

O sea, quiero decir, que no solamente fueron ideas, sino que lo llevaron a cabo con acciones. Con el Renacimiento, la filosofía, abriendo la cabeza, viendo que el hombre es el sujeto más importantes que hay y estudiando con método científico las cosas, pues cambió la época en todos los niveles, cambió la medicina. Y yo, particularmente como médico, podría decir que vale la pena tenerlo en cuenta.  

Ampliar Joaquín Callabed, autor de 'Tiempo para Humanidades', en la redacción de 'La Vanguardia'.

Joaquín Callabed, autor de 'Tiempo para Humanidades', en la redacción de 'La Vanguardia'.

Llibert Teixidó

¿Cuánto tiempo le llevó a escribir el libro? 

Siempre uno tiene los frentes abiertos, pero por decir algo, entre dos y tres años. Lo que pasa que también está incluido un poco el segundo que va a salir. Quiero decir, que este me llevó entre seis y ocho meses.

¿Qué proceso ha llevado a cabo para escribir este libro?

A ver, desde hace bastantes años, por artículos así como los que escribo para La Vanguardia, siempre han salido temas sueltos. Y llega un momento en el que me dije: 'bueno, voy a ver un poquito todas las flores que tengo sueltas y voy a hacer un ramo'. Entonces, me puse a pensar y a decidir por dónde tirar, cuántos capítulos y sobre qué trataría cada uno. Entonces, también te relacionas con personas algo próximas. Yo, por ejemplo, estoy en el Círculo Ecuestre, en el Círculo del Liceo, en la Real Academia Europea de Doctores y te da la oportunidad de intercambiar con ellos. Entonces, esos capítulos tuyos de tu experiencia personal, entre la bibliografía, tu amparo y sobre todo el haber hecho el máster de Bioética de la Universidad Complutense de Madrid con una gloria filosófica que es el profesor Diego Gracia, ya se van uniendo una serie de circunstancias y de cosas que ya te van enriqueciendo toda la línea. O sea, ya viene de muy atrás, pero al final con estos dos últimos años, que con estos precedentes, pues ya se ha decantado en este libro y en el que va a venir. 

Me dije: 'bueno, voy a ver un poquito todas las flores que tengo sueltas y voy a hacer un ramo'

Joaquín Callabed, autor de 'Tiempo para Humanidades', en la redacción de 'La Vanguardia'.
Joaquín CallabedMédico y autor de 'Tiempo para Humanidades'

¿Algún momento (o momentos) de bloqueo?

Sí. Es algo que pasa con todo libro, pero bueno, lo que hay que hacer en los bloqueos es coger otra cosa complementaria. A mí, por ejemplo, los viajes me han ayudado bastante. Tengo libros de viajes, por ejemplo.

Porque cuando te dedicas solamente a la filosofía, hay un momento que parece que te desconectas más de la cuenta. Hasta es fisiológico parar un poco de la filosofía porque si no se evade mucho uno, como Don Quijote, de tanto leer libros de caballería caes en la monotonía. Entonces, quiero decir, hay un bloqueo y por gimnasia personal hay que dejarlo un poco para no perder la cabeza. No tengo un contrato de una fecha, pero sí que es un tema duro, es un tema que cuando uno empieza a profundizar, ahí ya voluntariamente hay que relajarse un poco. 

Ampliar Joaquín Callabed, autor de 'Tiempo para Humanidades', en la redacción de 'La Vanguardia'.

Joaquín Callabed, autor de 'Tiempo para Humanidades'.

Llibert Teixidó

¿Y cuáles han sido sus musas?

Bueno, mis musas han sido la bibliografía. Buscar bibliografía ya clásica y a, a veces, libros antiguos que vas encontrando y vas enriqueciendo con varias notas. Además, ha sido un proceso más bien científico, de búsqueda de bibliografía y de mirar un poco tu historia y tus estudios.

¿Hay algún libro o escritor que haya influido en su camino como escritor?

