* El autor forma parte de la comunidad de lectores de La Vanguardia
La Filosofía se ha ocupado siempre de la reflexión sobre problemas que después la ciencia resuelve y aplica.
En el contexto de la Antigua Grecia, Aristóteles (384 a. C.- 322 a. C.) afirmó que la función de la Filosofía "es la investigación de las causas y principios de las cosas". "El filósofo posee la totalidad del saber en la medida de lo posible, sin tener la conciencia de cada objeto en particular", detalló.
La ciencia es uno de los objetivos de la Filosofía, como es la religión o el arte, por eso existe una Filosofía de la ciencia, aunque no todos la conocen, ni la quieren ver.
A la ciencia, la Filosofía le proporciona conceptos generales y la ciencia aporta datos
Un ejemplo importante es el movimiento de la la Ilustración que se extendió por Francia, Inglaterra y Alemania y que procedía del racionalismo del siglo XVII y del auge alcanzado por las ciencias de la naturaleza.
Filósofos como Jean Jacques Rouseau ( 1712-1772), John Locke (1632-1704) y David Hume (1711-1776) fueron determinantes para marcar un nuevo rumbo científico y social, en uno de los procesos emancipadores más importantes de la historia.
La ciencia es un modo de conocimiento que aspira a crear, mediante lenguajes rigurosos, leyes por medio de las cuales explica cómo se rigen los fenómenos.
Se puede ser filósofo y científico o estar muy cerca de los conocimientos científicos, como en el caso el cartesianismo y el positivismo de August Comte (1798-1857), grandes impulsores de las ciencias y del bienestar social.
Las leyes encontradas deben describir los fenómenos, ser comprobados por medio de la observación y la experimentación, ser capaces de predecir ya sea por predicción compleja o estadística acontecimientos futuros con una metodología adecuada, donde la hermenéutica o revisión del pasado y su significación actual y la epistemología o metodología científica son determinantes.
La Filosofía, por tanto, no es solo la madre de las ciencias en el curso de la historia, sino la reina de las ciencias, ya sea por conocer el más alto grado de abstracción, es decir, ser capaz de "poner aparte" o "arrancar", ya sea por ocuparse del ser en general, ya sea por ocuparse de las tesis, fundamentos o principios que la ciencia, después, desarrollará.
No se debe desgajar la Filosofía de las ciencia. Tal acto sería una amputación del saber. No olvidemos a los clásicos.
Perfil del Lector Experto
Dr. Joaquín Callabed
Doctor en Medicina. Pediatra. Magister en Bioética. Miembro de la Real Academia de Medicina de Zaragoza.