En medio de un ambiente rural lleno de rocas caídas y numerosas encinas verdes, símbolos de la muerte y la vida, respectivamente, se encuentra el cementerio modernista de Olius, en las afueras de esta pequeña localidad del Solsonès.
Vista de la cripta del cementerio modernista de Olius, en el Solsonès.
Perteneciente a la parroquia del mismo municipio, este monumento, protegido e inventariado dentro del Patrimonio Arquitectónico Catalán, fue construido en 1916 por el arquitecto Bernadí Martorell, discípulo de Gaudí.
Aunque fue puesto en pie hace poco más de 100 años, su origen se remonta hasta dos siglos atrás. Época en que el rey Carlos III, por razones de higiene, ordenó la eliminación de los antiguos cementerios parroquiales de los centros urbanos. Por lo que todos ellos tuvieron que ser trasladados a las afueras.
Vista del sepulcro de Olius.
Es en este contexto que la diócesis de Solsona le encargó a Martorell la obra del sepulcro de Olius. Una construcción que hará a partir del aprovechamiento de las grandes rocas que se encontraban en ese mismo lugar.
Siguiendo un estilo modernista de lo más gaudiniano, el arquitecto coronará su obra con numerosas cruces y estructuras de piedra. Así lo ilustra esta serie de fotografías que Narcís Serrat ha compartido en Las Fotos de los Lectores de La Vanguardia.
Martorell edificó el cementerio de Olius aprovechando las rocas caídas de esa zona
En el recinto, destacan también los panteones tallados en la misma roca, con el nombre de las personas enterradas y su fecha de fallecimiento como únicas inscripciones.
Y, aunque destaquen muchas otras tumbas y panteones de estilo modernista en toda Catalunya como en Barcelona y Canet de Mar, la obra de Olius es única. Alejándose del talante aristocrático típico en estas construcciones, la del Solsonès destaca por su sencillez y su espíritu popular y rural.
Una joya del modernismo junto a otra del románico
Además, se encuentra al lado de la iglesia románica de Sant Esteve, una edificación del siglo XI declarada como Bien Cultural de Interés Nacional. Su construcción se realizó por petición del conde de Urgell y de los habitantes de Olius.
Iglesia de Sant Esteve, al lado del cementerio de Olius.
Su cripta destaca por formar un espacio rectangular con seis columnas que, al llegar al techo, se abren en forma de palmera. A lo alto, luce el campanario y sus cuatro grandes ventanales con arcos de medio punto, característicos del arte románico.
Dos construcciones de estilos y épocas muy dispares pero que, indudablemente, se combinan con curiosa armonía para completar el entorno rural de la Catalunya central.
Vista de la iglesia de Sant Esteve, en el Solsonès.
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