Como consejero, tuve a Camilo José Cela, ganador de un Premio Nobel de Literatura. Cuando tenía 16 años, que empezaba medicina, le escribí y le dije que yo no quería ser médico, que quería ser escritor. Entonces, él me dijo que él de sus hambres no me hacía caso. Pero pensar en uno de todos estos que hemos pensado, en una persona que te mueve un poquito la mente y que te gusta sería Michelle de Mountain, el creador del concepto ensayo, es decir, un poco meterse dentro de uno mismo, decir lo que sientes, lo que crees, lo que se te pasa por la cabeza. Los ensayos de Mountain, para mí, creo que es un libro que te abre la mente. O sea que, como persona, el primero citaría a Camilo José Cela. Discutible en algunos aspectos de la vida, como todos, pero que a mí me trató de maravilla y me animó a ser médico y no dejar de ser escritor. Y como un imprescindible, un libro que me llevaría a una isla desierta, por ejemplo, sería Los ensayos de Mountain. 

Camilo José Cela me animó a ser médico y no dejar de ser escritor

Joaquín Callabed, autor de 'Tiempo para Humanidades', en la redacción de 'La Vanguardia'.
Joaquín CallabedMédico y autor de 'Tiempo para Humanidades'

¿Sería capaz de elegir a uno de ellos? 

A Sócrates. Él es el que dice: "Conócete a ti mismo". El que nos dijo que dentro de nosotros está todo y cuando lo sepamos sacar no tendremos que pensar mucho más. Además, a nivel educativo, sigue estando presente. 

Platón, que fue discípulo de Sócrates, decía: "Hay que dejar los mitos y pensar libremente", ¿qué significado le da a esta frase?

Pues todos esos mitos, los que cada cual quiera pensar, pero todos los mitos actuales como, por ejemplo, "como no seas millonario no eres nadie" o "como no vayas con un Porsche por aquí a qué te dedicas"; Platón los vio muy claro, nos decía: "Sé tú, analiza a dónde llegan todos esos supuestos mitos, constrúyete a ti mismo, conócete a ti mismo y sal para adelante". El tema de la Caverna es unos de los hitos de la historia porque hay que dejar los mitos y pensar libremente, como decía Platón. 

Ampliar Joaquín Callabed, autor de 'Tiempo para Humanidades', en la redacción de 'La Vanguardia'.

Joaquín Callabed, autor de 'Tiempo para Humanidades', en la redacción de 'La Vanguardia'.

Llibert Teixidó

¿Qué mensaje quiere mandar con este libro?

Primero, que cada cual haga lo que quiera, eso por supuesto, pero también creo que hay que reflexionar, creo que hay que tener sentido crítico y en el mundo donde se encuentre cada uno, si leyendo este libro, encuentra algún punto de referencia, a lo mejor le puede ayudar para pasar alguna barrera, por lo menos, mentalmente que se le está interponiendo en estos momentos. 

Esto pasó en el Renacimiento y todos podemos renacer un poco cuando reflexionamos en nuestro entorno y nos servimos un apoyo de cosas que si las verdades son amigas del tiempo, cuando han pasado 20 siglos sigue siendo verdad. 

Vale la pena apoyarse en la verdad para solucionar algunas cosas que tengamos por delante, pero no quiero hacer ninguna campaña, simplemente, dejar que cada uno saque lo mejor de sí mismo. Y si lo mejor de sí mismo está en algunos de los capítulos del libro, por supuesto, que le pueda suponer ampliar estos esbozos de estos filósofos, a lo mejor le pueden ayudar. A mí particularmente me han ayudado estos filósofos y me siguen ayudando.

Con este libro quiero demostrar que vale la pena apoyarse en la verdad para solucionar algunas cosas que tengamos por delante

Joaquín Callabed, autor de 'Tiempo para Humanidades', en la redacción de 'La Vanguardia'.
Joaquín CallabedMédico y autor de 'Tiempo para Humanidades'

Díganos una frase de un humanista que sería imprescindible para entender el mundo de hoy. 

La primera sería: "La ciencia sin consciencia es la ruina del alma", del médico y filósofo François Rabelais. O también: "Los hombres serán más felices y justos leyendo a los clásicos", de Erasmo de Rotterdam. 

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