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Pineda de Mar es una tranquila villa costera, en la comarca del Maresme. Con una población de más de 28.000 habitantes, su principal riqueza proviene de la tierra y del mar. La proximidad y la buena comunicación con las ciudades de Barcelona y Girona generan parte de su atractivo añadido.
Las principales fuentes de ingresos son la agricultura, la pesca y el turismo. Pineda cuenta con la sede de la Fundació Tharrats, que alberga una de las colecciones de arte contemporáneo más importantes de Catalunya, con obras de Miró, Tàpies, Brossa o Guinovart.
Antiguamente, Pineda de Mar, como en otras poblaciones de la costa, no tenía puerto de refugio en el que amarrar las embarcaciones de pesca. Era la propia playa la que proporcionaba el espacio de seguridad donde varar las embarcaciones, y también el espacio de trabajo, almacén y venta del pescado.
Por aquel entonces, la única manera para realizar estas operaciones era a base de brazos, o bien con la ayuda de animales de tiro. Los paleros eran los responsables de esta labor. Su trabajo fue por entonces uno de los oficios de mar más imprescindibles de la playa.
Los paleros desempeñaron uno de los oficios de mar más imprescindibles
Todos los días, antes de empezar a pescar, varaban las barcas en el agua y una vez terminada la jornada debían devolverse a la playa. Por este motivo, se hacía necesario un sistema de tracción animal o mecánica para poder sacar del mar las embarcaciones que volvían de la jornada de pesca y dejarlas asentadas en la playa.
El uso de animales como los bueyes era el sistema tradicional para sacar las barcas del agua, que consistía en usar la fuerza de la pareja de bueyes con la ayuda de cuerdas y poleas, para reducir las dificultades.
El encargado de dirigir los bueyes era conocido como "el bover", era el que marcaba el ritmo de la operación que permitía dejar las embarcaciones en la playa preparadas para la próxima jornada de pesca.
El encargado de dirigir los bueyes era "el bover", que marcaba el ritmo de la operación
En Pineda, los bueyes que se utilizaban habitualmente eran los de Cal Coix, aunque en días de temporal eran ayudados por los de Can Boia y también algún caballo. Estas dos casas estaban situadas en el Raval de Mar, el barrio de pescadores del pueblo, cercanas a la playa.
El origen de sacar las barcas con bueyes es muy antiguo. En algunos documentos gráficos de principios de siglo XX aparecen los bueyes sacando del mar las embarcaciones.
Los bueyes eran las figuras más atractivas de la playa, su configuración era tan esbelta y espectacular como desconocida, puesto que el ambiente de estos animales no es precisamente la playa.
Los bueyes iban por parejas, con los adornos eran sencillos, el yugo de madera que los unía y con el vencido de tronco curvado que colgaba y encajaba dentro del yugo. Entre los dos animales y unidos al yugo, llevaban el gancho.
Esto hacía que cualquiera que pasara por los alrededores de la playa centrara su mirada hacia estos animales sobre todo cuando se sacaba alguna barca del mar.
La Barraca
La casita de la máquina para sacar las barcas
La Barraca, junto a la escultura de bronce Sirena, del escultor barcelonés D. Agustí Guasch Gómez, recuerda a todos los pinedencs que hace más de 100 años se instaló dentro de la casita la máquina para sacar las barcas del agua. También fue la sede de la Cofradía de Pescadores. Actualmente, es el emplazamiento de La Asociación de Amigos en Vela Latina de Pineda El Mamelló.
La llegada de la electricidad al pueblo permitió que, en diciembre de 1921, el barcelonés Josep Mª Tarré Freixas presentara una solicitud al Ayuntamiento de Pineda, pidiendo el correspondiente permiso para la instalación de una máquina para sacar las barcas del agua, sustituyendo el uso tradicional de los bueyes, y construir una barraca que le sirviera de cobijo.
El permiso se le concedió el 24 de diciembre de 1921. Fue construida por la empresa barcelonesa Construcciones Electro-mecánicas J. de Miquel & Ca. Finalmente, en febrero de 1922 se acabó la construcción de la caseta de madera con fundamentos de obra para abrigar el torno eléctrico.
En febrero de 1922, llegó la innovación a la playa de Pineda con la instalación de una máquina para sacar las barcas del agua, sustituyendo el uso tradicional de los bueyes.
En febrero de 1922, llegó la innovación a la playa de Pineda con la instalación de una máquina sustituyendo a los bueyes
Las características técnicas de la màquina de treure eran: un motor eléctrico de la marca Westinghouse, de 7,5 cv, que proporcionaba una fuerza máxima de tracción de 4.000 kg. con sus sistemas de embrague y freno en la recogida del cable metálico con una velocidad de diez metros por minuto. También disponía de un motor de combustión auxiliar en caso de sufrir un corte de electricidad..
Una vez que la embarcación llegaba a la playa, el palero lo pegaba con el cable al tiempo que colocaba los primeros palos para sacar la barca del agua. En ese momento levantaba la bandera para comunicar al maquinista qué podía poner en marcha la máquina. Ésta seguiría en funcionamiento hasta que se bajara la bandera, en señal de que debía pararse la máquina.
Esta comunicación visual entre el maquinista, la bandera y el movimiento de la barca era posible gracias a las vidrieras del frontal y laterales de la barraca.
El aumento de las dimensiones de las embarcaciones y la necesidad de poder trabajar el máximo de días posibles, obligó a los pescadores a amarrar en los puertos cercanos de Blanes y Arenys. Esto ocasionó que la máquina de sacar fuera quedando en desuso.
Los pescadores amarraron en Blanes y Arenys y la máquina quedó en desuso
La sustitución de la barraca de madera y el desmontaje de la máquina se realizó en 1958. Éstas consistieron en sustituir el original de madera por uno de obra, ampliando el espacio para poder dedicarlo a sala de reuniones, almacén y zona de teñido de las redes.
A partir de ese momento, las barcas de menor tamaño son sacadas por cuatro motores más pequeños que hacen la misma función de sacar las barcas del agua cuando llegan a tierra.
A inicios de la década de 1990, la Cofradía de Pineda decidió desmontar la máquina y destinar el espacio a funciones administrativas y de almacén.
Cofradía de Pescadores
Panel informativo
La instalación del panel de la màquina de treure barques en la fachada de la propia Cofradía de Pescadores, ha sido una iniciativa desarrollada por la Asociación de Amigos en Vela Latina de Pineda El Mamelló. Se ha realizado con la idea de que sea didáctico y explicativo, de una época en que había muchas familias de Pineda que se ganaban la vida pescando, así como los más de 100 años de historia desde que empezó a funcionar en 1922 hasta inicios de los 90, cuando la máquina fue desmontada y cuidadosamente guardada, en los almacenes municipales durante los últimos 33 años. La máquina está prácticamente íntegra, y quién sabe si en algún día, podrá volver a exponerse al completo e incluso hacerla funcionar en la misma playa de los Pescadores de Pineda, para poder disfrutar del funcionamiento de esta ”joya centenaria y única”, incluso como una nueva atracción turística. Esta visión, que para cualquier persona de hoy puede parecer irreal o que proviene dé un lugar lejano o desconocido, fue una estampa habitual durante años en Pineda de Mar, y en muchos otros pueblos pescadores de la costa catalana.
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