Lo que recomiendan dormir los científicos y sanitarios son ocho horas. Seguramente tienen sus razones y están bien estudiadas, pero la salud y el estado de ánimo también dependen de otras circunstancias. Alguien me contó una vez que solo dormía cinco horas porque se había dado cuenta de lo rápido que había pasado el tiempo y lo mucho que lo había desperdiciado. Decidió quitarse horas de descanso para vivir más. Quizá cada persona debe analizar su situación y encontrar su fórmula de descanso y de vida.
María Díaz
Madrid
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