* La autora forma parte de la comunidad de lectores de La Vanguardia.
Bolsas de ropa usadas para niños en África repartidas en las escuelas, en la época del año más solidaria. Parece de lo más normal. Y lo es, ya a que sorprendentemente generaciones nuevas llegan y otras se van.
Pero esta tradición, tan normalizada y arraigada en nuestra cultura, sigue perpetuando prejuicios y sesgos inconsciente – y algunos conscientes.
Espectáculo de danza de la africana Dada Masilo, coreógrafa conocida por sus interpretaciones únicas e innovadoras de los ballets clásicos.
Ya que sorprendentemente generaciones nuevas llegan y otras se van; pero esta tradición, tan normalizada y arraigada en nuestra cultura, sigue perpetuando prejuicios y sesgos inconsciente – y algunos conscientes.
Mientras una parte de la sociedad lava su consciencia, otra aprovechan para hacer limpieza de armarios, pero, en general, seguimos trasmitiendo el mismo mensaje erróneo que está estrechamente relacionado con los sistemas de clases y el "nuevo colonialismo".
"Mamá", me decía mi hija de cinco años ayer, "este chaleco ya no me entra, mételo en la bolsa para los niños pobres, que no tienen comida, ni ropa en África".
Estas inocentes palabras dicen mucho de nuestra sociedad. Cuando las lees entre líneas y conoces algo de la historia de las personas de "raza negra" y/o de África, entiendes que la inocencia y solidaridad está cargada de un componente racista —aunque ella misma, mi hija, sea negra—.
Y lo más sorprendente es que las sociedades actuales, tan progresivas, seguimos alimentando esos mensajes con propaganda falsa y barata.
Hadiza Waya, consultora de salud de UNICEF, intenta inmunizar a un niño durante la campaña de vacunación contra la poliomielitis en Hotoro-Kudu, distrito de Nassarawa de Kano, en el noroeste de Nigeria.
Riquezas de África
África es un continente muy rico, especialmente si valoramos su materia prima y humana. Sus diamantes, petróleos, así como la riqueza de sus culturas, tradiciones, lenguas, etcétera, tienen un valor incalculable.
Y aunque la corrupción, pobreza, conflictos bélicos, bandas armadas son problemas reales en muchos países africanos —como lo son en otras partes del mundo—, no describen la realidad total del tercer continente más extenso del planeta.
Muchas personas —supongo que por ignorancia— siguen visualizando África como ese continente —que no es un país— donde todos son pobres, sin agua, con niños esqueléticos andando desnudos y con mocos en la nariz, llenos de moscas.
La pobreza, un problema global
Desgraciadamente, existen niños y niñas que se podrían describir de esta forma en África, pero también en otros continentes y países del mundo, incluida España.
Aquellos que conocen alguna persona de origen africano sabe que sus historias y experiencias se alejan mucho de esta pobre y desafortunada definición de África —aunque también formen parte del conjunto de su ser.
Imaginad por un segundo que personas de América, enviaran ropas usadas a los niños y niñas españoles por Navidad, y todo lo que se mostrara en las diferentes campañas publicitarias fuesen niños y niñas sin ropa, descalzos y sucios. Ahora sí se entiende, ¿verdad?
Niños en edad escolar compran dulces a vendedores ambulantes en la aldea de Mapela cerca de la mina de platino Mogalakwena en Mokopane, provincia de Limpopo, en Sudáfrica.
Esta imagen tan vaga y unilateral, con discursos sociales construidos desde miradas euro centristas, con privilegios, que se sigue promoviendo desde edades tempranas y que continúa con las diferentes generaciones, refuerza de forma sutil el sentimiento de superioridad, grandeza, y poder, de aquellos que ejercitan la caridad, aunque de fondo haya una buena causa.
La solidaridad internacional es extremadamente importante, y existen organizaciones y entidades que lo tratan con el respeto y la empatía necesaria, sin victimización y paternalismos.
La pobreza existe en todo el mundo, y está mucho más cerca de nosotros de lo que pensamos"
Evitar la perpetuación de conceptos e ideas falsas, que se forman desde edades tempranas sobre la "raza negra" —o cualquier otra raza—, es fundamental para alcanzar la ansiada igualdad de derechos.
Y para conseguir una sociedad donde el respeto y el valor de la diversidad y de la inclusión formen parte de los pilares fundamentales de nuestros valores.