Las barracas de piedra seca

Las Fotos de los Lectores

Olèrdola, que ha recuperado y catalogado cerca de sesenta cabañas de viña, ha puesto en marcha dos nuevas rutas de senderismo que recorren las chozas del campo

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Barraca de l'Arnan, la única adosada al margen.

Pere Sadurní Roig / PSR

“Comparto fotografías de las barracas de piedra seca de Olèrdola (Barcelona)”, detalla Pere Sadurní Roig en Las Fotos de los Lectores de La Vanguardia.

“Estas barracas han sido recuperadas desde 2016 por el grupo de piedra seca del Centro Excursionista del Penedès, con la colaboración del Ayuntamiento de Olèrdola”, destaca.

“Algunas barracas estaban en mal estado, otras no se veían, porque la vegetación las tapaba”, señala, “la recuperación ha consistido en limpiar y reformar las barracas, así como con la plantación de los lirios encima de la cubierta, que dan fijación a la falsa cúpula de la barraca”.

“Estas barracas de piedra seca, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde el 2018, servían de cobijo de nuestros bisabuelos y abuelos, agricultores y ganaderos, en la montaña y el campo, cuando hacía frío, lluvia y calor; y también las utilizaban para guardar las herramientas agrícolas”, recuerda el lector.

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Barraca del Fondo de la Seguera.

Pere Sadurní Roig / PSR

“Estas barracas fotografiadas datan de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, aunque el origen de las construcciones de piedra seca lo encontramos en el Neolítico y en los íberos”, apunta el autor de las instantáneas.

“En Olèrdola tenemos unas 60 barracas identificadas y catalogadas. Se construyeron bastantes barracas en Olèrdola, coincidiendo también con la proliferación de la vid antes de la filoxera, cuando se pedía mucho vino debido a que en Francia no había, porque la filoxera les llegó unos años antes”, recuerda.

“De ahí que también las llamamos chozas o cabañas de viña”, comenta, antes de aclarara que “de estas barracas catalogadas pocas todavía tienen un uso”.

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Barraca del Tonet.

Pere Sadurní Roig / PSR

“La técnica de la piedra seca consiste en levantar una construcción con piedras del mismo entorno, sin hacer uso de ningún material de cohesión como la cal o el yeso para unirlas y requiere de diferentes tamaños de piedras para su construcción”, explica.

“Aparte de las barracas tenemos otras construcciones de piedra seca como los muros y los hornos de cal”, remarca.

“Estas fotos se hicieron a principios de junio recorriendo dos nuevas rutas de senderismo de barracas de piedra seca en Olèrdola, que se han editado recientemente”, recomienda.

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Barraca de la Muntanyeta.

Pere Sadurní Roig / PSR

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